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Agricultores consideran que las semillas son la base de la vida, y a partir de ellas es posible dar vida.
Aunque pueden ser más pequeñas que una uña, las semillas no sólo transportan el material genético necesario para reproducirse y desarrollar nuevas plantas, sino que llevan dentro de sí el peso social de ser formadoras de tradiciones milenarias y una ideología de vida para las personas agricultoras.
Esta es la idea central de la tesis “El significado psicosocial de las semillas y las prácticas asociadas a ellas para personas campesinas agroecológicas”, elaborada por las investigadoras Eva Carazo y Erika Valverde. Esta es una de las ponencias que se presentaron el viernes anterior en el IV Encuentro Nuevas Voces en las Ciencias Sociales, organizado por el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
La presentación de la tesis de estas investigadoras, pertenecientes al Movimiento de Agricultura orgánica Costarricense (MAOCO), se enmarca en la mesa de Ecología Social de esta jornada. En ella participaron como comentarista y moderadora José María Villalta, presentador del programa de Canal 15 Era Verde, y Lucía Ulloa, de la Escuela de Psicología, respectivamente.
Carlos Sandoval, director del IIS, indicó que éste es un encuentro que pretende dar cuenta del trabajo que hacen nuevas generaciones de investigadores e investigadoras formadas en Ciencias. “Una de las novedades es que se desarrollaron sesiones simultáneas, lo que implicó que hubo más trabajos. Esto representó la posibilidad de contar con un amplio abanico de temas que representan prioridades en investigaciones de jóvenes de ciencias sociales”, mencionó Sandoval.
SEMILLAS SON UN MOVIMIENTO DE RESISTENCIA
En su ponencia, Carazo y Valverde mencionaron que su estudio se basó en estudiar el significado psicosocial (desde una visión histórica personal y otra grupal) de las semillas en doce agricultores orgánicos pertenecientes al MAOCO. A partir de una serie de entrevistas a ellos y a expertos, concluyeron que las semillas representan para ellos una ideología de vida, con características a nivel político, ideológico y económico insertadas en su vida social y familiar.
“Las semillas son vida, reproducción, soberanía alimentaria, agricultura, resistencia colectiva y diversidad”, mencionó Valverde. Estos seis ejes representan la filosofía de vida que tienen campesinos de Guanacaste, la Zona Norte, el Caribe, Puriscal y Cartago, y que en sus familias desarrollan agricultura orgánica.
La agricultura orgánica, permeada por la filosofía agroecológica, que indica que se puede vivir a partir de relaciones amigables con la naturaleza, constituye una serie de prácticas que se han repetido generación tras generación en estas familias.
“A raíz de las entrevistas pudimos observar que los campesinos y las campesinas relacionan las dinámicas generacionales y las relaciones sociales con una transmisión de conocimientos. Ellos salvaguardan las semillas, las seleccionan, las reproducen de acuerdo con técnicas y prácticas y las intercambian, promoviendo así una diversidad que para ellos es muy importante”, explicó Carazo.
Es por esto que el modelo agroecológico se considera contestatario del modelo proveniente de la Revolución Verde, que promovería el mejoramiento de las semillas en laboratorios para tener una mayor producción a lo largo del año. “Ellos no cultivan para vender; si lo hacen, esto se da a precios que son justos para los consumidores y que representan el trabajo de haber ayudado a crecer a las semillas. Este modelo técnico viene a limitar la diversidad de las semillas y las prácticas ancestrales, además de que con los químicos que se utilizan se envenena la tierra”, comentaron las investigadoras.
“Ahora no hay frijoles con pintitas ni de varios colores; lo que se encuentra en los supermercados son frijoles rojos, negros y si acaso blancos. Estas limitaciones rompen la cosmovisión de estos agricultores, que ahora luchan porque este conocimiento sea libre y no patentado. Estas son familias históricas que le han dado de comer a la humanidad por muchísimos años; hoy con sus prácticas siguen demostrando que la agricultura orgánica puede ser una alternativa para todos”, agregó Valverde.
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