Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Para algunos expertos la medida de eliminar la repitencia del año a quienes pierdan una materia, fomenta el “facilismo” en la educación.
La decisión tomada por el Ministerio de Educación Pública (MEP) de que estudiantes de secundaria y de primaria repitan solamente las materias que reprueban y puedan seguir avanzando en cursos de niveles superiores, fue criticada por una serie de expertos consultados por UNIVERSIDAD.
El año anterior el Consejo Superior de Educación reestructuró la manera de evaluar, pues antes cuando una persona perdía una materia, tenía que repetir el año.La reforma también incluye que quienes pierdan más de tres materias, tengan la posibilidad de hacer examen de ampliación en cuatro de ellas y el resto repetirlas. Anteriormente, si un alumno reprobaba cuatro cursos, perdía todo el año, sin posibilidad de realizar pruebas de ampliación.Para Gerardo Barboza, Máster en Educación con énfasis en enseñanza internacional, no existió ninguna labor seria de investigación por parte del Ministerio para determinar si la disposición adoptada era acertada.Según dijo, él le solicitó al Ministro de Educación, Leonardo Garnier, las investigaciones que respaldaran esa medida, pero lo remitieron a dos textos publicados por Garnier en La Nación.“La jefa del departamento de Estudios e Investigación Educativa respondió en lugar del ministro que los documentos llamados “Repetir o pasar: ¿y la deserción?” y “Acabar con un sinsentido”, muestran la síntesis de ideas a las cuales se ha llegado después de mucho análisis, lectura y discusión acerca de la situación de la repitencia, la deserción y otros problemas que aquejan a los estudiantes”.Barboza señaló que la funcionaria le dijo que el MEP no poseía un documento único que enviarle, sino gran cantidad de información estadística, así como lecturas.“¿En cuál investigación del MEP se encuentra el “mucho” análisis, la “mucha” lectura y la “mucha” discusión, de manera coherente?, cuestionó el especialista.Asimismo, mencionó que los fundamentos en los que se basó el MEP se parecen a los esbozados por el Ministerio de Educación de Colombia hace algunos años, por lo que advirtió que podría ser una copia de lo realizado en dicha nación.Por su parte, el historiador y académico, Óscar Aguilar Bulgarelli, también manifestó su preocupación por la ausencia de una investigación profunda sobre el tema. Alegó que con los nuevos criterios establecidos, se promueve el “facilismo” en la educación.“Todo esto obedece a una política que se da en el Ministerio de Educación desde los años 70 –desde que don Uladislao Gámez puso en vigencia el Plan de Desarrollo Educativo- que es una política de llevar a la educación por el camino del facilismo, en lugar de crear una estrategia que la mejore a través del esfuerzo y la calidad real”.El 11 de febrero el diario La Nación publicó que las transformaciones ejecutadas en las evaluaciones, incidieron en que el 2008 haya sido el año con los mejores niveles de aprobación, desde el 2000. De esta manera, la secundaria fue aprobada el año anterior por el 60% de estudiantes, mientras que en el 2007 lo hizo un 54,1%. El año anterior, en primaria, el 88,2% de los menores aprobó el ciclo escolar, mientras que en el 2007 un 82,5%.Respecto de estas estadísticas, Barboza señaló que se desconoce su veracidad.Entre tanto, Aguilar indicó: “Se hace alarde de que ahora hay menos repitencia, pero esa disminución ¿obedece a que mejoró la calidad? ¿A que los estudiantes que no repitieron aprendieron más o porque fue una medida facilista? ¿O fue porque los docentes, antes de entrar en un proceso de dar recuperaciones, lo que hicieron fue pasar al estudiante y quitarse el problema de encima?”.“No se puede decir que hay un mejoramiento de la educación, solo porque hay un mayor volumen de promoción”, enfatizó.UNIVERSIDAD intentó conocer el criterio del Ministro de Educación, Leonardo Garnier, ante las críticas señaladas. Sin embargo, Jesús Mora, encargado de prensa del MEP, aseveró que el titular se encontraba incapacitado.
A FAVOR
María Eugenia Venegas, decana de la Facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica, precisó que está de acuerdo con la medida, pero que le preocupan algunos aspectos.“No es descabellada la iniciativa que tomó el Consejo Superior de Educación de dar al estudiante la oportunidad de que matricule cursos de un trayecto formativo por el cual podría transitar sin ser castigado a devolverse y recorrer lo que ya hizo”.“En la investigación educativa, se comprueba que la repitencia opera como un detonador del abandono y que puede llegar a aportar un 20% o más en la probabilidad de que una persona abandone el sistema educativo. Por otra parte, la misma constitución de los planes de estudio, poco atractivos y de una rigidez pasmosa, con frecuencia lejanos a las realidades que viven los jóvenes, también suman para explicar la repitencia, el abandono o la deserción”, detalló.Respecto de las críticas hechas por Barboza, de que el MEP no habría basado el cambio señalado en investigaciones, Venegas declaró “que la medida puede ser sostenida por argumentos lógicos y por resultados de investigaciones sobre el aprendizaje y no puede ser satanizada a la ligera, porque no se hizo una investigación”. A pesar de su respaldo a la decisión del MEP, la académica afirmó que hace falta un mecanismo para apoyar a las direcciones de los centros educativos en aras de poner en práctica las innovaciones de forma eficaz. “Tenemos demasiados directores acostumbrados a que les digan todo lo que tienen que hacer y cómo hacerlo. Eso puede dar al traste con la iniciativa, y ahí es donde tengo preocupación: la posibilidad de que se desvirtúe la propuesta por pésimo manejo administrativo, algo que ocurre con más frecuencia de lo que una se imagina”.La decana también instó al MEP a monitorear a grupos de estudiantes para determinar el curso de la reforma efectuada.Por su parte, externó su preocupación de que -según declaraciones del Ministro- los colegios privados y subvencionados, no están obligados a acatar las nuevas reglas de evaluación, sino que es algo voluntario.“Esta es la parte no grata de la medida. Una podría pensar que los colegios privados podrían definir a quién dejan en la institución y a quién no. Un estudiante que se «queda» en una materia, en un colegio privado, podría no tener la posibilidad que tiene el de un público, si en el privado no se asume el reglamento”.“Seguimos haciendo brechas entre sectores. Esto es un tema que no da igualdad de oportunidades”.
Este documento no posee notas.