Diputados consideran que puede incidir sobre legisladores de Asuntos Internacionales, aunque es innegable que la mayoría de ellos apoya el tratado
Algunos diputados del PAC, la ANEP y ASDEICE cuestionan la participación del legislador Rolando Laclé (izquierda) en el trámite del TLC. A su lado, el liberacionista Luis Gerardo Villanueva.
Las movidas del tablero ya están concebidas y el juego de ajedrez parece no tener mucho sentido. Sin embargo, el proceso de tramitación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos puede traer sorpresas que no se pueden dejar de lado. De allí que la participación del experimentado parlamentario Rolando Laclé como presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Asamblea Legislativa genere gran roncha, sobre todo por las asesorías que su bufete ha dado a empresarios centroamericanos interesados en aprovechar los beneficios que les dejaría dicho tratado. Laclé, hombre de confianza del hoy acusado expresidente Rafael Ángel Calderón y muy cercano al candidato presidencial Óscar Arias Sánchez, afirmó a UNIVERSIDAD que su «bufete no tiene absolutamente nada que ver con el Tratado de Libre Comercio».
Ante una pregunta hecha por este periódico dijo que no tendría ningún problema en que José Miguel Corrales presente alguna moción para que el legislador socialcristiano no participe en la tramitación del TLC. (Cuadro aparte: «Debe dar explicaciones»). Corrales insistió en la necesidad de que esto se dé para asegurar un manejo transparente del tema el cual consideró crucial para el país. Sin embargo, debe tomarse en cuenta que la mayoría de los integrantes de la comisión están de acuerdo con que se suscriba ese convenio comercial, por lo que, participe o no Laclé, siempre habrá una tendencia a favor de que se apruebe. Cuando se le preguntó si estaría de acuerdo con que la liberacionista Laura Chinchilla presida la comisión, según se ha comentado extraoficialmente, dijo que sí, siempre y cuando haya un consenso de los diputados integrantes de esa entidad. En todo caso, el trámite del tratado será largo y complicado por lo que se esperaría que avance muy poco en los temas más delicados para el país como los que tienen que ver con propiedad intelectual y servicios. El Bufete Laclé & Gutiérrez pertenece a un consorcio de abogados centroamericanos que han asesorado a empresarios en los negocios del TLC. Esa entidad se llama Consortium, que cuenta con un departamento especializado en cada nación del istmo para hacer valer los derechos de sus clientes. Los bufetes son, aparte del de Laclé, Taboada & Asociados (Nicaragua), JR Paz & Asociados (Honduras); Rodríguez, Archila, Castellanos, Solares & Aguilar (Guatemala), así como Delgado & Cevallos (El Salvador).
 

«INSISTIRÉ»

José Miguel Corrales afirma que continuará su intención de hacer la propuesta que trabaja desde finales del año pasado, aunque admite que implicaría una reforma al reglamento parlamentario. «Tengo también muy claro que Laura Chinchilla y Federico Malavassi no permitirán el diálogo», afirmó. A ambos diputados se les trató de localizar a sus residencias o por medio de sus teléfonos celulares, pero no fue posible pese a los mensajes que se les dejaron. Para Corrales, el trámite del TLC «estará muy marcado debido a los próximos comicios por celebrarse el 5 de febrero». En ese mes los diputados comenzarán a trabajar y se hará en mayo la juramentación del nuevo gobierno. De quedar elegido como presidente el candidato presidencial Óscar Arias, «tendrá que cuidarse mucho. No me imagino que un Premio Nobel tenga una actitud represiva y policial si la población se manifiesta contra el tratado. Eso lo desprestigiaría internacionalmente», manifestó. Rodrigo Alberto Carazo, diputado del Partido Acción Ciudadana (PAC), asegura que comparte la iniciativa de Corrales para que sea considerada la participación de Laclé desde la presidencia de Asuntos Sociales. Esta entidad se encuentra integrada por los diputados liberacionistas Laura Chinchilla y Luis Ramírez; los socialcristianos Rocío Ulloa y Lilliana Salas; del PAC, Epsy Campbell así como Ruth Montoya y del Movimiento Libertario, Federico Malavassi. «No hay duda de que él (Laclé) ha estado muy activo en la aprobación del TLC antes y después de que el mandatario de los Estados Unidos, George Bush, dijera que el país podía tomarse el tiempo necesario para analizar el tratado». Aunque el equipo negociador del convenio comercial siempre aseguró que era necesaria una rápida aprobación legislativa del tratado porque, de lo contrario, Costa Rica quedaría excluida del también llamado CAFTA -por sus siglas en inglés-, ahora se informa que el país tiene dos años para analizarlo. «Particularmente sobre el tema de los seguros, los costarricenses nos dimos cuenta, a finales del 2003, que Laclé era quien estaba en el centro de las negociaciones que entonces se daban en Washington», informó Carazo. «Al entonces presidente ejecutivo del Instituto Nacional de Seguros, Germán Serrano, lo dejaron sentado en el banquillo del cuarto adjunto mientras Laclé estaba en el ‘centro delantero’. Esto lo tengo en consideración a la hora de definir por qué Laclé no se debe meter en nada». Sobre el particular, el legislador negó que haya influido en este tema y exhortó a este semanario a llamar a Serrano para preguntarle al respecto. Serrano dijo a UNIVERSIDAD que Laclé lo ayudó a hacer contacto para que tuviera acceso a una entrevista con el exministro de Comercio Exterior, Alberto Trejos, con el objetivo de que le contara en qué términos se estaban dando las negociaciones sobre seguros.

«DEBE DAR EXPLICACIONES»
El legislador Rolando Laclé «tiene que dar una serie de respuestas e informaciones» sobre la participación de su bufete Laclé & Gutiérrez, en la asesoría a empresarios centroamericanos sobre el tema del Tratado de Libre Comercio (TLC) y su posible incidencia en la discusión en el parlamento, manifestó la legisladora Epsy Campbell, del Partido Acción Ciudadana (PAC). Dijo que se le envió una carta con varias preguntas, mientras que Laclé asegura que no ha recibido nada. Si bien reconoció que Laclé «es un hombre inteligente» y que tiene capacidad de diálogo, asegura que «quien asuma o se mantenga en la presidencia de la comisión le tocará administrar el debate y no podrá ser una herramienta para manipularlo». Al consultarle sobre la posibilidad de que la liberacionista Laura Chinchilla -postulada a la Primera Vicepresidencia de la República por el Partido Liberación Nacional- sea la presidenta de la comisión, Campbell enfatizó que «no le veo ninguna ventaja. No tiene experiencia parlamentaria alguna para ese cargo y es ambivalente en algunos temas».

APROBACIÓN POR VERSE

Para Albino Vargas, secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), «es obvio que los abanderados del TLC anhelan que se deje encaminada una posible aprobación del TLC». Recalcó que «la verdadera suerte del tratado se dará en las calles». Fabio Chávez, secretario general de la Asociación de Empleados del Instituto Costarricense de Electricidad (ASDEICE), manifestó que los integrantes del Partido Liberación Nacional (PLN), del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) y del Movimiento Libertario (ML) «tienen impedimento para ser presidentes de esa comisión». Sobre Rolando Laclé, explicó que su bufete, a mediados de los años 80, representó a multinacionales de las telecomunicaciones como Ericcson y Millicom, las cuales han tenido un interés aperturista en ese campo «igual que lo ha tenido ese diputado». «Laclé es más pausado, más abierto al diálogo, pero siempre representa a un grupo que quiere romper los monopolios para aprovecharse de ellos», dijo Chávez.