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Si Costa Rica suma algo en el Estadio Azteca sería heroico; una buena presentación puede ser más que suficiente.
Leonardo González de Costa Rica y el mexicano, Héctor Altamirano, se enfrentaron en el primer juego de esta eliminatoria, ganado por México 2-1 en el Ricardo Saprissa.
Los directores técnicos de las seis selecciones nacionales de la Confederación, Norte, Centroamericana y del Caribe (CONCACAF) que disputan tres plazas directas al Mundial Alemania 2006, lógicamente que hacen sus proyecciones aritméticas de los puntos mínimos que se requieren para obtener la clasificación, de los 30 en disputa.
El número mágico parece ser 17; ese es al menos el del entrenador de Costa Rica, Alexandre Guimaraes, que se encuentra en el gran dilema numérico de que si la tricolor no se apura, puede que no lo alcance, si repasamos que al terminar la primera vuelta de la eliminatoria y después de cinco partidos, la Selección Nacional solo suma siete, por lo que debe contabilizar 10 unidades de las 15 que vienen en disputa.
Sin ser adivino, es lógico suponer que al proyectar los números de toda la hexagonal, si Guimaraes, que asumió la dirección técnica de Costa Rica en el cuarto partido -los tres primeros los dirigió Jorge Luis Pinto-, está claro de que se pueden perder 13 puntos de 30 en disputa, una de las «derrotas fijas» que se marcan en ese renglón deficitario es el partido contra los aztecas.
La visita a México suma entre las eventuales derrotas que se deberían tener en la hexagonal, de manera que perder el 17 de agosto contra los pupilos de Ricardo Lavolpe no es tan dramático, es más bien hasta lógico, de manera que más que penar por el posible traspié, a esta confrontación entre Costa Rica y México se le pueden sacar, una vez que termine, otro tipo de conclusiones.
CONTRA LA PARED
El papel de la Selección Nacional en la primera vuelta de la hexagonal fue deficitario; empezamos mal desde el mero principio, cuando precisamente México nos derrotó en casa en el juego inaugural, un partido que en la proyección aritmética, no se debía perder.
Si el partido México-Costa Rica se proyecta como derrota, el Costa Rica-México debió ser al revés, con victoria nacional, pero esta no se produjo y el seleccionado entró contra las cuerdas a la hexagonal desde su arranque.
Siempre con Pinto como técnico, siguió una victoria agónica ante Panamá en casa y un empate en Trinidad y Tobago. Costa Rica sumaba solo 4 puntos cuando se dio el relevo en la dirección técnica, fue cesado el colombiano y asumió Guimarae. Este debutó con aplastante derrota 3-0 en los Estados Unidos (otro partido que se proyecta a perderlo, pero después se le ganó con las uñas a Guatemala en nuestro patio, donde cazamos los otros tres puntos que nos tienen con siete unidades.
En México se inicia la ronda segunda; en esta, Costa Rica tiene tres partidos de visita y dos como local; hay que viajar a Panamá y cerrar en Guatemala y en el ínterin, se recibe a Trinidad y Tobago y a los Estados Unidos.
¿Qué debe hacer Costa Rica para alcanzar esos 10 puntos que proyecta Guimaraes para sumar 17 y tener opciones a la clasificación directa al Mundial?
Debe vencer a Trinidad y Estados Unidos en casa; debe derrotar a Panamá en Panamá y empatar mínimo contra los chapines en Guatemala.
Si esto se da, la eventual derrota en México ni suma, ni resta; se le podría bajar, si se produce, su dramaticidad.
¿CUÁL ES EL PROBLEMA?
Que Panamá viene de ser finalista en la Copa de Oro, un certamen donde Costa Rica no pasó de los cuartos de final, lo que ubica a los canaleros no solo como rivales difíciles de la Selección Nacional en el partido que debe jugarse dentro de un mes, sino que ahora, por lo sucedido con los ticos en la Copa de Oro, Panamá es favorita a derrotar a los nuestros.
Entonces, si perdemos en México y volvemos a caer en Panamá, la eliminatoria se nos pone cuesta arriba y el Mundial germano a mucha distancia.
No olvidemos, como consuelo, que el cuarto lugar de la hexagonal, tiene una nueva oportunidad de clasificarse a Alemania, en un «repechaje» con un seleccionado de Asia. Quizá, si Costa Rica se medio derrumba en esta segunda vuelta, nos quede esa opción.
MÉXICO FAVORITO
Totalmente claros de que los mexicanos son favoritos a derrotarnos en su territorio, los ticos nos aferramos a lo que se bautizó hace cuatro años como el «Aztecazo», cuando la Selección Nacional, también dirigida por Alexandre Guimaraes, derrotó a la mexicana 2-1 en el Azteca, juego eliminatorio al Mundial en Asia y, primera derrota en toda su historia, de México, en ese coliseo en partido eliminatorio mundialista.
¡Claro que México tiene sed de revancha!
Los futbolistas costarricenses les cortaron una marca histórica, simbólica y emblemática, que les movió su orgullo.
Ahora,a México tampoco le fue bien en la Copa de Oro y al igual que a Costa Rica, los eliminaron en cuartos de final. Pero, el equipo de Lavolpe se había lucido semanas antes en la Copa Confederaciones, donde incluso derrotó a Brasil y perdió contra Alemania la disputa por el tercer lugar.
Además, si México nos vence, se asegura con 16 puntos la clasificación a Alemania, de manera que los ticos tienen todo el entorno en contra para su defícil partido del miércoles 17.
Quizá una formación bien estratégica ordenada por Guimaraes, nos permita al menos empatar; en ese sentido, apuntamos a una alineación con Porras en el marco; una línea de tres centrales, integrada por Martínez, Wright y Umaña; dos carrileros; Bolaños y Leo González; un solo volante de marca: Danny Fonseca; otro mixto; Centeno y otro de apoyo, Jafet y dos puntas: Wanchope y Gómez.
Finalmente, si no se nos hace el milagro de un «Aztecazo II», sería agradable y positivo que Costa Rica pierda pero jugando bien al fútbol, asunto que no ha hecho en sus últimos partidos, para levantar el ánimo y las esperanzas para lo que sigue, que es más delicado: derrotar a Panamá en su patio.
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