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Personas encuestadas dicen querer más obras de temática nacional y crítica social
De las personas entrevistadas, 39.7% dijo que el aspecto que más le gusta en una obra es la temática con contenidos sociales y argumentos coherentes y educativo
El público ha sido llamado a escena. Por primera vez, actores, directores y personal del teatro han decidido acomodarse en las butacas para descubrir qué piensa su audiencia de la escena nacional.
El pasado 7 de noviembre, el Instituto de Estudios Sociales en Población (IDESPO) y la Escuela de Arte Escénico de la Universidad Nacional (UNA) presentaron los resultados de la encuesta titulada «Percepciones de la población del Gran Área Metropolitana acerca del teatro en Costa Rica».
Esta recabó información por vía telefónica en junio pasado, y abarcó a 400 personas mayores de 18 años.
Se entrevistó a la gente sobre tres temas: conocimiento y percepciones sobre el teatro; prácticas y hábitos de asistencia a las salas; y sus gustos y preferencias.
Entre los datos que se descubrieron , sobresale que el 63% de los entrevistados considera que asiste al teatro por «diversión, distracción y entretenimiento» y que solo un 3.2% lo hace por «sus temáticas y abordaje de la realidad social».
Esto no sería tan llamativo, sino fuera porque la mayoría de personas (un 35.3%) concuerdan en que lo que más les gustaría que se representara son temáticas y obras de crítica social. Además, un 29.5% eligió «obras clásicas, repertorio mundial» y un 11.2% manifestó que quería ver piezas con «contenido político nacional» es decir, sobre temas de corrupción, política.
Nara Mansur, poeta y dramaturga cubana que vino al país con el fin de participar en el I Encuentro Nacional de Teatro, explicó que la preocupación por estas temáticas es general en toda Latinoamérica.
«Tiene que ver con nuestra realidad sociopolítica. El teatro tiene una carga ritual que no tiene ninguna manifestación artística y la gente relaciona eso con la urgencia de tratar ciertos temas», agregó.
Pero no solo la temática de las obras presentadas en el país fue duramente criticada. La manera cómo se ofrece el teatro y la accesibilidad que se tiene a éste, también fueron puestas en tela de juicio.
Por ejemplo, a pesar de que 35.2% de las personas participantes dijo que la publicidad o propaganda que se le haga a una obra es lo que más influye en su asistencia, un 16.6% dijo que hace falta «fomento de educación e información a la población de lo que es el teatro» para que la gente acuda a las salas.
» Creo que la crisis es un asunto educativo. En la escuela y el colegio se da mucho énfasis a las artes plásticas y a la música. Tenemos una tarea a mediano plazo: educar para crear esa cultura del teatro», puntualizó Dora Cerdas, directora de la Escuela de Artes Escénicas de la UNA.
Además, un 7.3% recordó que los montajes deberían llegar a más zonas rurales o alejadas y de hecho, entre las razones por las que la gente no va al teatro, el que no haya una sala cerca de su lugar de residencia, fue la respuesta de un 16%.
Al respecto, Cerdas manifestó que conoce las dificultades del Estado para crear las estructuras necesarias para que haya teatro en todas las zonas, por eso las compañías y agrupaciones deben realizar giras a estos lugares.
Marcos Guillén, actor costarricense que además es doctor en teatro y máster en literatura dramática, consideró que «en Costa Rica hay un problema de regionalización. Se debe descentralizar el teatro, y no solo salir de la GAM a las diferentes localidades, sino ir a las regiones, ver que se está haciendo ahí. Debe haber centros de cultura, donde se promueva el quehacer teatral, en los lugares donde haya grandes concentraciones de población y no solo en las cabeceras de provincia».
Mansur, por su lado, propuso la creación de fondos que apoyen a la dramaturgia nacional e incluya a artistas jóvenes que mantengan vínculos estrechos con las comunidades.
CAMINO POR RECORRER
Un 70% de las personas que participaron en la encuesta de la IDESPO-UNA dijo haber asistido alguna vez al teatro. Y al preguntar las razones, 35.3% dijo que le gustaba, que era amante del arte.
Sin embargo, de aquellos que no asisten, un 35.8% dice que se debe a que no le llama la atención. Tal vez esto se debe a que, entre las opiniones desfavorables, un 17.2% opina que el teatro nacional es «poco serio y con una mayor tendencia a la sexy comedia» y un 13% cree que «falta contenido en sus temáticas y es mediocre».
Irma Sandoval, Directora del IDESPO, detalló además que el desinterés podría esconder desinformación o el hecho de que hay muchos mitos alrededor del teatro.
«Habría que plantearse si se quiere aumentar el porcentaje de asistencia, y para ello tendrían que adecuarse las políticas actuales», recomendó.
Fernando Vinocour, director teatral e integrante de la Asociación de Grupos Independientes de Teatro Profesional (AGITEP), interpretó estos porcentajes e intuyó que «las respuestas parecen señalar que no interesa ese teatro que no nos dice nada importante. Por eso dicen que es mediocre, porque no hay resonancia, comunicación, no vibramos con los espectáculos, sea para reír, pensar o llorar. Esa opinión expresa que ese el teatro carece de convocatoria, porque no resulta vital».
También hizo énfasis en la cuestión de políticas, pero más concretamente, en las que tiene que ver con presupuestos. Expresó que la encuesta le parecía reveladora al dejar ver que «por el camino de los grandes y costosos montajes no se avanzado especialmente, y que quizás podrían aplicarse esos fondos a más montajes, proyectos, más baratos y más diversos. Ojalá con un sentido de mejorar más en el plano cualitativo, que cuantitativo: hacer más talleres, conferencias, películas, abrir más espacios de ensayo y encuentros. Es decir, más inversión en el proceso y menos en los resultados».
Los resultados de la encuesta «Percepciones de la población del Gran Área Metropolitana acerca del teatro en Costa Rica» se pueden encontrar en la publicación del IDESPO-UNA, «Pulso Nacional» de noviembre.
Desde que fue presentada, la investigación ha enfrentado críticas sobre todo por la formulación de sus preguntas cerradas.
«Las percepciones pueden presentar un problema de sesgo, porque la mayoría del tiempo la gente está opinando a través de preguntas preestablecidas. Aún así, creo que el teatro nacional debe ir hacia la diversificación, a la profundización de sus esquemas formativos, a la búsqueda de un mayor público, hacia el respeto, la diversidad creadora y hasta la divergencia. Pero sobre todo debe ir hacia el ser humano, al que debe hablarle sobre su realidad», reflexionó Guillén.
Entre las recomendaciones que el IDESPO-UNA desprendió de la encuesta se encuentran: impulsar nuevas políticas, retomar el teatro en la zona rural y sensibilizar a la población mediante la incorporación del teatro a los programas de estudios.
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