Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Vislumbran dificultades en el Ministerio de Salud para seguir adelante con la vigilancia alimentaria y nutricional».
Desabasto de granos básicos podría afectar nutrición de la población infantil.
«La gente está comiendo muy mal a nivel de toda la población rural, carne no comen, uno sale desmoralizado cuando participa en encuestas casa por casa», aseguró el Dr. Luis Tacsan Chen, del Ministerio de Salud (MS) durante el panel realizado en la Escuela de Nutrición de la Universidad de Costa Rica (UCR) sobre seguridad alimentaria y nutricional.
«Esto ha motivado la aparición de pueblos fantasmas, pues los varones y las mujeres en edad productiva se trasladan a las ciudades a trabajar y se quedan solo las mujeres mayores con las personas menores, explicitó.
Tacsan expuso el tema de la importancia de la vigilancia alimentaria y nutricional, quien destacó la relevancia de tener en cuenta el enfoque social y no solo el económico, «donde el dinero es lo que manda», en una época donde predomina el enfoque neoliberal.
Manifestó que es necesario definir las estrategias, donde las acciones y medidas que se tomen sean equilibradas. «Desde el punto de vista de la seguridad alimentaria y nutricional, nosotros estaríamos bastante satisfechos si se lograra conservar algún porcentaje de la producción de granos básicos en el país, del tal manera que no todo se quedara a expensas de lo que se pueda comprar afuera». «Nosotros no participamos en la mesa de negociaciones del TLC (Tratado de Libre Comercio), porque somos de lo social y lo social no tiene el mismo peso que lo económico, pero pudimos haber dado aportes técnicos y ayudar al sector productivo de este país y dar justificaciones muy técnicas sobre porqué no puede dejarse la disponibilidad de los granos básicos en el país a expensas de la producción y los precios internacionales», afirmó.
Otros de los aspectos importantes de la seguridad alimentaria son los desastres naturales a los cuales está expuesta la región y la migración centroamericana que, si bien contribuye al desarrollo nacional, aumenta la demanda de granos básicos en el país.
Denunció que el Consejo Nacional de la Producción (CNP), que es el encargado mediante su ley orgánica, artículo 10, de vigilar y garantizar la seguridad alimentaria del país, ha sido debilitado en forma importante, lo que debería ser revisado al igual que el funcionamiento de los programas sociales, porque «hay un poco de desorden y de duplicidad, a fin de garantizar un uso más eficiente de los pocos dineros que tenemos disponibles para inversión social».
«Yo veo un negro panorama en el Ministerio de Salud para seguir adelante con la vigilancia alimentaria y nutricional, la cual está desapareciendo, donde no hay personal capacitado para sustituirme cuando yo me pensione y los hilos del sistema de vigilancia pasaron a la Caja Costarricense del Seguro Social, pero en sus compromisos de gestión a ésta no le interesan las poblaciones sino la atención al individuo», manifestó.
Informó que es importante volver a recoger los datos del estado nutricional de la población infantil, trabajo que el MS hacía casa por casa, pero la última encuesta se hizo en 1996, por lo que en éste y en la OPS (Organización Panamericana de la Salud con sede en el MS) se habla de la necesidad de hacer otra encuesta el año entrante.
En el 96 se encontró un 15% de déficit de peso en el área urbana, así como bajo el consumo de zinc y calcio, «pero en la zona rural el déficit de peso fue el doble (30%) y todo está bajo, menos el ácido fólico y el zinc», afirmó.
«Ya en el 96 encontramos obesidad y poca desnutrición, pero el hallazgo fue la deficiencia en relación con micronutrientes: anemia, deficiencia de polatos y yodo y el aumento de la prevalencia de la deficiencia de vitamina A (niveles céricos de retinol bajos).
En 1997 se realizó el último censo de talla de la población infantil, que reflejó la disminución del déficit de retardo en talla (infantes que no han alcanzado la talla promedio según la edad) del 20% en 1979 al 7.4% en este momento, lo que de alguna manera refleja la caída en el nivel de desnutrición. Las zonas que reflejaron mayor problema con desnutrición crónica fueron las fronterizas, pero sobre todo en poblaciones indígenas como la de Talamanca donde se encontró un 320% de retardo en talla.
DESAVASTO DE FRIJOL EN DICIEMBRE
Por su parte, Flor Mora Fallas del CNP, se refirió al abastecimiento estimado de frijoles para los próximos meses en el país, el cual incluye la producción, la importación y el consumo.
Dijo que las importaciones de frijol bajaron considerablemente en el último año a los niveles de 1997, que fue de 18.000tm (toneladas métricas), después de haber llegado en el 2004 a las 33.000tm.
En julio de este año fue de 3.941tm de grano seco y limpio, mientras que la producción nacional llegó a las 57tm, lo que se suma al inventario físico (existencia de grano en el país) que en los primeros días del mes era de 6.179tm.
De todo eso se consumieron 2.866tm y quedaron 7.302tm para agosto, mes en que la producción nacional subió a 883 tm, mientras las importaciones bajaron a 1.916tm. y el consumo se estima en 3.417tm mensuales para el resto del año.
Para setiembre quedaron 6.684tm y se espera una producción de 182tm así como una importación de 3.451tm, lo que deja un saldo para octubre de 6.900tm, mes en el que no hay producción nacional estimada ni importaciones aprobadas. Si se reduce el consumo de ese mes queda un saldo de 3.483tm para noviembre (mes sin producción ni importaciones) que permitirá abastecer el consumo.
Mora explicó que de mantenerse los números anteriores, hay producto para cubrir el consumo hasta noviembre. El desabasto iniciaría a partir de diciembre, pero hay permisos de importación solicitados -que aún no se autorizan- por 2.570tm de frijol que vendría de China, Nicaragua y Guatemala.
Informó que también ha caído en el país el abasto de maíz blanco, pero no así del volumen del arroz porque se han logrado incrementar los rendimientos, aunque en el 2002-2003 se dio una brusca caída por la aparición del ácaro blanco del arroz. Además, de que su importación está libre, pues lo que se regula es el precio, «que en este momento está muy bajo y hay suficiente grano en el país por lo que se espera no se importe más ya que afectaría a los productores nacionales, cuyos costos de producción son muy altos», explicitó.
Según Mora, el consumo anual nacional de estos granos es de 228.428 tm de arroz, 64.800tm de frijol y 41.000 tm de maíz.
Otra de las panelistas Ana Mercedes Umaña del INEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos), quien se refirió a la Canasta Básica Alimentaria (CBA), formada por un conjunto de alimentos expresados en cantidades suficientes para satisfacer las necesidades básicas de las personas.
La CBA está basada en el requerimiento de calorías para una persona, cuyo promedio para Costa Rica es de 2,274, pues en la zona urbana la contribución calórica es de 2.230 y en la rural de 2.316. También, ha variado el costo de la CBA, el cual era de C.13.162 en el 2003, C.15.401 en el 2004 y C.18.403 en el 2005.
Detalló que en Costa Rica hay nuevos patrones de consumo, por lo que en este momento se están revisando.
Este documento no posee notas.