La frase lapidaria, recordando uno de los episodios políticos más trágicos de Guatemala, fue pronunciada por quien es, probablemente, el personaje clave del nuevo drama en que está sumido ese país, como consecuencia del asesinato del abogado Rodrigo Rosenberg, ocurrido el pasado domingo y que ha provocado una grave crisis política.
El que parece sugerir una salida a la crisis similar a la de aplicada al gobierno de Arbenz, en 1954, fue el periodista y abogado Mario David García, el mismo que reconoció haber grabado la dramática intervención de Rosenberg, en la que, en 18 minutos, predice su asesinato y acusa al presidente Álvaro Colom del crimen.
“Yo fui quien grabó el vídeo. No estén investigando babosadas, busquen a los criminales”, dijo el periodista en su programa vespertino Hablando Claro, transmitido por Emisoras Unidas.
UNIVERSIDAD habló telefónicamente con una persona habitualmente bien informada en Guatemala, que prefirió hacerlo a condición de mantenerse en reserva su identidad, para tratar de entender lo que está ocurriendo con esa nueva ola de crímenes.
“Mario David García siempre ha estado vinculado a los sectores de derecha, participando en conspiraciones contra los gobiernos más progresistas, entre ellos el del demócrata-cristiano Vinicio Cerezo (86-90)”, afirmó.
“¿No cree usted que este gobierno se está pareciendo al gobierno de Arbenz?”, se preguntó David García en su programa radial, recordando la trágica invasión militar, organizada por la CIA, que puso fin al gobierno reformista de Jacobo Arbenz, en 1954, y dio origen a la tragedia política que Guatemala vive hasta hoy.
La pregunta la hizo García en una entrevista con el coronel Mario Mérida, ex-jefe de inteligencia en los años del conflicto político armado en Guatemala, caracterizado por una dura represión, no sólo hacia los movimientos armados, también a la población indígena y campesina.
Desde que el nombre de Mario David García apareció vinculado a esta tragedia, surgieron en Guatemala las más variadas especulaciones sobre la naturaleza del texto grabado por Rosenberg, en la que repite las tradicionales acusaciones hechas por ese periodista en su programa. Especulaciones que no descartan, inclusive, que, al grabarlo, Rosenberg firmara su propia sentencia de muerte.
La grabación fue repartida, en el sepelio de Rosenberg, por Luis Mendízábal, un exsocio del presidente Colom, y ex-asesor de militares retirados vinculados a un escándalo de escuchas telefónicas.
En todo caso, el presidente Álvaro Colom, que ha solicitado ayuda internacional para esclarecer el crimen, rechazó terminantemente cualquier responsabilidad en ese asesinato.
El presidente solicitó también el apoyo a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), un organismo creado en el marco de las Naciones Unidas y dirigido por el español Carlos Castresana.
En todo caso, afirmó nuestra fuente desde Guatemala, “nadie quiere una sustitución inconstitucional del gobierno”.
Sin embargo, en medio de manifestaciones realizadas esta semana en la capital guatemalteca, se han levantado voces pidiendo la renuncia  del presidente, un pedido que el mandatario niega terminantemente.
VIDEO
El video, en el que Ronsemberg hace sus acusaciones, ha dado la vuelta al mundo y conmocionado la vida política guatemalteca.
“Si usted está leyendo este mensaje es que yo, Rodrigo Rosenberg Marzano, fui asesinado por el Secretario Privado de la Presidencia Gustavo Alejos y su socio Gregorio Valdez, con la aprobación del señor Álvaro Colom y de Sandra de Colom”, afirma, en el inicio de la grabación, hecha cuatro días antes de su asesinato.
¿Por qué lo hizo? Si creía estar amenazado, ¿por qué no tomó ninguna medida para evitar que el crimen se consumara? ¿Por qué no habló de sus temores, ni siquiera con sus amigos más cercanos? Por lo menos eso es lo que afirma Mario Fuentes Destarac, amigo de muchos años de Rosenberg, quien dijo a medios de prensa haberlo visto semana y media antes de su asesinato, ocurrido el domingo pasado, en la capital guatemalteca, cuando paseaba en bicicleta.
 “No lo vi nervioso. Me comentó que estaba investigando la muerte del empresario Khalil Musa y su hija, pero nunca me dijo que sospechaba del gobierno y del presidente”, afirmó Fuentes Destarac.
LA TRAMA
Musa y su hija fueron asesinados el 14 de abril pasado. Él, un prestigioso empresario, había sido invitado por el gobierno para integrar la junta directiva de Banrural, uno de los bancos más importantes del país y el único semiestatal.
Rosenberg, abogado de Musa, da, en el video, su punto de vista sobre el asesinato del empresario. Según él, el banco estaba involucrado en lavado de dineros del narcotráfico. Por esta razón, el gobierno y sus directivos decidieron eliminarlo antes de que pudiera investigar lo que, en opinión de Rosenberg, estaba ocurriendo en el banco.
Rosenberg afirma que fue el secretario privado de Colom, Gustavo Alejos, quien invitó a Musa para ocupar un cargo en la directiva de Banrural.
Pero Musa nunca llegó a asumir el cargo. De acuerdo con Rosenberg, se debe a la oposición del presidente y del gerente general del banco, José Ángel López y Fernando Peña.
De ese modo, el único banco guatemalteco en manos de sectores cooperativos y campesinos, está en el ojo del huracán, en una ofensiva que podría debilitarlo y facilitar su traspaso a otras manos.
“La Superintendencia de Bancos reiteró que el Banrural está sano, después de una auditoría, negando así que estuviera involucrado en el narcotráfico”, afirmó nuestra fuente guatemalteca.
Ante las denuncias, el banco fue auditado por la Superintendencia de Bancos, que entregó su informe a la Junta Monetaria.
El informe afirma que el banco está sólido y no existe ningún riesgo financiero.
Tampoco se ha confirmado operación alguna vinculada al lavado de dinero, un tema que debería quedar debidamente esclarecido, si se quiere aclarar también la historia de los asesinatos de Musa, su hija y el abogado Rosenberg.
VIOLENCIA
El conflicto político armado terminó en Guatemala en diciembre de 1996, cuando el gobierno del presidente Álvaro Arzú firmó un acuerdo de paz con la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG).
Pero, desde entonces, la violencia solo ha aumentado en Guatemala.
Se estima que ocurren en el país de 12 a 15 homicidios diarios, una ola de violencia que, inclusive, cobró la vida de una costarricense, Rosa Elena Blanco Rodríguez, asesinada probablemente el domingo 22 de marzo en su propia casa, un crimen aún no esclarecido.
Según un informe de Naciones Unidas (ONU) y de la organización Small Arms Survey, Guatemala está en la lista de estados con el mayor número de crímenes violentos del mundo, junto a países como Colombia y El Salvador.
Mientras tanto, en la capital guatemalteca se sucedían, durante toda la semana, las manifestaciones a favor y en contra del mandatario, en un clima político enrarecido, cuyo desenlace era difícil de pronosticar.