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En repetidas ocasiones he escuchado que la vida internacional está acotada exclusivamente por los estados.
Desconozco que tan cierto sea ello, pero desde mi visión de vida y particularmente algunas circunstancias de las que se ha tenido noticia, parece adecuado reconocer que algunos otros tipos de actores influyen incluso en el nivel de los regímenes internacionales.
Al respecto comentaré un caso.
El Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior, SINAES, fue creado en 1993 como la instancia nacional y pública encargada de certificar la calidad de los programas de educación superior que voluntariamente se sometan a procesos de evaluación.
La formación del SINAES implicó la definición de una nueva área temática en el sistema político nacional: la acreditación de la calidad de la educación superior.Por aquella época, SINAES era la única instancia que se dedicaba a la certificación de calidad de la educación superior. No obstante, de forma particular en el actual decenio, la cantidad de este tipo de agencias se ha multiplicado y, además, diversificado.
Actualmente en el país se cuenta el SUPRICORI, Sistema de Acreditación de Carreras de Enseñanza Superior Universitaria de Costa Rica y la ACAAI, Agencia Centroamericana de Acreditación de Arquitectura e Ingeniería, ambas de naturaleza privada. Adicionalmente, la sede del Consejo Centroamericano de Acreditación (CCA), una agencia de segundo nivel, semipública conformada inicialmente por las principales universidades públicas de Centroamérica quienes aportan la mayor parte de su presupuesto, pero abierta a adhesiones incluso de Asociaciones Estudiantiles formalmente inscritas. En el nivel regional, se encuentra la ACESAR, Agencia de Acreditación Centroamericana de Educación Superior en el Sector Agroalimentario y de Recursos Naturales y la ACAP, Agencia Centroamericana de Acreditación de Postgrados.
En el nivel subcontinental, el ente que mayor fuerza proyecta es la Red Iberoamericana para la Acreditación de la Calidad de la Educación Superior, RIACES. En otras partes del mundo como África, existen adicionalmente agencias o sistemas de acreditación en el nivel continental e incluso el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe, IESALC, participa de estos procesos. La acreditación de la calidad de la educación superior es actualmente un área temática a partir de la cual se está articulando un régimen internacional.
La formación de este régimen internacional suscribe una serie de características interesantes. Primeramente participan estados, pero también agencias privadas y organizaciones intergubernamentales como la UNESCO.
Utilizando mecanismos de interacción tan variados y multidireccionales como convenios de reconocimiento y convalidación de acreditaciones realizadas por las agencias firmantes, integración de redes como RIACES, en la que se participa, investiga y comparte información etc., hasta proyectos conjuntos como el proyecto “Sistema de Autoevaluación y Acreditación de Postgrados de América Latina y el Caribe” actualmente en ejecución por parte de IESALC, la Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nivel Superior (CAPES) de Brasil, la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) de Argentina y RIACES. En tercer término, la definición del área temática de la acreditación de la calidad de la educación superior hizo que siendo su objetivo el reconocimiento, los regímenes conformados en el nivel local, regional … han ido progresivamente interactuando y generando puntos de enlace. Es decir regímenes internacionales con zonas de confluencia y cofuncionamiento. Mientras que la teoría clásica de regímenes internacionales, considera éstos como unidades dadas e independientes. Finalmente, los regímenes internacionales tienen como base o cimiento, convenciones a modo de reglas o entendimientos implícitos en los cuales, siguiendo a Michael Lipson, desde luego influyen la identidad y los ambientes institucionales.
De allí que resulte tan importante que, en este proceso de formación de algún o algunos regímenes internacionales para la calidad de la educación superior, que la participación de actores de diferente naturaleza sea un signo de las convenciones constructivistas sobre las cuales se está erigiendo. El hecho de que sea así tampoco lo sé, pero es algo en lo que se tiene que reflexionar.
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