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Pugna entre organizaciones evidencia “olvido” de radioemisoras hacia los músicos costarricenses.
Una reciente pugna entre la Cámara Nacional de Radio (CANARA) y la Asociación Costarricense de la Industria Fonográfica y Afines (FONOTICA) por el cobro de derechos de propiedad intelectual en la música, ha puesto en evidencia una falta de conocimiento sobre el tema en la sociedad costarricense y la desventaja en la que quedan los creadores nacionales frente a las transnacionales.
La pugna surge por el cobro de derechos establecidos en la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos (No. 6.683) que data de 1982, que fue reformada en 1994, así como en una serie de acuerdos internacionales suscritos por Costa Rica como el Acuerdo de la Organización Mundial de Comercio (OMC) sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC).
Pese a la vigencia de esta legislación, no es sino hasta ahora cuando en Costa Rica se comienza a realizar la gestión de estos cobros, luego de años de negociaciones infructuosas entre las partes afectadas, pues éstas no lograron ponerse de acuerdo en el monto que debería pagarse por estos derechos.¿Quiénes son las partes involucradas? En este caso son los sellos disqueros (que representan a los artistas) y los usuarios (radioemisoras, canales de television, hoteles, restaurantes y bares) que lucran con esta difusión. El esquema se reproduce de forma similar en el caso de obras literarias con las grandes editoriales y en el resto de obras artísticas con empresas productoras.
Pero ¿qué son derechos de autor y qué son derechos conexos? ¿Cómo se cobran y cómo se reparten?Mario Campos, director general de la Asociación de Compositores y Autores Musicales de Costa Rica (ACAM) explicó a UNIVERSIDAD que el derecho de autor “protege las creaciones de los compositores, autores y editores de obras literarias y artísticas”.
El derecho de autor se divide en dos partes. El moral, que lo lo ejercita directamente el autor y tiene que ver con la paternidad que tiene éste sobre su creación; y el derecho patrimonial, el cual se trata de un derecho económico que lo puede ejercitar el autor mismo (gestión individual), o bien darlo en administración a una entidad que lo represente, no solamente a él, sino a una comunidad autoral, nacional e internacional (gestión colectiva).
Por esa razón, surgen las entidades de gestión colectiva de derechos de autor y conexos como es el caso de ACAM, la cual recauda el derecho de autor en Costa Rica, tanto en nombre de sus 1.600 compositores, autores y editores (titulares de derechos) afiliados y, además, tutela los derechos de más de tres millones de titulares afiliados a entidades similares en el mundo, a las cuales ACAM representa en el país.
Por otra parte, los titulares de derechos conexos (productores defonogramas (CD, DVD musical, o cualquier otro soporte que contenga música grabada), artistas, intérpretes o ejecutantes y organismos de radiodifusión), se agrupan en entidades de gestión que les representan de manera similar a los organismos de derecho de autor.
En el caso de los productores y los intérpretes, éstos perciben sus derechos cada vez que un fonograma es ejecutado públicamente, en sitios tales como bares, discotecas, la radio o la televisión. En el caso de Costa Rica, se creó una especie de “ventanilla única” (para que una sola entidad recaude todos los derechos) que es FONOTICA, la cual representa a los grandes sellos disqueros: EMI Group, Sony BMG Music Entertainment, Universal Music Group y Warner Music Group.
Los sellos disqueros nacionales aún no han logrado ser parte de FONOTICA aunque han solicitado su ingreso (Ver recuadro “Músicos nacionales en el olvido”).
De acuerdo con la ley, un 50% del dinero recaudado por los derechos conexos por parte de estas productoras discográficas deben entregarse a los artistas e intérpretes a través de su entidad de gestión colectiva, que en Costa Rica es la Asociación de Intérpretes y Ejecutantes Musicales (AIE).
FONOTICA le encomendó a ACAM la gestión de los derechos conexos en los establecimientos denominados usuarios generales y se reservó la gestión de derechos frente a “grandes usuarios”, como son las radioemisoras, los canales de television, los hoteles y los proveedores de contenidos digitales en Internet.
Y es con los “grandes usuarios” con quienes se inició la disputa, pues éstos se niegan a pagar las tarifas que FONOTICA quiere cobrarles con base en la Ley 6.683.Cabe destacar que estos sellos no cobraban los derechos conexos a los medios porque, a cambio, obtenían publicidad gratuita para sus artistas internacionales.
CANARA PEGÓ EL GRITO AL CIELO
El Juzgado Tercero Civil de Mayor Cuantía San José condenó la semana pasada a la radioemisora Columbia Estéreo y a Radio Puntarenas a no programar música de los afiliados a FONOTICA por no pagar los respectivos derechos.De acuerdo con la ley, una radioemisora comercial debe pagarle a FONOTICA el 3% sobre los ingresos mensuales por venta de publicidad. En caso de radioemisoras que no tienen ingresos por venta de publicidad, éstas se clasifican en tres categorías, las cuales deben pagar un monto mensual que oscila entre 20 y 40 salarios mínimos.
Por otra parte, las discotecas, los bares, hoteles y restaurantes tienen que pagar de acuerdo con la capacidad del establecimiento, pero una fiesta privada o una emisora cultural que no lucre con la música, no debe pagar.Al conocer el fallo del juzgado, CANARA comenzó con una agresiva campaña a través de su programa diario “Panorama” en la que confundió a la opinion publica cuando afirmó que este conflicto se daba “con ocasión de la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos”.
En su editorial del pasado 17 de marzo, CANARA afirmó que “cinco multimillonarias empresas” haciendo “mancuerna común a sus intereses, han venido al país a decirnos: o pagan lo que nos dé la gana…o se callan”.CANARA, que curiosamente fue una de las principales defensoras del TLC con Estados Unidos, calificó a los miembros de FONOTICA de los “Walker” del momento.
UNIVERSIDAD solicitó desde el 18 de marzo pasado una entrevista con algún representante de CANARA, pero el director ejecutivo, Juan Sepúlveda, dijo que el presidente de la entidad, Luis Ortiz, únicamente se referiría al tema por escrito, lo cual no sucedió antes del cierre de edición (lunes 23 de marzo).
SIN LOGRAR NEGOCIACIÓN
El gerente general de FONOTICA, Róger Hernández, dijo a UNIVERSIDAD que el objetivo de esa entidad “es la recaudación del derecho conexo, el cual se cobra desde hace tres años y medio en diferentes lugares bares, cantinas y restaurantes”.
Hernández dijo que en esa época se realizó una primera mesa de trabajo con los grandes usuarios como los canales de televisión, las radios y las cableras, pero “no se logró nada y ellos han ido ganando tiempo”.“Hace 14 meses se formó una segunda mesa de trabajo con CANARA y tampoco se llegó a ningún acuerdo, por lo que no hubo más remedio que acudir a los tribunales de justicia, donde se nos dio la razón”, explicó.
Agregó que comenzaron con las radioemisoras Columbia Estéreo y Puntarenas, y seguirán con “todas las demás”.Por su parte, Dennis Solera, vocero de la Asociación de Intérpretes y Ejecutantes Musica (AIE), reconoció que efectivamente FONOTICA lleva varios años negociando con las radioemisoras “y no han llegado a un arreglo”.“La posición de AIE Costa Rica es muy clara: la defensa de los derechos de propiedad intelectual que ostentan nuestros asociados, intérpretes y ejecutantes, y los derechos en general que están en esos tratados internacionales y en la ley”, dijo Solera.
El vocero de AIE abogó porque “las partes tengan la voluntad suficiente de sentarse y negociar para llegar a acuerdo satisfactorio”.Solera destacó “el desconocimiento tan grande que hay en materia de propiedad intelectual” y lamentó que CANARA haga alusión al TLC cuando en realidad no tiene relación directa con este tema pues la legislación existía desde mucho antes. Solera dijo que quienes deben pagar por la explotación comercial de la música son quienes lucren con ella y, en ese sentido, recordó que muchas radioemisoras y canales de televisión costarricenses reciben altos ingresos por facturación de publicidad, pero se niegan a pagar derechos establecidos por ley.
Músicos en el olvido
Varios artistas costarricenses coinciden en que en esta disputa entre CANARA y FONOTICA quienes menos se benefician son los artistas nacionales. Toda la campaña de CANARA se fundamenta en contra de las transnacionales de la música, pero esa posición resulta muy curiosa si se toma en cuenta que las emisoras nacionales otorgan menos del 15% de su programación a las producciones costarricenses.
Papaya sin respuesta
Papaya Music solicitó la inscripción a FONOTICA desde hace más de un año, y aún no ha obtenido una respuesta formal.Si las cosas no cambian, lo que va a pasar es que FONOTICA va a terminar cobrando los derechos y a los productores nacionales no les va a tocar “ni un centavo”.Si las disqueras no tuvieran tanto poder en este país, habría una industria discográfica más pujante.
Francisco Murillo, cantautor
Desgraciadamente, estamos viendo un sistema de recolección y cobro para las grandes discográficas. Por eso, hasta que nosotros no desarrollemos una industria local de la música no nos vamos a ver beneficiados y eso sólo va a cambiar cuando la música costarricense comience a sonar en la radio.
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