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Negociación de TLC con China: El Gobierno ve oportunidades y los industriales amenazas

Es imposible competir con China, por lo que se debe buscar solo un acuerdo parcial, dice sector empresarial. 

Es imposible competir con China, por lo que se debe buscar solo un acuerdo parcial, dice sector empresarial. 
Las experiencias latinoamericanas en las relaciones comerciales con China y el avance de la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC), que el Gobierno de Oscar Arias espera concretar con la potencia fueron los temas analizados en sendas mesas redondas celebradas la semana pasada en la Universidad de Costa Rica y en el Edificio Cooperativo, en San Pedro de Montes de Oca.
La ocasión sirvió para contrastar el optimismo oficial y de sectores exportadores sobre las “interesantes oportunidades” de comercio y cooperación que ofrecería al país un TLC con China, frente a las feroces críticas de la Cámara de Industrias, que considera imposible competir con el “tigre asiático” y preferiría la negociación de un acuerdo limitado a ciertas áreas, según explicó su presidente Juan María González.
El tema gana actualidad en momentos en que Perú acaba de firmar el pasado 28 de abril un TLC con China, convirtiéndose en el segundo país latinoamericano en concretar uno con la potencia asiática, después de Chile, que logró uno de alcance parcial en el 2005 y ahora negocia una segunda etapa. El Gobierno de Costa Rica inició la negociación con China en enero pasado con la expectativa de culminar el acuerdo este año o en el primer trimestre del próximo, con lo que éste sería el tercer TLC de la República Popular China con Latinoamérica. Ya se han realizado dos de las seis rondas previstas, y la tercera está programada para el 15 al 19 de junio en Liberia, Guanacaste, anunció el jefe del equipo negociador costarricense, Fernando Ocampo.
La negociación de un tratado con China tiene particularidades que merecen profundizarse, sobre todo desde la perspectiva del proceso de integración económica, señaló el exministro de Planificación Juan Manuel Villasuso. 
El economista e investigador universitario coordina la subsede para Centroamérica de la Red Latinoamericana de Política Comercial (LATN), que organizó con la Escuela de Administración Pública uno de los foros el 27 de abril en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (UCR), donde participaron académicos y estudiantes. Al día siguiente  se realizó en el Edificio Cooperativo otra mesa redonda, en asocio con la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco) y otras entidades, en la que participaron representantes de este sector, el Ministerio de Comercio Exterior y de la embajada china (ver recuadro “Red de comercio”).
“Desde el punto de vista conceptual la negociación de un TLC con China tiene connotaciones particulares, porque hay que recordar que somos parte del Mercado Común Centroamericano. Además todos los países de Centroamérica han firmado un acuerdo comercial con EE.UU. Sin embargo, seríamos el único país de la región que tendríamos un TLC con la República Popular China, mientras los otros cuatro países tienen un TLC con Taiwán, y sabemos que las relaciones entre China y Taiwán son relaciones que todavía están en discusión. Eso quiere decir también que desde el punto de vista político es un tratado que tiene características interesantes para ser analizadas”, comentó Villasuso.
Doris Osterloff, exviceministra de Comercio Exterior (COMEX), en la mesa redonda de la Universidad , hizo una exposición sobre lo que representa China en el comercio mundial, las expectativas que genera la negociación del TLC con ese país y las propuestas que las partes han llevado a la mesa en las rondas efectuadas hasta ahora (ver recuadro: “Gigante asiático”).El análisis hecho previo al inicio de la negociación mostró que hay productos en los que Costa Rica tendría ventaja en un TLC con China y otros en los que la tendrían ventaja los chinos, y es en éstos donde están las preocupaciones de la Cámara de Industrias, recordó Osterloff.
Dijo que hay 34 fracciones arancelarias en las cuales el país tiene ventaja; son, además de las partes electrónicas, preparaciones a base de cítricos, catéteres y cables, compotas y jaleas, café tostado, frutas y hortalizas.
En la negociación se está hablando de un acceso libre de aranceles para el 65% de las líneas que conforman el universo arancelario. Hay un 29% que se desgravarán a cinco años y el resto se ubicaría en otros plazos, pero todavía falta mucho por discutirse, sobre todo en las áreas de más interés y de mayor sensibilidad, señaló la experta.
De acuerdo con Osterloff, es importante que dentro del  tratado se hable de un paquete de cooperación, más allá de lo que se ha estado planteando con otros países. “Recordemos que Costa Rica es un país de renta media alta, por lo que no es sujeto de cooperación internacional y, por lo tanto, debemos ir pensando en nuevas líneas de cooperación, nuevas visiones de alianza estratégicas, más allá de lo que es cooperación asistencial; pensar más en cooperación para el desarrollo de capacidades o cooperación para investigación conjunta en alta tecnología, investigación y desarrollo.”
Es importante reflexionar en esto desde la perspectiva de la academia y la universidad, donde ya se ha hecho un gran esfuerzo por establecer un buen programa de cooperación entre la UCR e instituciones chinas, de lo cual es resultado el Instituto Confusio creado en este centro de enseñanza, destacó Osterloff.
OBJETIVO
Por su parte Ocampo, al resaltar la decisión de firmar un TLC con China, tras el establecimiento de relaciones diplomáticas en junio del 2007, destacó que en Asia se está haciendo el 57% de la producción mundial, el 45% del comercio internacional y está el 44% de la población global.
Si a esto le sumamos la parte de Latinoamérica que ya está dentro de APEC (Foro Asia Pacífico de Cooperación Económica), vemos que una gran parte del comercio se está desarrollando en el Pacífico. De ahí que poder participar en el foro de APEC es un objetivo de mediano plazo, y varios gobiernos han tratado de lograrlos hasta ahora sin éxito, comentó.
China se ubica como el segundo socio comercial de Costa Rica, que le vende básicamente circuitos integrados, partes y accesorios para el procesamiento de datos. No hay exportaciones agrícolas, ni de la industria alimentaria, y una de las razones, según Ocampo, es el desconocimiento del mercado. Dijo que en el 2009 se empezaron a identificar los negocios exportables a China, entre ellos cerveza, salsas y pastas de arroz, así como oportunidades en carne de res y de cerdo.
A su vez, de China se importa prácticamente de todo, y el comercio se va a seguir dando con o sin TLC, porque la estructura arancelaria de Costa Rica es bastante baja (6.3% en promedio entre productos agrícolas e industriales), afirmó Ocampo.“Ciertamente un TLC con China no es un tratado fácil, es un tratado que genera oportunidades pero también hay sensibilidades para ciertos sectores productivos, y estamos trabajando con ellos para poderlos atender”, aseguró.
Con el tratado  “nos proponemos mejorar las condiciones de acceso al mercado de China, desde la perspectiva arancelaria, para una serie de productos en los que tenemos interés, y desde la perspectiva de la facilitación del comercio, como puede ser el protocolo sanitario o el conocimiento de ciertas reglamentaciones técnicas en China.”
También dentro de los objetivos está normar el comercio de bienes y servicios, la promoción de las inversiones y coinversiones chinas, que puedan alianzas estratégicas con empresas locales, para acceder desde aquí a otros mercados sin pagar aranceles. Asimismo, se busca establecer mecanismos que eviten medidas unilaterales que afecten los flujos comerciales, y la incorporación de medidas que faciliten el aprovisionamiento de insumos.
“Un objetivo más global es avanzar en el posicionamiento de Costa Rica en Asia. No somos los primeros, pero tampoco queremos ser los últimos”,  apuntó el negociador.
CRÍTICAS
Por el contrario, Juan María González, presidente de la Cámara de Industrias, lanzó un feroz ataque a la negociación con China. Entre otros extremos mencionó que los productos industriales chinos son los que más denuncias y retiradas del mercado acumulan por fraude en EE.UU., y además son los que más quejas acumulan por incumplimientos de estándares de salubridad y medio ambiente, así como por inducción a engaño del consumidor, lo cual ha generado una “desconfianza” en el comercio internacional.
Por otra parte, censuró la falta de normas y de capacidad del Estado costarricense para la vigilancia y control de las importaciones. Criticó que en el memorando de entendimiento para iniciar el proceso de negociación, Costa Rica se comprometiera a reconocer a China como economía de mercado, sin serlo aún, en su criterio, y que renuncia a aplicar a China en los intercambios comerciales medidas a las que hoy Costa Rica puede apelar a través de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Además esta fue una decisión del COMEX, cuando le correspondía tomarla a la Asamblea Legislativa.El empresario explicó luego a UNIVERSIDAD que “lo que hubiéramos deseado es que se hubiese negociado un acuerdo sobre la base de un alcance parcial, que el país identificara donde tiene ventajas y ceñirse a eso”.
“Probablemente hay oportunidades para empresas de algunos nichos. Lo que decimos es: explórense y explótense esas oportunidades. Por supuesto que hay que buscarles un gran mercado, pero para ello no es necesario poner en riesgo todo el universo arancelario”, insistió.Yu Bo, consejero político de la embajada china, dijo sentir “tristeza” al oír tales descalificaciones al comercio con China, que a su juicio no son verdaderas y se originan en un desconocimiento de la realidad china. China se ha desarrollado mucho en los últimos años, y está adaptándose a corrientes de cambio que son irreversibles, pero algunos tienen aún una imagen del país de hace 50 años, y es difícil cambiar esa imagen, comentó.
Insistió que en su política con América Latina China plantea el logro de una relación estable, sana y duradera, basada en principios de respeto, cooperación y beneficio mutuo, para el logro de un desarrollo compartido y sostenible. No se trata solo de intercambios comerciales, sino de intercambio de conocimiento y cooperación, lo que sin duda traerá beneficios tangibles para los pueblos, remarcó.

Cómo funciona la Red La Red Latinoamericana de Política Comercial (RLTAM) agrupa a investigadores e instituciones de toda América Latina que vienen trabajando sobre las relaciones comerciales desde finales de los años 90. Con sede central en Argentina, la red cuenta con un nodo para el sur con sede en Río de Janeiro, Brasil; un nodo para los países de la comunidad andina en Lima, y un nodo para Centroamérica en San José, que coordina el economista Juan Manuel Villasuso.
La Red ha venido haciendo en estos diez años trabajos relacionados con el comercio a nivel mundial, inicialmente con énfasis en acuerdos multilaterales de comercio de la OMC, luego con estudios sobre el regionalismo y los tratados de libre comercio.En este momento interesa lo que tiene que ver con el tema de pobreza, comercio y distribución, y sigue habiendo un gran interés en lo que son los tratados subregionales, los acuerdos de asociación con la Unión Europea y el tratado de libre comercio con China, explicó Villasuso.
El trabajo de la Red es más académico, sin embargo hay vínculos con algunos de los negociadores y con las instituciones a las cuales se les hace llegar estudios para que sirvan para la toma de decisiones. La Red publica una revista virtual en la cual se recogen resultados de estudios, investigaciones, noticias importantes, que se distribuyen a funcionarios de gobiernos, académicos y sector empresarial, entre otros (www.latn.org.ar).

Gigante asiático
China es el tercer país más grande del mundo, con un territorio de 9,8 millones de km2, es el más poblado de la tierra (más de 1.300 millones de habitantes), de los cuales 94% vive en el 45% del territorio, lo que significa que hay grandes conglomerados urbanos. Tiene la mayor flota pesquera del mundo, es el mayor consumidor de acero y el primer productor mundial de textiles, de electrodomésticos y está próximo en convertirse en el primer fabricante de automóviles.
China ha temido un crecimiento de su economía entre un 10 y 12% y este año, con la recesión,  el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que va a tener una tasa de 6%, aunque los chinos hicieron inversiones en su economía tratando de ver si logran llegar al 8%.
El intercambio comercial de Costa Rica con China ha tenido un rápido crecimiento en los últimos años y actualmente ronda los $1500 millones. El 85% de las exportaciones costarricense a China están vinculadas a los productos de la empresa Intel, circuitos integrados electrónicos, partes y máquinas para el procesamiento de datos.
Fuente: Doris Osterloff

  • Jorge Araya 
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