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En el artículo publicado en la edición del 14 de julio bajo el título «Impunidad es regla en violencia contra las mujeres», se menciona que el INAMU ha bajado la guardia en relación con la atención de la violencia, lo cual no compartimos porque éste es y seguirá siendo un tema prioritario para esta institución.
En los siete meses que llevamos del año ya suman 25 femicidios, cinco más de la cifra con la que cerramos el 2004. Sin duda, las estadísticas evidencian una dura realidad y debe ser una llamada de atención para que tomemos conciencia de que estamos ante un problema de interés nacional y una clara violación a los derechos humanos de las mujeres.
Sin embargo, desde diferentes espacios en el INAMU hemos insistido en que la violencia contra las mujeres no es un tema exclusivo de nuestra institución, ésta es una realidad que atañe e involucra a la sociedad en su conjunto, a instituciones públicas, organizaciones, empresa privada y por supuesto a usted.
Para superar la violencia, todas y todos tenemos que comprometernos y aportar lo que esté a nuestro alcance para velar porque las condiciones se den, y así poder construir una sociedad más justa y equitativa, en la que se respeten nuestros derechos como humanas.
En ese sentido, una de las labores que realizamos desde el INAMU es el seguimiento al Sistema Nacional para la Atención y la Prevención de la Violencia Intrafamiliar, que incluye reuniones de la Comisión de Seguimiento que se enmarcan en la promoción de la política de violencia en el ámbito nacional y se ejecuta mediante la coordinación y concertación con instituciones del gobierno, Estado y sociedad civil.
También se da seguimiento a la Política Nacional para la Prevención y Atención de la Violencia dirigida a personas menores de edad. Asimismo, promovemos el fortalecimiento de las capacidades de las instituciones y organizaciones que participan en el Sistema, así como de las 65 Redes Locales de Atención y Prevención de la Violencia Intrafamiliar que operan en todo el país.
Empero no solo desde las instituciones del Estado debemos estructurar respuestas para combatir este problema de salud pública, las familias desde su diversidad, es otra de las instituciones del país donde se hace necesario trabajar, dado que en su seno se presentan graves abusos que dan como resultado personas víctimas de la violencia intrafamiliar. Las mujeres, niñas, adolescentes, adultas mayores y mujeres con discapacidad son las que con mayor frecuencia sufren violencia de este tipo.
Por esta razón, y amparadas en la Ley de Creación del INAMU, tenemos que impulsar el desarrollo de las familias como espacios de socialización de los derechos humanos e igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, rompiendo con patrones socioculturales que reproducen relaciones desiguales de poder.
Otra tarea con la que seguimos en deuda todas y todos los costarricenses, es en el combate contra la impunidad de la violencia. Por esta razón, desde el INAMU hemos promovido la aprobación de la Ley de Penalización de la Violencia contra las Mujeres y la Ley de Creación del Sistema Nacional para la Atención y la Prevención de la Violencia de Género e Intrafamiliar; sin embargo no se han aprobado, por lo que se mantiene el desafío para la sociedad costarricense, en su lucha por construir ambientes libres de discriminación y de violencia contra más del 50% de la población de Costa Rica: las mujeres.
Sabemos que esta Ley de Penalización por sí sola no logrará erradicar el problema, pero será un mecanismo de garantía de derechos, al sancionar como delito una serie de conductas que ocasionan grave daño para la vida y la integridad personal de las mujeres, como lo son el maltrato físico y las amenazas.
No podemos olvidar que en forma simultánea tenemos que generar conciencia en las personas para involucrarnos en el tema, no debemos seguir asumiendo conductas de indiferencia ante un fenómeno que nos afecta a todas y todos. Para ello, desde nuestros barrios podemos empezar creando redes de protección y apoyo para las mujeres víctimas de violencia.
Sé que la lucha por la erradicación de la violencia contra las mujeres no es una tarea sencilla. El INAMU en conjunto con las demás instituciones públicas, empresas privadas y con su colaboración, tenemos que fomentar con acciones concretas, la equidad y la igualdad en nuestras relaciones de pareja, familia, amistad, trabajo y de cualquier otra índole, solo así dejaremos de ser cómplices de la violencia contra las mujeres.
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