Con un prestigio consolidado el Semanario UNIVERSIDAD es sobreviviente de mil batallas
Hasta 1993 el Semanario UNIVERSIDAD ocupó dos aulas en el primer piso del edificio de Ciencias Sociales. En 1988, la antigua sala de redacción donde hacían sus primeras armas en la profesión Mario Bermúdez, Manuel Bermúdez, Marco Sibaja y Patricia Smith (ya fallecida).
Fue un lunes 28 de setiembre de 1970 cuando el Semanario UNIVERSIDAD distribuyó sus primeros mil ejemplares de la edición número uno.
El histórico acontecimiento fue fruto de un proceso de discusiones internas.  En una de éstas, el 22 de julio de 1967, la Asamblea Universitaria ordenó la publicación de un medio escrito plural que reflejara la realidad nacional y fuera también una vitrina para el desarrollo social y científico propiciado en nuestra Alma Mater.
 
Desde su fundación, en cada una de sus ediciones, (la número 1.639 incluida esta que tiene en sus manos), el nuevo medio abrió sus páginas a las más diversas corrientes ideológicas; y mantiene el compromiso que los primeros directores le imprimieron: ser un vocero de los más elevados intereses nacionales ante los grupos de poder económico y político nacionales e internacionales, que se expresan en otros medios de comunicación existentes
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Pero esta tarea no ha estado exenta de las más diversas estrategias que perseguían su cierre o una línea editorial más complaciente con las élites políticas.
Hoy, a 35 años a la distancia, se puede decir que el Semanario UNIVERSIDAD es un sobreviviente que puede mostrar orgulloso sus heridas de guerra.  Incluso aquellas provocadas por la abierta persecución de la Embajada de Estados Unidos durante los episodios más críticos de los enfrentamientos armados en Nicaragua en la década de los años 80; con la aprobación implícita de algunos personajes de la vida universitaria y otros de las estructuras partidarias y empresariales.
Protagonista de muchas batallas, escuela de generaciones de periodistas y atalaya del periodismo comprometido con la sociedad, el Semanario sigue en la lucha.
 
DE PARÍS A ALCOA
 
La época de los 70 cuando circuló la primera edición de UNIVERSIDAD estuvo marcada por una serie de acontecimientos nacionales e internacionales, banderas de lucha que recogerán posteriormente en sus páginas las generaciones de periodistas que han pasado por la sala de redacción.
La revolución iniciada por los estudiantes parisinos en Mayo 68, el movimiento iniciado por la Primavera de Praga y los enfrentamientos estudiantiles en México en 1968, no podían pasar inadvertidos por la intelectualidad costarricense.
Los proponentes de la creación de un periódico universitario en la UCR esperaban que éste fuera un defensor de la libertad de expresión, amenazada en aquel momento por los grupos que dominaban la escena política nacional.  Era época de guerra fría, en la que ser «comunista» equivalía a ser tildado hoy de «terrorista».  ¿Será acaso que la historia solo cambia de actores y de libreto?
Mientras tanto en Costa Rica, las luchas de los jóvenes definieron lo que luego se llamaría » la generación ALCOA» , por las protestas contra la aprobación del contrato del Estado con Aluminium Company of America, ( Alcoa Inc).
En medio de todo este ambiente, un grupo de destacados académicos, investigadores y pensadores impulsaban la idea de creación del periódico universitario.  Aquel padrinazgo se plasmó en una propuesta firmada por Constantino Láscaris, Manuel Formoso, Isaac Felipe Azofeifa, Rodrigo Fournier, Virginia Zúñiga Tristán, Daniel Gallegos, Guido Miranda, Jézer González, Rafael Ángel Herra, Chester Zelaya, Eduardo Lizano Faith, Eugenia Fonseca Tortós, Rafael Obregón Loría y 44 docentes.  Aquella resolución se concretaría tres años después, no sin antes pasar por muchas luchas teñidas del anticomunismo de la época.
Los conflictos de su génesis serán parte de la vida del Semanario en las décadas siguientes.  Hoy, 35 años después Semanario UNIVERSIDAD continúa en la batalla subido en el caballo del periodismo independiente, crítico e investigativo contra los mismos adversarios, disfrazados ahora con vestidos globalizadores, de apertura comercial y TLC.
 
Cada semana, como sucede desde 1639 ediciones atrás, el equipo de trabajo de UNIVERSIDAD pone manos a la obra, para retratar lo más relevante de la vida universitaria y nacional.  Al igual que el personaje mitológico, cuando se cree que ha concluido la jornada, en realidad continúa para repetir una vez más el trajín semanal.
Son 14 periodistas, que entre todos apenas suman 4 tiempos completos, y nueve estudiantes que se inician en el mundo del periodismo, sin contar las decenas de colaboradores, responsables de mantener con vida las páginas de UNIVERSIDAD.
El timón fue asumido primero por Manuel Formoso, un abogado de profesión designado por el Consejo Universitario para hacer el primer periódico quincenario universitario de Costa Rica.  Él reunió a un grupo de personas ajenas al mundo del periodismo (la Escuela de periodismo recién se había creado en 1968).  Víctor Ramírez, Marjorie Ross, Otto Apuy, Alfonso Chase, Hugo Díaz, integraron la primera planilla.  En marzo de 1971 empezó a publicarse semanalmente.
Dos años después la novel Escuela de Periodismo asume el control del semanario y la dirección interina el docente Alfredo Povedano.  Eduardo Ulibarri, Guillermo Fernández, Isabel Ovares, Carlos Morales, Mario Segura y otros estudiantes sustituyeron la generación de intelectuales que partieron tras la renuncia de Formoso.
A Povedano le continuaron Mario Zeledón, Carlos Morales, Renato Cajas, Eduardo Amador, nuevamente Carlos Morales, Thais Aguilar y Laura Martínez, actual directora
Sísifo y el Semanario