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Absuelven a ambientalista María Elena Fournier, por criterios emitidos en reportaje que publicó este Semanario.
Cuando no había pasado una semana de que saliera bien librada de la querella que le puso el exviceministro Mario Boza Loría, la presidenta de la Asociación Conservacionista Yiski, María Elena Fournier Solano, deberá prepararse para hacerle frente a una nueva demanda en su contra.
La nueva demanda -por los mismos cargos de los cuales fue absuelta recientemente: injurias, difamación y calumnia- la interpuso la organización The Leatherback Trust, que gestiona fondos para expropiar tierras en Playa Grande –Guanacaste-, con el fin de dedicarlas al Parque Marino Las Baulas y la protección de esta especie de tortugas. Respecto al mencionado fallo absolutorio, las tres juezas que integraron el Tribunal Primero Penal en este juicio, votaron de manera unánime en su sentencia del pasado 27 de marzo, a favor de la ambientalista de Yiski, y así desecharon la querella de Boza Loría.
El viceministro de Ambiente y Energía en el gobierno de Rafael Ángel Calderón, atribuyó los referidos delitos contra su honor a Fournier Solano, a quien acusó de difundirlos por medio de prensa escrita, radioemisoras y correos electrónicos vía Internet. Para Boza, la querellada emitió criterios en un reportaje que publicó este Semanario en enero del 2007, que afectaron su imagen al cuestionar un proyecto suyo: “Servicio de Parques Nacionales S.A.”, el cual buscaba administrar las áreas protegidas dentro de las leyes que rigen para el sector privado, sin los controles de la Administración Pública. Dicha información salió publicada el 18 de enero del 2007 y tenía como título “Rechazan privatización de parques nacionales”. En él se recogía la opinión de diversas personas y sectores, entre ellas la de Boza Loría, quien alegó que personas “malintencionadas” habían tergiversado su objetivo, de dotar de suficientes recursos económicos y humanos a las áreas protegidas. El resto de entrevistados se manifestaron en contra del proyecto.
El querellante también consideró ofensivos para su honor, un grupo de correos electrónicos que sobre el tema circularon por Internet y que habrían sido redactados por la Presidenta de Yiski.
Dentro de su querella, Boza adujo que ha dedicado 38 años de su vida profesional “especialmente a la conservación de la naturaleza y los recursos naturales renovables, y al establecimiento, protección y desarrollo de los Parques Nacionales”. Asimismo, describió sus numerosas vinculaciones con universidades del extranjero y organizaciones internacionales que trabajan en el campo ambiental, ante las cuales “no se está desprestigiando el honor de cualquier profesional, sino el honor y prestigio de un profesional de renombre, que he cultivado con mucho esfuerzo y dedicación”.
En vista de lo anterior, el demandante afirmó que las acciones de Fournier le produjeron “una especie de lo que en doctrina se le conoce como `castración psíquica´, que he tenido que padecer en los últimos tiempos” y una alteración a su equilibrio espiritual.
SENTENCIA
Acerca de la causa legal presentada por Boza Loría, esta tuvo como abogados a Zaida Hernández Aguilar y a Rodrigo Mora Salazar.
Este Semanario intentó consultar a Hernández Aguilar su opinión sobre el fallo judicial y si pensaban apelarlo, pero antes de Semana Santa no devolvió las llamadas. Al cierre de esta edición (lunes 13 de abril) se le pudo contactar, aunque alegó que acostumbra no responder a consultas por teléfono.
De acuerdo con la lectura de la sentencia, de la prueba de cargo a la prueba documental que presentó el querellante, no se logró comprobar que los correos electrónicos aportados fueran emitidos por Fournier Solano. Las juezas hicieron ver que a pesar de que el Organismo de Investigación Judicial cuenta con una sección especializada en delitos informáticos, la parte demandante no acudió a este recurso técnico, para certificar si tenía validez dichos correos como pruebas.
Por otra parte, dijeron a Boza que “si nos remitimos a la publicación en el Semanario UNIVERSIDAD, vemos que tampoco en esta publicación, en ninguno de los párrafos que ahí se contienen, existen epítetos ofensivos que lesionen precisamente el honor suyo”.
De igual manera, le aclararon que “la injuria se hace de persona a persona” y no por otro medio (correos electrónicos, medios de comunicación), como argumentó. Tampoco la calumnia y la difamación constan documentalmente, como lo dijo la parte querellante, agregaron.
Al tribunal no le quedó dudas -debido a los muchos vacíos que dejó la falta de documentos probatorios y los testimonios en torno a los correos-, que lo único que cabía era la absolutoria de la ambientalista. Por eso, a Boza Loría se le condenó al pago de todas las costas, cuyo cálculo se hará a partir del monto por él pedido en su reclamo (¢200 millones).
Ahora Fournier deberá prepararse para una nueva pelea: la querella que le planteó The Leatherback Trust.
María Elena Fournier: “Ganaron las áreas protegidas”
Con el reciente triunfo judicial que obtuvo en la querella que le había interpuesto el exviceministro Mario Boza Loría, la presidenta de la Asociación Conservacionista Yiski, María Elena Fournier Solano, aseguró que las que ganaron fueron las áreas protegidas del país.
Según la ambientalista, la demanda de Boza significaba una lesión al derecho a la libertad de expresión y de información, así como un acto intimidatorio. El 3 de abril respondió a las siguientes preguntas:
Aparte del hecho de ser absuelta, ¿tiene alguna relevancia esta sentencia para el sector ambientalista costarricense? -Para mí, definitivamente sí. Cuando salimos del juzgado alguna gente que nos acompañó decía: Costa Rica ganó. Yo dije: ganaron las áreas silvestres protegidas. Este es un mensaje importante para los organismos como el Banco Mundial, el Banco Internacional para el Desarrollo, de que por favor –independientemente de que estén o no involucrados en este proyecto- tienen que respetar la voluntad del pueblo; no pueden venir a dar donaciones para hacer este tipo de proyecto. Esta sentencia llega en un momento muy importante para Costa Rica y psicológicamente lo pude sentir con la gente que llegó a acompañarnos al juicio y con otra que se la encuentra una en la calle y expresa felicidad por el fallo. Por eso valieron la pena todas las angustias, porque esto requiere de mucha energía, de gastos. Yiski financieramente está en rojo y yo personalmente también, pero vale la pena. Esta lucha no tiene precio. Invocamos a las fuerzas del universo, a la madre Tierra, a la Pacha Mama, al dúo dinámico: San Francisco y San Martín de Porres.
Al enfrentar esta acusación por supuestas injurias, difamación y calumnia, así como una demanda económica por ¢200 millones, ¿en algún momento la hizo pensar en desistir de sus luchas ambientalistas?
-Por supuesto que no. Si hubiera renunciado habría ido en contra de mis principios, de un legado. Uno tiene un compromiso con la sociedad. Han sido 19 años de trabajo continuo y no los va a echar uno a perder por arrepentirse. Dos días antes del juicio el defensor público que me habían asignado sacó vacaciones y tuvo que sustituirlo otro; no me quise estresar, aunque me dije: ¿cómo es esto, me cambian el abogado defensor en medio del juicio? Por dicha me pusieron a un excelente muchacho: Erick Zúñiga Madrigal, que fue como un ángel.
¿Piensa usted demandar al señor Mario Boza?
-Lo he considerado. Pero, creo más en la justicia divina, en las energías que se mueven en el universo, y cada cosa vendrá a su tiempo.
Con la sentencia absolutoria a su favor, ¿le preocupa que el señor Mario Boza apele y deba ir a un nuevo juicio? -Sinceramente no, porque la sentencia fue brillante, así como la defensa. Las tres juezas votaron a nuestro favor. Las pruebas que presentaron fueron muy débiles y siento que hasta irrespetuosas para el mismo Poder Judicial y para el Tribunal. Además, el artículo del Semanario UNIVERSIDAD no tenía nada para demandar. Con la demanda se lesionaba el derecho a la libertad de expresión, de información, y de opinión, y eso es lo que me preocupa, porque en este tipo de demandas lo que siento es que es para que nos callemos, para intimidar.
¿Todavía corren peligro los parques nacionales por intenciones privatizadoras?
-Por supuesto que sí. Después de este proyecto (de privatización de parques) han venido un montón más; por supuesto que no de este señor (Boza), pero sí de otros, y van a seguir. El pueblo costarricense tiene que estar alerta.
¿Es posible la participación del sector privado en el manejo y desarrollo de los parques nacionales, sin que pierda el Estado la soberanía sobre ellos?
-Para mí no, y para muestra un botón: vea las fundaciones que están vinculadas con los parques nacionales, las cuales tienen el problema de que no pueden ser controladas por medio de la Contraloría General. Esto tiene que ser manejado por el pueblo, y para ello debe tener información y capacitación.
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