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Entre aplausos, críticas y reproches, la semana anterior el presidente Óscar Arias presentó su “Plan Escudo” que pretende atenuar los efectos de la crisis económica mundial que ya alcanzó al país.
El paquete de 27 medidas destinadas a cuatro ejes de acción: familia, trabajadores, empresas y sector financiero, ha recibido la aprobación de algunos grupos en algunas medidas y fuertes cuestionamientos en otras. En el campo social, el gobierno pretende fortalecer algunos programas que impulsa desde el inicio de esta administración, como es el de becas «Avancemos” y un aumento del 15% en las pensiones del Régimen No Contributivo. También aseguró que se ampliarán bonos de vivienda a un monto de ¢5 millones.
Además, el gobierno solicitó a los bancos estatales realizar una reducción temporal de un 2% en las tasas de interés para quienes tienen préstamos de vivienda por montos menores a los ¢50 millones.Para los sectores de trabajadores, el gobierno impulsará la Ley de Protección al Empleo en momentos de crisis, dar mayor impulso al teletrabajo y aprobar la ley para flexibilizar las jornadas laborales, así como permitir que las empresas reduzcan la cantidad de horas que trabaja el personal, y por ende, su salario.Para las empresas, se anunció un monto de ¢222.700 millones bajo el sistema de «banca para el desarrollo” y la puesta en marcha del Plan Nacional de Alimentos, que financiará la producción agrícola con $28 millones. En cuanto al sector financiero, Arias recapituló la capitalización de los bancos estatales con $117 millones y solicitó a la Asamblea Legislativa el apoyo para aprobar un préstamo por $500 millones otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre otras medidas.
PLAN INSUFICIENTE
El economista de la Universidad Nacional, Leiner Vargas, opinó que algunas de las medidas de asistencia social que contempla el plan son adecuadas, pero encontró contradictorias otras, como la baja temporal en las tasas de interés.“Si se toma la tasa activa de inicios del 2008 estaba rondando los 4 puntos, y al finalizar el año estaba en 12. Eso quiere decir que si alguien paga por un préstamo ¢200.000, ahora está pagando cerca de ¢600.000 y difícilmente una familia de clase media puede afrontar algo así”, El economista consideró que la situación con la tasa de interés es responsabilidad del gobierno y por tanto una baja temporal del 2% es un alivio menor para los trabajadores, que aún deben hacer “de tripas chorizo” para ver como le pagan a los bancos.Vargas aseguró que el Banco Central ha “jugado” con el tipo de cambio bajo el sistema de “bandas”, lo que provoca una gran inestabilidad, incertidumbre, y por ende, altas tasas de interés.Para este especialista es necesario que el Banco Central deje de “chupar liquidez (dinero)” y defina una política de tasas más acorde con la situación de crisis.Otras de las medidas criticadas por Vargas fue la de reducir la cantidad de horas y el salario de los trabajadores, lo cual el presidente Arias justificó diciendo: «Es preferible que, por un periodo corto de tiempo, dos personas realicen la mitad del trabajo y ganen la mitad del salario, a que una de ellas pierda su empleo para siempre”.“El problema es que eso no se puede cumplir, las trasnacionales no entrenan e invierten en una persona para ponerla a trabajar medio tiempo. Es necesario invertir en mecanismos contra el desempleo y que la mano de obra cesada pueda aplicarse en otra cosa. Que las empresas usen una menor capacidad tiene un alto costo para ellas y para los grupos de trabajadores”, advirtió.Además, el costo de esta alternativa lo pagarían, en criterio de Vargas, las familas que tendrían que sacar a sus hijos de los estudios y privarse de atender otras necesiadas, pues con “medio salario” no les alcanzaría.El economista insistió en que el Banco Central debe dejar de aferrarse a sus metas de inflación y promover la creación de empleo.“El Central se preocupa mucho por la inflación, pero no la logra reducir. Para ello nos receta disminución en el empleo y la producción, cuando lo preferible sería tener un poco de inflación alta pero más crecimiento económico y empleos que permitan sobrellevarla”, añadió.
MEDIDAS CONTRADICTORIAS
El economista del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica Luis Loría, algunas medidas por separado podrían verse como positivas, pero en el ámbito global el planteamiento puede ser hasta contradictorio.Por ejemplo, si bien puede parecer apropiado un aumento del 15% en las pensiones, Loría recordó que con esa cifra apenas se compensa la inflación del año anterior que rondó el 14%; y por tanto con la inflación de este año el aumento quedaría relegado.En cuanto a disparar el gasto público y destinarlo a la inversión, afirmó que esto implica un gran riesgo, pues es sabido que el gobierno no es buen ejecutor de un dinero que al final paga toda la población con sus impuestos y con la inflación.“Una mejor opción sería bajar el encaje legal (porcentaje que entregan los bancos al Banco Central) al 5% o cero; porque el encaje saca dinero de circulación y eso se traduce en una especie de “impuesto” de intermediación financiera, es una distorsión. Si se reduce el encaje, tendría el mismo efecto que prestarle a los bancos pero sin distorsión”, explicó.En cuanto a la inflación, el analista se manifestó partidario de la dolarización, con la cual se podría reducir la inflación entre 2,5% y 5%, mientras que los salarios, ahorros y fondos de pensión se devaluarían mucho menos. Loría también sugirió que el gobierno valore eliminar algunos impuestos y aranceles, que reduzca el impuesto sobre la renta a un 15%, y adopte una moneda fuerte como el dólar. “Las empresas están atadas de manos debido a las malas políticas del Banco Central que han elevado las condiciones de crédito, y crearon un riesgo cambiario innecesario con el sistema de bandas; hay que pagar muchos impuestos cuando lo que se requiere son medidas y reformas para que sea atractivo producir en el país”, estimó.Sobre la reducción de jornadas laborales, aseguró que esto podría ser contraproducente, ya que al reducir los ingresos de las personas, se reduce su capacidad de consumo, por lo que la producción caería aún más. Al haber menos dinero disponible, la crisis se agravaría.
AGRESIÓN AL CÓDIGO DE TRABAJO
El experto en derecho laboral y profesor universitario, Mauricio Castro, señaló que lo propuesto por el gobierno en materia laboral es incompatible con lo que argumentaban las empresas para pedir la “flexibilidad laboral”“Las empresas decían que el Código de Trabajo no les permitía poner sus empresas a trabajar las 24 horas, toda la semana y todo el año. ¿Cómo es que ahora proponen reducir las jornadas laborales?”, cuestionó Castro.Para Castro es claro que reducir los salarios y las horas de trabajo es totalmente ilegal y se cargaría sobre las espaldas de los sectores trabajadores el costo del ajuste, pues sus ingresos se reducirían también a la mitad. El abogado manifestó que estas medidas del gobierno solo propiciarán una mayor contracción económica, aunque reconoció que son positivas las acciones anunciadas en el campo social.
POLÍTICAS DE CORTO PLAZO
El rector del Instituto Tecnológico de Costa Rica, presenció la presentación del Plan Escudo el pasado 29 de enero, y aseguró que se trata de medidas de corto plazo, que en algunos casos, apenas aliviarán la situación apremiante.“No creo que podamos echarle toda la culpa a la crisis internacional. El gobierno es también responsable cuando se desmantelan el agro y los sectores productivos, cuando se abandona la soberanía alimentaria y se renuncia a invertir en ciencia y tecnología”, criticó Trejos.Para el académico, las medidas sociales anunciadas solo tienen un efecto paliativo, al tiempo que se introducen reformas de flexibilidad laboral que tienden a “precarizar” los empleos.Enfatizó en la necesidad de proteger a la micro, pequeña y mediana empresa, con mejores condiciones crediticias y sin obstáculos como la incertidumbre que generan las bandas cambiarias.
Economista Luis Loría:
“Con bajar las tasas de interés de forma temporal no se está atacando la fuente real de los problemas. Una solución es que las tasas bajen de manara natural, pero el principal obstáculo es que la inflación está fuera de control”.
Abogado Mauricio Castro:
“Se podría entender que en situaciones de extrema gravedad se permita flexibilizar las jornadas a algunas empresas para que no cierren; pero esto debe ser fruto de una negociación y no un cheque en blanco donde la carga la llevan los trabajadores”.
Economista Leiner Vargas:
“Las familias necesitan de la totalidad del salario, porque aquí el hilo se revienta por lo más delgado y la juventud y la niñez pagan los platos rotos, pues es probable que interrumpan los estudios por la situación familiar”.
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