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Una bibliografía necesaria

Sonará un poco extraño, desconocido, o algo que se leyó en un curso de primer ingreso.

Sonará un poco extraño, desconocido, o algo que se leyó en un curso de primer ingreso.
Lo cierto es, que quienes han tenido la suerte de leer e investigar sobre una de las teorías, formas de vida y sociedad más atacadas, ignoradas y desconocidas, como es el anarquismo, son pocas y pocos. Incluso, se sabe tan poco del anarquismo, que los epítetos como caos o destrucción son casi normales. Imaginar individuos antisociales tirando bombas o locos tramando una guerra es parte del show.
La seriedad con que se debería tomar un pensamiento que aportó los insumos necesarios para que germinara un ideario social que brindó valiosos aportes a principios del siglo XX y conformó un núcleo que rompiera con los patrones habituales de protesta, como fue el caso del Centro de Estudios Sociales Germinal, quien marcó el antes y después de toda una serie de cambios sociales en los inicios de aquel, parece escasa. El campo académico carece de estudios serios o exhaustivos.
No cabe en esta reseña brindar datos exhaustos respecto del desarrollo del anarquismo en Costa Rica, pero me parece importante brindar algunos aportes bibliográficos para que se genere la discusión, elaboración e hipótesis sobre el por qué de su aparición, su desarrollo y casi desaparición por cerca de 30 años (al menos como movimiento o grupo organizado). Interesa brindar las primeras luces sobre dónde consultar en primera instancia, para luego entrar a hurgar en las bibliotecas y fuentes primarias.
Como aprendiz de librero, tomé un gusto por recomendar bibliografías para varias investigaciones, en especial las de carácter crítico o poco conocido. Una de ellas fue el anarquismo. Es muy interesante ver los pocos estudios que se han realizado en el país, y más aun, lo poco que se ha tratado sobre la mesa el tema ácrata. Más curioso resulta ver de qué forma a sido tergiversado desde finales de siglo XIX hasta la actualidad.
Uno de lo mejores trabajos que se han realizado, fue el que elaboró el filósofo, anarquista y escritor venezolano Angel Cappelletti, a mediados de los noventa en Costa Rica. Basándose es escasos recursos bibliográficos, logró publicar en la revista española Orto, un ensayo titulado ‘‘El anarquismo en Costa Rica’’, que posteriormente sería parte agregado a un libro sobre el ‘‘Anarquismo en Centroamérica’’ publicado por Madre Tierra, que luego sería objeto de análisis en una obra mayor escrita junto a Carlos M. Rama titulada ‘‘El anarquismo en América Latina’’, obra editada por Editorial Ayacucho. Otros tres trabajos merecen leerse, uno que se publicó en la revista Acracia (1984) titulado ‘‘Reseña histórica del anarquismo en Costa Rica’’, otro que se publicó en Kasandra (1997) ‘‘¿Anarquismo en Costa Rica?’’ y por último, en el periódico anarquista Agitando Mentes (2003), dos trabajos, uno titulado ‘‘Centro de Estudios Anarquistas Germinal’’ y otro sobre ‘‘El anarcosindicalismo en Costa Rica’’.
Unos pocos estudios tocan el tema del anarquismo más sobre los pensadores, que sobre el desarrollo como tal. En ‘‘El desarrollo de las ideas filosóficas en Costa Rica’’, Constantino Láscaris es de los pocos que para su época, le dedica un apartado entero al desarrollo del anarquismo. Sus hipótesis y planteamientos no están fuera del orden, aunque se podría refutar algunos puntos y elaborar nuevos. Otro es ‘‘Historia de la literatura en Costa Rica’’, donde Abelardo Bonilla hace mención a algunos pictóricos aspectos de los defensores de la acracia en las letras (por ejemplo, sería una investigación interesante de realizar).
Aunque el análisis de Bonilla es precario respecto al sustento filosófico y político (sus lecturas sobre anarquismo son confusas), es importante, al igual que el de Láscaris, porque revisa de primera mano la bibliografía y con ello, da los elementos de investigación que se necesitaron para desarrollar hipótesis. Respecto de las letras, es un poco difícil descifrar cuáles trabajos merecerían revisarse primero, los de Álvaro Quesada me parecen necesarios y justos de leer, aunque su visión política se aleja de la ácrata, su increíble formación logra extraer la esencia de la crítica social y ello podría permitir investigar con mayor rigurosidad. Es importante decir que en temas de letras e interpretación textual o intertextual, podrían efectuarse los debidos estudios semánticos y elaborar mapas conceptuales para ubicar definidamente a quienes escribieron con sus influencias, aparte de establecer el momento histórico.
Con ‘‘Las luchas sociales en Costa Rica’’ y ‘‘Los mártires de Chicago y el 1° de mayo de 1913’’, ambos de Vladimir de la Cruz, inauguramos una nueva visión del acontecer ácrata. Aunque ambos trabajos dan las pautas sobre posibles hipótesis y son enormemente ricos en bibliografía, la ausencia u omisión de eventos importantes relacionados al desarrollo del anarquismo son notables. Tenemos que remitirnos a ‘‘Artesanos y obreros costarricenses 1880 – 1914’’ y ‘‘1° de mayo en Costa Rica 1913 – 1986’’ de Mario Oliva Medina para estar un poco adelante y entender cómo se desenvolvió el quehacer anarquista y su cultura. El ensayo ‘‘Cultura oligárquica y nueva intelectualidad en Costa Rica: 1880 – 1914’’ de Gerardo Morales, entrega mayores insumos y nos refleja una realidad cultural increíble.
Lamentablemente, casi todos esos trabajos, por mejores resúmenes, hipótesis, bibliografía y primeras fuentes, carecen de la consistencia o formación anarquista para evaluar autores o reproducciones de autores, así, entre esos trabajos, es notable la confusión de fechas, nacionalidades de autores o procedencia de las fuentes. Fue quizá, a principios del siglo XXI, cuando el investigador Víctor H. Bonilla Mata, escribió dos artículos que aclaraban los nublados del día y ponían en la mesa nuevamente la discusión sobre el anarquismo.
 

  • Juan Hernández (Librero)
  • Opinión
AnarchismCentro de Estudios Germinal
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