Leyes señalan que se pueden fotocopiar libros para fines educativos, pero representantes de algunas fotocopiadoras desconocen la ley.
Bajo el argumento de que lo impide la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (TLC), varios centros de fotocopiado de los alrededores de la Universidad de Costa Rica (UCR) se han negado a realizar copias a los textos presentados por estudiantes y docentes que así lo solicitan.
Jethro Masís, profesor de Filosofía de la Universidad de Costa Rica (UCR), fue testigo de esta situación luego de acudir a un centro de esta índole para sacar copias del texto que necesitaría en uno de los cursos que imparte.
“Me dijeron que no se pueden hacer copias de libros que tengan derechos de autor. Así que están avisados. Para mi Seminario sobre Heidegger cada estudiante necesita los ¢25 mil que cuesta el libro o si no, salados”, alegó el docente.
“Es bastante extraño que el mundo gire alrededor del concepto de Web 2.0 y, en cuanto a documentos académicos, se vaya hacia el Open Access. Digo extraño porque el TLC y las leyes complementarias fueron anunciados pomposamente por el Gobierno y sus promotores como progreso, cuando lo que va a haber, si esta situación se concreta, no es más que una pura regresión para la educación superior”, declaró a UNIVERSIDAD.
En un comunicado de prensa, el diputado del Frente Amplio, José Merino, afirmó que “el TLC endurecería la llamada «propiedad intelectual» hasta el extremo de prohibir a estudiantes y profesores fotocopiar libros, como se hace habitualmente dados sus precios astronómicos, fuera del alcance de laspersonas pobres o de ingresos limitados”.
Sin embargo, especialistas indicaron que varios artículos de las leyes de implementación del TLC consienten la realización de fotocopias para fines educativos, como es el caso del 54 de la Ley de Procedimientos de Observancia de los Derechos de Propiedad Intelectual. Este detalla que “no será punible la reproducción, sin fines de lucro, de obras literarias o artísticas, o fonogramas en la medida requerida para cumplir fines ilustrativos para la enseñanza, con tal de que esa reproducción sea conforme a los usos debidos y se mencione la fuente y el nombre del autor, si este nombre figura en la fuente”.
Este artículo está basado en el Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas, del cual el país forma parte.
Ante una consulta hecha por UNIVERSIDAD sobre qué sería calificado como usos debidos, el Ministerio de Comercio Exterior (COMEX) explicó por correo electrónico que son “una figura legal en el ámbito de excepciones a los derechos exclusivos de los derechos de autor y derechos conexos que delimita las excepciones a dichos derechos cuando se cumple con determinados elementos”.
“El término acuñado en la Convención de Berna ha sido definido en Costa Rica mediante el artículo 3 inciso 38 del Reglamento a la Ley de Derechos de Autor, como los usos que no interfieren con la explotación normal de la obra ni causan un perjuicio irrazonable a los intereses legítimos del autor”.
En cuanto a lo que se entiende por “fines ilustrativos para la enseñanza” esto significa que cumpla con una función específica en el ámbito de la docencia o educación, adujo el Ministerio.
Aunado a lo anterior, la ley 8686 –que reforma varias normas de propiedad intelectual- establece en su artículo 73 que “es lícita la utilización y reproducción, en la medida justificada por el fin perseguido, de las obras a título de ilustración de la enseñanza por medio de publicaciones, tales como antologías, emisiones de radio o grabaciones sonoras o visuales, con tal de que esa utilización sea conforme a los usos honrados y se mencionen la fuente y el nombre del autor, si este nombre figura en la fuente”.
Además, la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos estipula en su artículo 74 que “es libre la reproducción de una obra didáctica o científica, efectuada personal y exclusivamente por el interesado para su propio uso y sin ánimo de lucro directo o indirecto. Esa reproducción deberá realizarse en un solo ejemplar…”.
Alejandra Bolaños, asesora legislativa y experta en el tema, detalló que aunque las leyes establecen claramente la posibilidad de fotocopiar libros para usos pedagógicos, si surgieran dudas en la aplicación de estas, se puede verificar cuál fue el espíritu del legislador.
“En las actas donde se aprobó la Ley de Procedimientos de Observancia de Propiedad Intelectual y la ley 8686 (leyes complementarias del TLC) está suficientemente claro el tema de la posibilidad de sacar copias de antologías, así como fotocopias para fines educativos”, añadió.
COMEX también fue enfático en precisar que la elaboración de antologías no sería considerado un “acto ilícito”, mientras su uso sea para asuntos sin fines de lucro y que estén inmersos en el ámbito de la enseñanza.
Álvaro Jiménez, presidente de la Asociación de Centros de Fotocopiado y Afines, expresó un criterio similar al de Bolaños, pues para él con la nueva ley quedó más clarificado que se permiten las antologías.Sin embargo, señaló que los llamados clones – fotocopia idéntica de un libro, sin variarle la portada, ni ningún elemento al original- no deben realizarse, pues en ese caso sí se violan los derechos de autor.
DESCONOCIMIENTO
UNIVERSIDAD realizó un sondeo en diferentes fotocopiadoras y en diversos casos se desconoce este tipo de información y hay confusión sobre cómo se aplica la nueva legislación.
Asimismo, ciertos dueños de los centros de fotocopiado manifestaron a este semanario que las normas aprobadas perjudicarán a los estudiantes, de modo que se verán obligados a comprar libros a un precio descomunal.
Un comerciante, que prefirió no ser identificado, incluso vaticinó que los cambios efectuados fomentarán la creación de un “mercado negro” de fotocopias.
Máximo Rubio, dueño de Copias Rubio, afirmó que se asesoran para ver si podrán sacar antologías. Dijo que, como no ha iniciado el curso lectivo en la UCR, no están haciendo “clones” de libros y que no tienen claro si seguirán realizándolos.
Entre tanto, Josué Cruz, encargado de Copias UCR, afirmó que “desde hace tiempo” no “se clonan” libros y que continuarán sacando antologías, pues representantes de la Federación de Estudiantes les indicaron que no hay inconvenientes para efectuar esa tarea.
ACCESO AL CONOCIMIENTO
La rectora de la UCR, Yamileth González, confirmó que algunas fotocopiadoras aledañas y dentro de la Universidad no están fotocopiando libros por temor a ser sancionados. Aseveró que “eso amerita una reflexión y una búsqueda de alternativas para encontrar la posibilidad de un mayor acceso al conocimiento”.
“Todas las nuevas políticas que se han venido implementando desde el 2007 para acá restringen el acceso al conocimiento en las universidades públicas”. “Debería haber, al menos para las universidades públicas, una política diferente para permitir ese acceso a la información. La Universidad ha hecho esfuerzos importantes mejorando bases de datos, desarrollando líneas de antología de textos”.
La jerarca también indicó que se divulgarán aún más las revistas y bases de datos -de acceso gratuito- de la Institución y que se promoverá un mayor uso de textos escritos por los propios docentes.
Por otro lado, aclaró que no existe ninguna directriz emitida por el centro de estudios que impida que el profesorado elabore antologías para sus cursos.