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Economistas aseguran que gran parte del problema con las altas tasas de interés es responsabilidad directa del Banco Central.
Las decisiones del Banco Central (BCCR) en medio de la crisis más aguda de las últimas décadas solo han servido para enfriar más la economía, cuando más bien se requiere de un “empujón” para sobrellevarla mejor.Ese es el criterio de los economistas consultados por UNIVERSIDAD sobre la labor realizada por el Banco, quienes consideran que de no cambiar el rumbo, el país podría encaminarse a una severa recesión.El especialista Luis Loría advirtió que el Central no ha hecho lo que le corresponde hacer en un momento económico tan complicado como el actual.
“En realidad el Banco Central no ha actuado frente a la crisis, ha tomado una política monetaria restrictiva que significa sacar plata de circulación cuando más bien se necesita plata para generar riqueza y empleo; es una política que agrava la crisis”, criticó Loría.
Uno de los factores que más aqueja a la población costarricense es el desproporcionado aumento en las tasas de interés, las cuales incrementaron significativamente el monto que las personas pagan por sus préstamos.El experto explicó que en ese aumento tiene mucha incidencia el Gobierno y el Ministerio de Hacienda; este último, al quedarse sin dinero, emite bonos de deuda que son los que presionan fuertemente las tasas. El año anterior, Hacienda cerró con un saldo a su favor (superávit) de 36.364 millones decolones ; pero para este año se estima que más bien tendrá un déficit entre el 2,7% y el 3%, el cual debe ser financiado ya sea con préstamos del exterior, o por medio de bonos de deuda interna.“Definitivamente lo que se espera por la política del Gobierno y del Banco Central es que las tasas sigan aumentando. Hay una distorsión en el mercado que contribuye a que las tasas se vayan hacia arriba”, aseguró Loría.
Algunos sectores han recomendado que para bajarlas es preciso reducir el “encaje legal”, que es una cantidad de dinero (15% de sus ingresos) que los bancos del país deben depositar en el Banco Central. La idea es que si los bancos guardan menos dinero en el BCCR, tendrán más disponible para prestar y esto no presionará tanto las tasas.
Sin embargo, Loría considera esta medida insuficiente y calculó que las tasas bajarían solo en un 1,5%.En su criterio, si bien existe una crisis externa de la que no se puede escapar, el BCCR es el gran responsable de la crisis interna, por la forma en que manejó el sistema de “bandas cambiarias”, que provocó la caída de las tasas de interés entre finales del 2007 y principios del 2008.
Fue cuando muchos costarricenses se endeudaron en condiciones muy favorables, y hoy las cuotas de sus préstamos se han visto casi duplicadas, lo que hace que muchos no puedan pagar, y ahora los bancos se llenan de casas y carros que no les son rentables tener.
Opinó que una solución sería la dolarización formal de la economía costarricense, la cual considera ya lo está en gran parte, pero requeriría de que el Estado se ponga a tono con esa circunstancia.
“Dolarizar formalmente ayudaría a reducir la inflación y a bajar las tasas de interés por lo menos a la mitad, la inflación caería en un 5%. Como las tasas serían solo en dólares, eso bajaría el riesgo en el tiempo y podrían bajar más aún. No es una ocurrencia lo que hicieron en El Salvador en el 2001, donde las tasas cayeron a los seis meses y reactivaron la producción”, comentó.
FRACASO CONTRA LA INFLACIÓN
Para el economista y decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional, Henry Mora, el Banco Central ha fracasado al poner tanta atención en el combate de la inflación y en los desequilibrios de la balanza de pagos.
“Ellos (el BCCR) contribuyeron a estos desequilibrios cuando recurrieron a una política laxa de bajas tasas de interés. No hizo nada cuando el déficit comenzó a crecer y se escudaron en que había financiamiento, ahora insisten en que el déficit es una de sus prioridades”, criticó Mora.Para el docente, los altos niveles de inflación que ha padecido el país por mucho tiempo dan cuenta del fracaso en la política del Central. Considera que la baja en la inflación debe responder a un esfuerzo más integral, no a una política restrictiva.
“Para bajar la inflación se necesita de mercados abiertos y competitivos, se debe combatir la especulación de los oligopolios, pero ni el Banco Central ni el Ministerio de Economía se han preocupado por eso”, aseveró Mora.
Mora consideró que el Banco no supo leer el ciclo económico, pues bajó las tasas de interés cuando no era necesario; y ahora las mantiene altas cuando el país necesita estímulos económicos.De acuerdo con Mora, si no se toman medidas para la reactivación económica, en las áreas que más impactan a la población más desfavorecida, como es el caso de quienes trabajan en la construcción, el país podría caer en una profunda recesión.
AUMENTAR EL CRÉDITO
El economista y profesor de la Universidad de Costa Rica, Juan Muñoz Giró, opinó que es fundamental reactivar realmente el crédito para que las empresas puedan sostenerse; pero esto no es posible con las actuales tasas de interés.
Coincidió con los otros analistas en cuanto a que el Central se equivocó al forzar una baja de las tasas de interés el año anterior al tratar de defender las bandas cambiarias, pues eso provocó una alta colocación de crédito que hoy los bancos no pueden cobrar.
“Ahora el BCCR no debería estar concentrado en la inflación, los precios disminuyen y se puede pensar fácilmente en una inflación del 8% a final de año; lo que daría margen al Central de actuar sin temor”, manifestó.
Muñoz también es partidario de que se analice la posibilidad de dejar el colón como moneda para dar paso a una más fuerte como el dólar, pero afirma que esta decisión debe tomarse con calma y no al calor de la crisis.Además abogó porque el gobierno no dependa ni espere la aprobación de préstamos en la Asamblea Legislativa para buscar formas de estimular la producción y retener el empleo, como podrían ser medidas de incentivo fiscal.
PROBLEMA ESTRUCTURAL
El economista Róger Churnside señaló que el Banco Central tiene serios problemas estructurales que van más allá de la parte “operativa” de la economía, pues son muchas las entidades que intervienen en el proceso monetario, como el Ministerio de Hacienda, el CONASSIF (Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero), la SUGEVAL (Superintendencia General de Valores).
Para Churnside, el Banco Central debería dejar de ser controlado por una cúpula de interés económico relacionada con el comercio y la industria, y abrirse a la participación de otros sectores.
“Pienso que el Banco no debe manejar todo el proceso, la parte estructural y operativa, no debe ser un ente tecnocrático, que lo manejen solo algunos grupos. Se debe educar al público para que entienda los problemas económicos y participe hasta donde sea posible”, comentó Chunrside.
Este especialista aseguró que los problemas estructurales del Central se reflejan en aspectos como su excesivo interés en cumplir con las metas de inflación, las cuales al final simplemente no puede controlar.
“El BCCR pasa la mayor parte de las veces hablando de las metas de inflación y ajustándolas, que es una cosa operativa. Pero la parte estructural no se toca, y el banco es simplemente una especie de guarda nocturna de todo el sistema, que no controla ni maneja nada”, aseveró Churnside.
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