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“América a Latina no es prioridad para Estados Unidos hace rato. No lo será tampoco para la administración Obama, lo cual no es del todo malo.
Las prioridades serán medio ambiente, Afganistán, Irán, Pakistán, Irak, países muy problemáticos”, estimó la politóloga Cristina Eguizábal, directora del Latin American and Carribean Center, al pronunciar la conferencia inaugural del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la UCR, el pasado miércoles 20 de mayo.
En América Latina, afirmó, solo Brasil, México y Cuba ocuparán la atención del presidente Obama.
“Nosotros no estamos en guerra, ni somos una potencia emergente, como China, que será también otra de las prioridades de la política exterior estadounidense”.
Brasil lo es por su peso específico; México, por la vecindad, por la demografía, por el comercio (México es el segundo o tercer socio comercial de Estados Unidos, después de Canadá y China).
Y Cuba, por la importancia de la comunidad cubano-americana, que vive sobre todo en Florida, que es un estado importante, por el número de votos presidenciales que tiene, en el esquema político norteamericano, explicó la politóloga.
Por otra parte, destacó que Obama enfrenta las limitaciones que el sistema le impone, como ha quedado claro con las dificultades que enfrenta para cumplir sus promesas de campaña en lo relativo a la retirada de Irak y el cierre de la cárcel de Guantánamo.
En cuanto a eventuales cambios en el tratado de libre comercio de América del Norte (NAFTA), también ha dado marcha atrás, luego de su reciente reunión con el presidente mexicano, Felipe Calderón. “Dijo que no sería ratificado el tratado con Colombia, pero todo indica que lo será”, añadió Eguizábal.
“La renegociación de los tratados de libre comercio no es algo que vaya a ser fácil”.
VÍNCULOS ESTRUCTURALES
Según Eguizábal, Estados Unidos tiene tres vinculaciones estructurales con Centroamérica: el comercio, la seguridad y la migración. Las dos primeras tienen que ver con Costa Rica, pero la tercera no tanto, estimó Eguizábal.
Los vínculos económicos se multiplicaron a partir de los años 80, cuando se abandonó el esquema de sustitución de importaciones y se lo cambió por el modelo de promoción de exportaciones no tradicionales
Hay que destacar que Centroamérica y República Dominicana son el tercer mercado latinoamericano para las exportaciones estadounidenses. La balanza comercial con la región es favorable a Estados Unidos, al contrario de lo que es, por ejemplo, con México.
La Iniciativa de la Cuenca del Caribe (CBI), que creó la administración Reagan, hizo del mercado estadounidense uno muy atractivo para las exportaciones centroamericanas. Luego, como sabemos, la CBI fue sustituida por el Tratado de Libre Comercio (CAFTA), señaló.
Se espera que el CAFTA vincule aun más la economía de la región con Estados Unidos. No hay que olvidar que, además de las normas comerciales, implicó una serie de reformas legales para adaptar las legislaciones nacionales a las disposiciones del tratado.
En materia de seguridad, Eguizábal destacó que los estados centroamericanos son frágiles, están muy infiltrados por el narcotráfico y Costa Rica no es una excepción. “El narcotráfico ha extendido sus actividades al sur de México, sobre todo a Guatemala. Es importante que el istmo no se convierta en una región de ‘estado fallidos’, dominados por el narcotráfico”.
El tercer pilar es la migración. La década de los años 80 también se constituye en un hito importante en el cambio del patrón migratorio. Se produjo por el cambio en la legislación estadounidense con respeto al asilo, adoptada al final de la administración Carter.
Podemos decir que la globalización ha llegado a Centroamérica a través de la migración, señaló la politóloga. En el caso de El Salvador, por ejemplo, aunque varían las cifras, se estima que cerca de 25% de la población vive en Estados Unidos.
En El Salvador, Guatemala y Honduras, las remesas constituyen un factor económico importante,: 20% PIB El Salvador, 15% en Honduras, y 12% en Guatemala, lo que las transforma en la principal fuente de divisas para esos países.
POLÍTICA HACIA CENTROAMÉRICA
“La mejor política exterior que puede tener Estados Unidos para la región es reactivar su economía y legalizar a los indocumentados”, estimó Eguizábal.
Entre los elementos de esa agenda política, mencionó, además, la cooperación energética, que podría darse mediante un esquema de triangulación, con producción de etanol por parte de Brasil en Centroamérica, para ser exportado a Estados Unidos.
Otro elemento de la agenda sería la cooperación en materia de cambio climático y de protección ambiental; y, finalmente, cooperación en seguridad ciudadana, en la lucha contra el crimen organizado, las maras y la violencia común.
La “Iniciativa Mérida”, un acuerdo aprobado por el congreso de los Estados Unidos y puesto en marcha por el presidente George Bush en junio del 2008, es el elemento principal de la cooperación norteamericana en materia de seguridad con la región en estos momentos.
Está vigente también, recordó Eguizábal, la iniciativa de “Caminos de Prosperidad para las Américas”, presentada por el expresidente Bush como una alternativa a la iniciativa venezolana del ALBA en septiembre del 2008, y cuyos lineamientos definieron, en diciembre pasado, en Panamá, los cancilleres de 13 países de la región, incluyendo los cinco países centroamericanos, pese a que Honduras y Nicaragua son miembros del ALBA.
En esta agenda, estimó Eguizábal, “se va a incorporar la oferta de Petrocaribe, que ningún país centroamericano puede rechazar, porque es demasiado generosa. Pero la generosidad venezolana tiene límites, determinados por el precio del petróleo”.
En su opinión, con respecto a la política de la administración Obama hacia América Central “vamos a tener mucho de lo que tuvimos en los últimos años de Bush, pero administrado con un estilo diferente”.
“El presidente y la Secretaría de Estado van a estar ocupados resolviendo situaciones de crisis y probablemente le toque a los responsables de América Latina en la Secretaría de Estado y en el Consejo de Seguridad tomar decisiones relativas a lo que a nosotros concierne. Y aquí hay muy buenas noticias”, estimó Eguizábal.
Las dos personas encargadas “son demócratas que conocen muy bien la región”, como el propuesto secretario adjunto para asuntos hemisféricos, Arturo Valenzuela, de origen chileno, que estudió mucho el tema de la democracia y las transiciones a la democracia y conoce bien Centroamérica, afirmó.
El otro es Dan Restrepo, de origen colombiano, encargado de América Latina en el Consejo Nacional de Seguridad. “Conoce muy bien el Congreso y los latinos en los Estados Unidos y puede ayudar a promover una reforma migratoria que incluya los puntos de vista de los países de la región”, añadió.
VENEZUELA Y COLOMBIA
Con respecto a las relaciones con Venezuela, Eguizábal destacó que será un tema que deberá atender Arturo Valenzuela. “Pero si Venezuela no hace algo que ponga en peligro los intereses de seguridad de Estados Unidos, como cortar el suministro de petróleo, por ejemplo, no recibirá una atención especial”. Eguizábal estimó también que el liderazgo venezolano es relativamente frágil, comparado con el de Brasil
En cuanto a Colombia que, junto con El Salvador, mantenía relaciones privilegiadas con la Casa Blanca durante la anterior administración, “eso va a cambiar.
Colombia va a bajar en la escala de prioridades, pero esa situación podría cambiar nuevamente “si las FARC incrementan el envío de submarinos con drogas a Estados Unidos, o si establecen bases en Ecuador…”
“Las relaciones van a depender de muchas cosas, entre ellas de la reelección del actual mandatario, aunque Eguizábal estimó que una “tercera reelección de Uribe sería mala para la democracia en América Latina”.
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