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La interpretación -acorde con la línea editorial- que hacen los medios de comunicación de los estudios de opinión pública, muestran resultados contradictorios.
El manejo de diferentes metodologías por las empresas que se dedican a realizar estudios de opinión y su interpretación por parte de los medios de comunicación muestran datos contradictorios entre las encuestas publicadas recientemente por diferentes medios del país.
El tamaño de la muestra, nivel de estudios, edad, zona geográfica, cuestionario, fecha de realización y otros elementos hacen que las encuestas muestren resultados distintos que pueden llegar a crear confusión. Sin embargo, las mayores contradicciones entre los resultados de opinión se están presentando en la lectura que realizan los medios masivos de comunicación.
Diferentes expertos y representantes de las empresas de estudios de opinión consultados por UNIVERSIDAD coincidieron en que la línea editorial de los medios nacionales podría estar determinando la interpretación de las encuestas y en consecuencia los resultados que han salido publicados en los últimos meses.
Este es el caso de las estudios de opinión realizados por diferentes casas encuestadoras y la Universidad de Costa Rica (UCR) para conocer la opinión de los costarricenses sobre el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos (TLC).
Mientras que una encuesta realizada por la Escuela de Matemática de la UCR indicó que un 69,8% de los costarricenses desea un referéndum para aprobar o rechazar el TLC, la empresa Unimer en una pagada por el grupo privado Por Costa Rica, liderado por Alberto Trejos y Anabelle González -que realiza una campaña multimillonaria para impulsar la aprobación del TLC- señaló que un 76% considera que debe ser enviado para su aprobación a la Asamblea Legislativa.
PUEDE HABER DIFERENCIAS
Para la directora técnica de Unimer, Catalina García los diferentes escenarios que se plantean a la hora de realizar una encuesta son determinantes en las cifras que se publican. Además, existen «una serie de elementos adicionales», -forma en que se recoge la información y el tipo de preguntas-, que en el caso de la encuesta de Por Costa Rica, «plantea una diferencia en cuanto a la representación de la muestra».
En este sentido, García negó que sus clientes le hagan solicitudes expresas a la hora de realizar un estudio de opinión que pueda producir algún sesgo.
En cuanto a la publicación de los resultados «el problema es que los medios tienen su línea editorial que es independiente de nosotros, de las empresas de investigación y van a publicar de acuerdo a lo que les sea más interesante».
Otro caso es el de la publicación del diario de La República, en la que se aseguró que un 54% de la población apoyaba la aprobación del TLC. Este dato fue aclarado en los medios por el director de proyectos de Cid Gallup, Gustavo Araya, ya que en dicha encuesta el dato real del total de la muestra era un 36%.
Araya manifestó a UNIVERSIDAD que no necesariamente hubo una mala intención en los datos publicados sino «un error de interpretación» . En este caso, la responsabilidad de la casa encuestadora «llega hasta la presentación de la información, de ahí en adelante cómo se difunde es responsabilidad del medio».
Para Johnny Madrigal, profesor de la Escuela de Estadística de la UCR, muchas de estas casas encuestadoras utilizan «una muestra de cuota probabilística». Eso significa que aunque tomen los segmentos al azar, las personas que entrevistan «son a juicio y se dejan llevar por ciertos parámetros» como sexo, edad, o condición de actividad.
Para Madrigal, existen una serie de problemas metodológicos que no se informan a la hora de publicar los resultados. También, influye la forma en que se redactan los cuestionarios, ya que muchas veces se utilizan «preguntas sesgadas o mal intencionadas».
En el caso de la última encuesta publicada por La Nación (25/08/05) sobre el TLC se afirmó en un recuadro que los costarricenses estaban «bien informados» sobre este tema frente a la pregunta, ¿se enteró de que el TLC fue aprobado por el congreso de los Estados Unidos?.
Las encuestas de opinión en la arena política no son ajenas a las malas interpretaciones o a la magnificación de los resultados. A seis meses de las elecciones presidenciales del 2006 una serie de encuestas con distintos resultados proliferan en los medios nacionales.
Según Araya, en Costa Rica cada cuatro años «aparecen casas encuestadoras» , por lo cual es necesario tomar en cuenta la trayectoria y la credibilidad de los centros dedicados a realizar este tipos de estudio.
Por su parte, García consideró que es conveniente que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) «establezca algunas reglas» en cuanto a la publicación de los datos para que realmente sean comparables.
Ejemplos de resultados de encuestas publicadas en medios que revelan diferentes cifras son las de Unimer (La Nación 21/08/05) y la de Demoscopía (Al Día 22/08/05). Mientras que La Nación afirmó que el abstencionismo sería de un 39%, el periódico Al Día señaló un 18%.
INFLUYEN VARIOS FACTORES
El director del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Costa Rica, Carlos Sandoval, manifestó que si bien no es posible emitir un criterio sin la ficha técnica de las encuestas, existen varios factores que pueden incidir en las diferencias entre consultas de opinión.
Para Sandoval, la principal diferencia se produce al hacer la elección metodológica, ya que se trata de una decisión compleja, en la que se deben respetar cuotas de representatividad y que permite «jugar» con los números y los enfoques.
Por su parte, Irma Sandoval, Directora del Instituto de Estudios Sociales en Población (IDESPO) de la Universidad Nacional (UNA), consideró que existe una falta de información sobre las bases de las encuestas, que permita tener una interpretación más clara de las mismas.
«Cuando en los titulares se dice que el 60% apoya a tal candidato, lo que en realidad sucede es que de 100 encuestados solo 15 están decididos, por lo que de esos 15 se saca el 60%, pero la gente no ve esos detalles, ve el titular y asume que esa es la realidad».
La directora del IDESPO explicó que es incorrecto tomar porcentajes de submuestras de una encuesta, ya que esto aumenta el margen de error.
«En una encuesta, conforme aumenta el tamaño de la muestra se reduce el margen de error. Si la muestra es de 1000 personas, el margen de error es de entre 3% y 4%, pero cuando se toma como base solo el 15% que está decidido a votar, el tamaño de la muestra se reduce considerablemente y ese 60% del que se habla ahora tiene un margen de error mucho mayor».
Sandoval expresó que a su criterio sí existen encuestas «a gusto del cliente», no porque falte seriedad en las empresas encuestadoras, sino porque hace falta mayor profundidad y apertura al sondear algunos temas, como sí sucede en los estudios realizados por las universidades.
Para el presidente de la encuestadora Borge y Asociados, Víctor Borge, las encuestas son diferentes ya que es posible encontrar opiniones diferentes; y en cuanto al tema del TLC, estas diferencias se acentúan por el desconocimiento de las personas sobre el tema.
«Uno de los problemas con el tema del TLC es que la gente no conoce. En las encuestas, cuando se le pregunta a la gente que si sabe sobre el TLC dice que sí, pero cuando se les pide que expliquen de que se trata, no pueden hacerlo», comentó Borge.
En cuanto al tema de la campaña electoral, Borge argumenta que ésta también es difícil de medir con precisión en las encuestas, pues se enmarca en un contexto de desencanto generalizado.
Borge reconoció que también «el orden de las preguntas en el cuestionario pueden inclinar la balanza a favor o en contra de un tema determinado, principalmente si se trata de un tema complejo como el TLC».
UNIVERSIDAD intentó conocer el criterio del representante de Demoscopía, pero vía telefónica se comunicó que se encontraba fuera del país.
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