Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Con el título El último cacique. Talamanca, siglo XIX el investigador Claudio Barrantes Cartín puso a disposición de los amantes de la historia nacional una serie de documentos y relatos que aportan valiosos datos sobre la vida en la región de Talamanca hace dos siglos.
Bajo el sello Editorial Universidad Estatal a Distancia, el autor concluye una investigación que le tomó años de recolección de información. Finalmente, la publicación se presentó el pasado 22 de abril en la Municipalidad de Talamanca, en la comunidad de Amubre, ubicada en el histórico distrito de Telire, el mismo sitio que dio origen a esta amplia investigación.
El libro es amplio en detalles poco conocidos sobre la vida en esa región durante la colonia y pone a disposición de los lectores una serie de decretos gubernamentales relacionados con los pueblos que habitaron esa zona.
Según Barrantes, “este trabajo pretende mostrar el escenario espacial e histórico, ambiental y social, en que se derrumbó el último cacicazgo costarricense. Este sistema fue la herencia de un proceso cultural dado a lo largo de algunos milenios, en permanente lucha por adaptarse al medio”.
De acuerdo con María Eugenia Bozzoli, Premio Magón y Presidenta de la Academia de Geografía e Historia de Costa Rica, en este trabajo se renueva el compromiso del autor con la historia de la población indígena que ha vivido a ambos lado de la cordillera de Talamanca.
En concreto, el valor de este libro redunda en que “estos documentos son de mucho interés porque facilitan a estudiosos y curiosos el conocimiento de región en la época en que se produjeron, además que vincula esos procesos con otros vigentes. Algunos de esos enlazan las huellas de 1862 a 1910, con las siguientes hasta el 2002, en los caminos de Talamanca”.
Bozzoli también afirmó que “debieron pasar de tres a cinco decenios para que valores y ventajas en las poblaciones indígenas se apreciaran.
La orientación de los cambios en esas poblaciones es ahora, como entonces, una preocupación de propios y extraños, pero en el presente ocurre con otros enfoques sobre educación y desarrollo”.
Sin embargo, acotó la Magón, antes y ahora se habla de “civilizar” a partir de los criterios compartidos por los habitantes del Valle Central, aunque hoy se reconoce el derecho de los pueblos indígenas a decidir su propio futuro.
EL ÚLTIMO REY TICO
Un hecho poco conocido por la población es que nuestros antepasados tuvieron sus reyes, y fue porque hubo pueblos que así los reconocían, aseguró Claudio Barrantes en su extensa investigación.
El 23 de mayo de 1880, después de una revuelta entre los habitantes de Talamanca, Antonio Saldaña asumió el cacicazgo, ya que el gobernador de Limón destituyó a William Forbes, “el Rey Willie”, al declararse en rebeldía ante las autoridades gubernamentales.
Saldaña ejerció su reinado durante tres décadas, pero su figura era de tipo moral, porque fue despojado de su poder político en 1886.
El 4 de julio de 1890, un decreto emitido en el Palacio Nacional decide reconocer el servicio prestado por Saldaña en la Colonia de San Bernardo de Talamanca con un sueldo de 40 pesos mensuales. El último cacique costarricense murió en 1910.
En criterio de Barrantes Cartín, “la mutilación de un cacicazgo en tiempos tan recientes es una tragedia nacional.
Con estas páginas nos percatamos de cómo los ojos de los `civilizados´ de la época conocían aspectos de aquella sociedad, y algunas veces reconocen su ignorancia tácitamente, aunque en el fondo resuene sin cesar el discurso oficial obsesivo sobre la necesidad de integrar a la comunidad indígena, a partir de la formación docente y el adoctrinamiento”.
“Mucho tiempo transcurrió para entender que los educandos somos nosotros, a costas de un pueblo sensible y culto cuyos restos seguimos maltratando, a pesar de los quinientos años transcurridos”, sentenció el investigador.
Claudio Barrantes Cartín es antropólogo e historiador de la Universidad de Costa Rica. Ha publicado otras investigaciones como Pablo Presbere en la época colonial. Actualmente hace un estudio sobre los pobladores de la región brunca en el siglo XIX.
Este documento no posee notas.