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Europa sigue su camino hacia la derecha

Las elecciones para el parlamento europeo se dan en medio de síntomas de resurgimiento del fascismo.

Las elecciones para el parlamento europeo se dan en medio de síntomas de resurgimiento del fascismo.
Las imágenes de las fiestas del primer ministro italiano , Silvio Berlusconi, en su casa de Cerdeña, con mujeres y exprimer ministros desnudos, viajando en aviones militares para pasar el fin de semana en la costa, parece la imagen perfecta de la política europea de estos días.
“Son fotos inocentes, no hay ningún escándalo”, afirma el primer ministro italiano, mientras su partido lograba 35% de los votos y 29, de los 72 europarlamentarios que le corresponden a Italia.
La figura patética de Berlusconi, fácil de identificar con la del Duce, fue atacada duramente por el escritor portugués José Saramago, premio Nobel de Literatura 1998, a quien calificó de “delincuente”, en un artículo publicado en el diario español El País el domingo pasado. “Lo llamé delincuente y no me arrepiento”, escribió, mientras el diario publicaba las fotos de la fiesta en la mansión sarda de Berlusconi, las mismas que la justicia italiana había prohibido.
Berlusconi, añadió Saramago, es «una cosa peligrosamente parecida a un ser humano, una cosa que da fiestas, organiza orgías y manda en un país llamado Italia». «Esta cosa, esta enfermedad, este virus amenaza con ser la causa de la muerte moral del país de Verdi si un vómito profundo no consigue arrancarlo de la conciencia de los italianos antes de que el veneno acabe corroyéndole las venas y destrozando el corazón de una de las más ricas culturas europeas», dijo Saramago.
En todo caso, ningún escándalo parece afectar el prestigio político de Berlusconi.
ZAPATERO Y BROWN
En España, al Partido Socialista no le fue tan mal en estas elecciones parlamentarias como parecía hace tan solo unas semanas. Con una elección que se parecía más a una reñida disputa nacional, el líder conservador, Mariano Rajoy, esperaba un triunfo más amplio contra el partido del presidente del gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
En lo más profundo de la crisis económica, con el desempleo superando la barrera de los cuatro millones de personas, los “populares” quería renovar el impulso logrado en las recientes elecciones regionales, en la que recuperaron el gobierno de Galicia y avanzaron posiciones en el país Vasco.
El resultado final, sin embargo, fue estrecho. Los populares lograron el 42% de los votos, frente a 38,6% de los socialistas.
Diferente suerte tuvo su colega británico, Gordon Brown, que, en medio de otro escándalo por abuso de los recursos de los parlamentarios, vio caer de 19 a 12 la representación laborista en el parlamento europeo, con cifras aun provisionales. Pero la derrota de Brown fue tan desastrosa, que su partido quedó en tercer lugar, detrás de los conservadores y del antieuropeo UK Independence Party (UKIP). El UKIP, identificado con tendencias fascistas y antieuropeas, que obtuvo al parecer dos escaños.
EUROPA
En toda la Europa comunitaria, integrada por 27 países, los conservadores del Partido Popular Europeo (PPE) se consolidaron como el mayor grupo parlamentario europeo, con 267 diputados sobre un total de 736. Pese a su triunfo, los “populares” obtuvieron menos escaños que los 288 de la actual legislatura.
El Partido Socialista europeo, el segundo bloque parlamentario, vio reducirse aun más su representación, pasando de 217 a 161 diputados, lo mismo que la Izquierda Unitaria, que bajó de 41 a 33.
En conjunto, señalan los analistas europeos, casi dos tercios del futuro parlamento corresponderán a formaciones de derecha: conservadores, democristianos, liberales, soberanistas, escépticos antieuropeos, y derecha xenófoba.
Solo los Verdes, que subieron de 43 a 52, y el grupo de “No inscritos”, que pasó de 30 a 93, aumentaron su votación, en una Europa que se inclina, cada vez con menos disimulo, hacia una extrema derecha que recuerda el brote de fascismo, que caracterizó los años previos a la crisis de 1929 y alimentó la II Guerra Mundial.
EXTREMA DERECHA
En un análisis sobre los avances de la extrema derecha, se destacaban lo ocurrido en diversos países.
En Holanda, el partido ultraderechista y anti-Islam de Geert Wilders se convirtió en la segunda fuerza política, con el 17% de los votos. Una subida espectacular logró el ultranacionalista Partido Popular Danés, quepasó del 6,8 al 15,3% de los votos y logró dos escaños.
En Europa del Este, el avance de la extrema derecha ha sido incluso más importante.En Hungría, el Movimiento por una Hungría Mejor, conocido por su discurso xenófobo contra la minoría gitana, logró entrar por primera vez en el parlamento donde contará con tres escaños.
En Rumanía, el ultraderechista Partido para una Gran Rumanía, de Vadim Tudor, acusado por sus detractores de xenófobo, logró el 7,2% de los votos y estará representado en Estrasburgo por dos eurodiputados. 
La extrema derecha eslovaca también estará presente en el nuevo Parlamento Europeo al conseguir el Partido Nacional Eslovaco (SNS) un 5,55% y lograr así un escaño.
En Austria y el Reino Unido los partidos de derecha más radical también lograron avances importantes. En Austria, los tres partidos euroescépticos, incluido el Partido de la Libertad, de extrema derecha, consiguieron el 36% de los sufragios.
BAJA PARTICIPACIÓN
El nuevo avance de la derecha vino acompañado de claros síntomas de agotamiento del entusiasmo por el proceso de integración europeo, con el índice de participación electoral más bajo de la historia, de apenas, 43,5% de los electores.
Pero ese índice llegó a cifras alarmantes en algunos países del este europeo. En la República Checa, en manos de extremistas de derecha, la abstención fue de 73%. El partido del presidente Vaclav Klaus, quien se niega a firmar el Tratado de Lisboa que el Senado ratificó en mayo pasado, ganó las elecciones con un 31% de los votos y 9 escaños.
En Polonia, donde el abstencionismo fue similar al de la República Checa, los euroescépticos avanzaron, pero no lograron superar a la liberal Plataforma Ciudadana, del primer ministro Donald Tusk, que con el 45,2 % de los votos obtiene 25 escaños, 10 más que las pasadas elecciones.
En Eslovaquia la participación electoral no llegó a 17%; en Rumania fue de apenas 27%; en Bulgaria y Hungría llegó al 37% y 38%, respectivamente.
CRISIS ECONÓMICA
Las elecciones parlamentarias europeas se celebraron en medio de una grave crisis económica, de la que la Unión Europea (UE) no es inmune.
Según la Comisión Europea, la caída del Producto Interno Bruto de la UE será de un 4% este año, mientras que el desempleo llegará a un 11% a fines de 2010, lo que podría representar cerca de 20 millones de personas sin trabajo.
En noviembre pasado la UE anunció un plan de estímulo de 200 mil millones de euros para la economía de la región, a lo que se sumaron recursos aportados por los gobiernos de diversos países.
El costo de esas medidas se estima en un aumento del déficit fiscal, que pasará de 2% a 6,4% entre 2008 y 2009, en los cuatro principales países de la Europa: Alemania, Francia, Italia y España, mientras su deuda pública pasará de 71% a 83% del PIB.

  • Gilberto Lopes 
  • Mundo
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