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UCR advierte sobre cambios en Volcán Turrialba

Especialista reportó aumento en actividad sísmica y emanación de gases, que ahora se da más cerca del mirador para turistas.

Especialista reportó aumento en actividad sísmica y emanación de gases, que ahora se da más cerca del mirador para turistas.
Un aumento del 30% en los movimientos sísmicos, sumado a una más vigorosa  emanación de gases, son los principales cambios en el Volcán Turrialba reportados a la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) por el geólogo de la UCR Raúl Mora, del Centro de Investigaciones en Ciencias Geológicas, de la escuela Centroamericana de Geología de la UCR.
Desde el pasado 20 de abril Mora envió un conciso informe a la CNE en el que detalló los cambios observados en el volcán, entre los que además destaca un aumento en la temperatura de las fumarolas, es decir las vías por las que el volcán  emana gases.
“Durante el mes de abril el Volcán Turrialba ha presentado más actividad sísmica y en el cráter más activo, ubicado al suroeste del macizo, se dio migración de fumarolas, es decir, que la mayor actividad de estas se da en ubicaciones diferentes”, detalló el especialista de la Red Sismológica Nacional.
Mora además calificó esa observación como “preocupante”, porque ahora la liberación de gases se presenta más cerca del mirador de los turistas. “También detectamos flujos de azufre que se relacionan con una actividad mayor”.
El investigador, quien trabaja como geólogo en monitoreo de volcanes activos desde 1995, explicó que esos flujos de azufre comprueban un aumento en la temperatura de las fumarolas, que según dijo por lo general varía entre los 100 y 120 grados centígrados, “pero hemos detectado evidencia de azufre fundido, lo cual revela temperaturas entre los 120 y 160 grados centígrados”.
De esa manera, al aumento de la actividad sísmica, que calificó como “el método número uno de vigilancia volcánica”, se suma una mayor temperatura de las fumarolas, así como una igualmente mayor emanación y vigorosidad de los gases.
Estos cambios ya se sienten en las poblaciones aledañas al volcán, como lo reportó recientemente un matutino.
NO HAY PELIGRO
De acuerdo con datos del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), el Volcán Turrialba tiene una elevación de 3.340 metros sobre el nivel del mar y se ubica a 16 kilómetros al noreste de la ciudad de Turrialba.La primera observación sobre su actividad se remonta a 1723, desde entonces su actividad ha sido más o menos constante y consta en apuntes de diversos científicos a lo largo de los siglos XIX y XX.
Según explicó Mora, desde finales de los años 90 se empezaron a notar cambios en el comportamiento del Volcán Turrialba, que se mantuvieron y más bien aumentaron a inicios del 2007.
 A mediados de ese año se dieron momentos de mayor tensión en cambios importantes como una mayor actividad sísmica, sin embargo, durante el 2008 el Volcán se mantuvo estable.
“Ahora emitimos la nota pues la UCR tiene la responsabilidad de informar si hay cambios. La enviamos primero a la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), pero da cólera que cuando llamamos para avisar que la enviaríamos, no había nadie ni siquiera para acusar recibo, pues todo el mundo estaba de gira”, lamentó.
El especialista subrayó que no se trata de “algo urgente”, pues “no es que haya algún peligro de erupción, pero sí se trata de cambios de importancia sobre los que alertamos como lo hicimos con el Volcán Arenal antes de Semana Santa”. “No se trata de amarillismo, sino de la necesidad real de monitorear la actividad volcánica”, recalcó.
El informe emitido por el geólogo, del cual UNIVERSIDAD tiene una copia, detalla que el incremento en las emanaciones de gases se presenta en la pared sursureste del cráter suroeste, un área “que podría eventualmente derrumbarse y dar lugar a una erupción freática, que por su ubicación y espacio abierto, estaría ubicada en la parte más cercana a dónde llegan los visitantes”.
Una erupción freática es la compuesta por materiales no incandescentes como el barro.Mora enfatizó que todos estos cambios reportados no tienen que ver con la observación hecha por un piloto hace poco, quien dijo haber visto una erupción. “Lo que pasa es que en verano el cielo está despejado y se pueden ver mejor las emanaciones de gases”, apuntó.
En ese sentido, el especialista llamó la atención sobre el hecho de que “falta educación para que la población sepa identificar mejor el comportamiento observable de los volcanes”.Sobre los gases volcánicos que generan preocupación en los alrededores del Volcán, explicó que por lo general el 90% se compone de vapor de agua, y el restante 5 a 10% se trata de gases volcánicos como dióxido de carbono, dióxido de azufre o sulfuro de hidrógeno.
Luego de informar que las giras de monitoreo al Volcán pasaron de hacerse una vez al mes a hacerse todas las semanas, Mora apuntó que “por lo general, los grandes volcanes de la Cordillera Volcánica Central siempre dan avisos antes de que se pueda dar una erupción, en este caso no podemos decir que la valla a haber, pero debemos reportar los cambios”.

  • Vinicio Chacón 
  • País
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