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Juan José Vargas: TLC solo se para en la calle

Antonio Alvarez sostuvo que el TLC representa una oportunidad para fortalecer educación pública

Antonio Alvarez sostuvo que el TLC representa una oportunidad para fortalecer educación pública

Juan José Vargas: Es una farsa decir que con el TLC se abrirá la discusión  a distintos grupos, en la Comisión de Relaciones Internacionales.
A pesar de que su partido se fundamenta en la doctrina social de la Iglesia Católica, el candidato de la agrupación Patria Primero, Juan José Vargas no escatimó críticas sobre su intervención en el tema de la educación sexual en colegios.

El actual diputado y vicepresidente del Congreso dejó claro en su entrevista con UNIVERSIDAD, que se opone al Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, por lo que rompería el quórum o acudiría a las calles para evitar su aprobación.
 



¿Cómo se define ideológicamente el Partido Patria Primero?



– Estamos fundamentados en la doctrina social de la Iglesia. Nuestra ideología esta orientada hacia el bien común, y sobre todo, a los derechos humanos. Tenemos siete principios que son fundamentales: responsabilidad, orden, justicia, amor, igualdad, tolerancia y solidaridad.



¿Cómo se financia esta agrupación política?

– En campaña yo había prometido que iba a utilizar la mitad del salario de diputado en obras de bien social, y lo venía cumpliendo, pero a partir de octubre hablé con las personas a las que les entregaba la mitad de mi salario y empecé a utilizar ese monto para fundar el partido. Tuve que acudir a tarjetas de crédito y ya cuando estuvimos al borde recibimos una contribución  grande que fue de $1000 y con eso terminamos de fundarlo.

Estamos trabajando con los bonos de deuda, pero eso es una farsa, porque los bancos no quieren comprar los y tenemos que ir a los medios casi de limosneros a ofrecer la credibilidad ; todo gira en torno a la expectativa de alcanzar el 4%. El bono de deuda es un negocio.

Otro problema es que yo he hablado duro de las encuestadoras. Las estadística es una ciencia importante, pero en tiempo electoral, las casas encuestadoras juegan y bailan al ritmo de quien paga las encuestas. Siento que el Tribunal Supremo de Elecciones debería meter mano más dura en la metodología  utilizada.

Por ejemplo, me dicen, vamos a hacer una encuesta en Guanacaste, usted pone la preguntas que quiera y como quiera, pero pague $500 por cada una. Entonces puedo preguntar: «usted conoce a Juan José Vargas» y luego dicen que el 80% me conoce, entonces soy el más conocido, pero omito otros nombres. La encuesta verdadera va a ser el 6 de febrero.



Usted llegó al Congreso con el Partido Acción Ciudadana, posteriormente militó en el Bloque Patriótico y luego se separó. ¿Cuáles serían sus potenciales simpatizantes, ahora como candidato de un nuevo partido?



– Las personas que siguen a Patria Primero son de dos grupos: los que me conocen desde hace 30 años en la radio y la televisión, que están cerca de la parte espiritual; también se ha sumado otro como consecuencia de mis posiciones políticas como diputado. He buscado más a la gente que no ha votado en las últimas elecciones.



Usted es una persona muy cercana a la Iglesia Católica, ¿estaría de acuerdo con una reforma constitucional que permitiera declarar laico al Estado costarricense?



– Siempre he sido parte de la Iglesia Católica, aunque también muy critico de su accionar. A todo lo que dicen los obispos y sacerdotes, no digo de primera entrada «amén amén».

El Estado confesional tal y como está en la Constitución  no altera en nada la posición de la Iglesia en el país. Si usted revisa las actas de la Comisión de Presupuesto en la Asamblea, se da cuenta que las Iglesias Protestantes han recibido muchos millones en partidas específicas, aunque el Estado es confesional.

Como candidato he recibido la negativa de cinco sacerdotes para ingresar a una iglesia a participar de alguna actividad, eso nos deja ver la mentalidad de retardo que tienen algunos miembros de la Iglesia.



Ahora con el TLC en la Asamblea Legislativa, ¿cuál será su papel en su discusión, considerando que es usted vicepresidente del Congreso?



– Me opongo rotundamente al TLC, fui el primer diputado que sacó un cartelón que decía «No a TLC e impuestos». Voy actuar para que se cumpla el reglamento, que se analice lo que se tiene que discutir, pero no me voy a prestar para beneficiar a ningún sector, esto como vicepresidente

Como integrante de la Comisión de Asuntos Internacionales, voy a exigir a Rolando Laclé (quien la preside), que el mismo ritmo de trabajo lento que ha tenido la comisión  hasta ahora, se mantenga con el TLC. Cuando Laclé sale a decir que se va a trabajar viernes y sábado, voy denunciarlo públicamente. Lo más que pido es que sesionemos  una vez a la semana.



Se afirma que hay una estrategia para aprobar el TLC al invitar a todos los sectores sociales y darles oportunidad de expresar sus opiniones para mostrar una aparente apertura. ¿ Qué piensa de esto?

– Es una farsa decir que van a dar audiencia a todos los grupos para que den los pros y los contras, eso no va a servir de nada; eso es para que a la hora de dar el dictamen en la comisión  puedan justificarlo , pero en realidad es una tomadura de pelo a la gente, es más, quiero decirle a las organizaciones: yo por respeto y dignidad ni siquiera pediría  audiencia en la Comisión.

¿Por qué? Ahí  están Laura Chinchilla, Rolando Laclé, Federico Malavassi, Liliana Salas, Rocío Ulloa y Julián Watson, mientras que del otro lado estamos solo Epsy Campbell, Ruth Montoya y yo. Eso está más que cocinado, está refrito.

Con el TLC creo que hay tres soluciones: que Epsy, Ruth y yo nos unamos en una estrategia para presentar todas las mociones posibles de cláusulas interpretativas; segundo, en el plenario, quienes estamos en contra rompamos el quórum, perdiendo la dieta, aunque yo no tendría reparo en perderlas todas.

El último punto es que el TLC solo se para en la calle. Justifico que la gente haga esto porque el Poder Ejecutivo no escuchó, no vio, ni atendió los llamados antes de la firma del tratado. Después nos llevan un documento firmado por seis personas donde nosotros tenemos que decir nada más sí o no, eso es una charlatanería.



Se afirma que el compadrazgo entre las fracciones mayoritarias ha impedido que se logren las reformas electorales para controlar  las donaciones privadas a los partidos políticos. ¿Por qué Patria Primero no ha tenido un rol mas beligerante en torno a este tema?

–  Últimamente he tomado una posición más beligerante porque me di cuenta de que Liberación Nacional está en un jueguito con el porcentaje de la deuda política. La Unidad quiere el 0.15%, el PAC quiere el 0.8%, los libertarios quieren el 0.10%, nosotros podemos acuerpar a cualquiera de estos para que se vean las otras reformas , o sea,  los controles para que se impida crear las cuentas paralelas.

Pero Liberación tiene mucho que perder si se aprueba la reforma, son miles de millones que pueden perder para la campaña y ellos serían los primeros investigados para que el pueblo se dé cuenta de ese montón de dinero que están recibiendo. Por eso el PLN es el mayor obstáculo para aprobar las reformas electorales.



¿Cómo congeniaría usted sus principios religiosos con los reclamos de tener derecho a educación sexual y reproductiva, al aborto y la fertilización in vitro que demandan varios sectores de la sociedad?



– No tengo que negociar nada con nadie en cuanto al derecho a la vida, en eso soy radical. Estoy en contra del aborto, pero creo que en los casos en que la madre está en peligro que se dé el aborto terapéutico, es un asunto legal y yo lo acepto.

Con los derechos sexuales, si hablan del pleno disfrute y que todos tengan derecho a información sobre anticonceptivos, estoy de acuerdo.

Con la píldora de anticoncepción de emergencia me opongo porque hasta el momento hay 50 laboratorios y varios estudios que han descrito los tres procesos del esa píldora: dos anticonceptivos y uno abortivo. Ante la duda no se podría legalizar.

Con la fertilización in vitro, la Iglesia es muy clara en el punto de los embriones que se pierden, a pesar de esto, comprendo el dolor de las parejas que desean tener hijos y no los pueden tener; me alegra darme cuenta que se ha progresado mucho en este punto, porque estoy de acuerdo con que las parejas busquen la forma de tener hijos.

Con las guías  sexuales, más que achacarle la responsabilidad a la Iglesia, creo que tanto el Ministerio de Educación como el Gobierno no se han amarrado los pantalones en estos temas.

La Iglesia enseña un camino, que creo que en las guías sexuales debería estar, pero la gente debe informarse. Se toma demasiado en cuenta la opinión Iglesia y por quedarle bien, tapamos la realidad del montón de adolescentes embarazadas.

  • Javier Córdoba 
  • País
National Liberation
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