p. 25

Abrir Noticia Guardar

Sin Palabras

En el Semanario Universidad del 18 de febrero de 2009, se lee un artículo referente a las modificaciones que ha hecho el MEP sobre la cuestión de la repitencia.

En el Semanario Universidad del 18 de febrero de 2009, se lee un artículo referente a las modificaciones que ha hecho el MEP sobre la cuestión de la repitencia.
Se pueden leer las declaraciones de la decana María Eugenia Venegas, la cual indica: “La medida (del MEP) puede ser sostenida por argumentos lógicos y por resultados de investigaciones sobre el aprendizaje y no puede ser satanizada a la ligera, porque no se hizo una investigación” (paréntesis mío).
Esto lo señala ella como crítica a los planteamientos de Gerardo Barboza, el cual ha acorralado a las autoridades del MEP, hasta hacerlos lucir muy mal.
Cuando se leen estas declaraciones de Venegas, es fácil vislumbrar el motivo de nuestra pésima educación.
Es casi imposible pensar que un profesional en educación, que se desenvuelve en un ambiente dizque académico, señale que la ausencia de una investigación seria no es un factor que permita “satanizar” el proyecto del MEP. En el área pedagógica, desde hace mucho tiempo, la investigación se reduce a un vulgar juego de metalenguaje. Hoy hablan de educador y educando, ayer de profesor y alumno; pero siempre se idealizan las situaciones sin percatarse de que hay una realidad material fuera del mundillo pseudo-teórico de sus fantasías discursivas.
No obstante, aunque esa parece la manera “tica” de hacer “ciencia”, y con conocimiento directo de algunas de las comunicaciones del MEP con Barboza, el argumento de que con lógica, se puede hacer lo que, en la historia de la pedagogía, no ha podido hacerse científicamente, se cae.
En relación con el argumento de Venegas, hay que preguntarse qué valor pueden tener una serie de premisas, de conclusiones y de conectores, sin implicar una unidad entre ser y pensamiento.
La realidad siempre está llena de contradicciones, pero aún así podemos expresarlas lógicamente, sin que eso altere el valor de verdad de nuestro discurso. Luego, lo real y sus contradicciones pueden adquirir una forma lógica, pero lo lógico por sí mismo no es siempre real. Del discurso no se deriva realidad. Si así fuese, podríamos crear duendes y demonios mediante una sofisticada, pero formal, aplicación de la lógica. Por eso, es que la investigación se hace imprescindible, para que el aparato lógico formal adquiera un contenido.
No sé si la decana Venegas ha seguido la discusión entre Barboza y el MEP, pero el tono evasivo y con ausencia de cualquier noción de cientificidad es evidente en las autoridades gubernamentales.
Es realmente absurdo que se diga que se ha hecho toda una investigación, con el fin de proponer los cambios en la cuestión de la repitencia, y que cuando se le solicite al MEP el informe de tal investigación, respondan que solo existe una amplia bibliografía, pero no un informe final. Esto no es, para nada, la aplicación de un proceso lógico, ni entendido en sentido vulgar, ni en sentido técnico y formal.
Concuerdo con Óscar Aguilar cuando indica que la nueva propuesta del MEP es una forma de facilismo. Pero, también, es parte del vulgar populismo de este gobierno, y otros gobiernos, el cual vende al mundo la idea de una Costa Rica educada y a la vanguardia en los procesos educativos.
Por ejemplo, ya hace rato nos recetan las trasnochadas ideaciones del constructivismo, en lugar de abogar por una educación de calidad que permita desarrollar, a los que las tienen, las habilidades propias de una inteligencia racional.
Debemos dejar de refugiarnos en los espejismos de una posmodernidad pedagógica que se oculta en las mal llamadas inteligencias múltiples, en detrimento de la inteligencia racional y abstracta.
Señores, el problema no es la repitencia o que no todos terminen la educación secundaria.
El problema es que a priori se asume que todos tienen la capacidad y el deseo de seguir los lineamientos de un sistema obsoleto de educación. Este y otros problemas necesitan del desarrollo de una investigación seria e interdisciplinaria (para evitar el sueño idealista de los pedagogos).
Necesitamos elevar el nivel académico y racional de profesores y alumnos, en absolutamente todos los estratos de la educación costarricense.
Cuando se atiende el discurso pedagógico costarricense, siempre se queda uno sin palabras.
 

  • Roy Alfaro Vargas (Filólogo)
  • Opinión
Notas

Este documento no posee notas.