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El PLN no es un partido de masas

Contrario a lo que muchos analistas y comentaristas han dicho en días posteriores a la convención del PLN, elogiando la ‘masiva’ votación, Liberación Nacional no es un partido de masas.

Contrario a lo que muchos analistas y comentaristas han dicho en días posteriores a la convención del PLN, elogiando la ‘masiva’ votación, Liberación Nacional no es un partido de masas.
Lastimosamente, por la poca cultura política que impera en nuestro país, una campaña como la de Liberación es aplaudida y elogiada.
El PLN no tiene bases ni cuadros, sino consumidores; se mueven por lo que el partido pueda ofrecer en términos materiales. Si bien aún quedan quienes apoyan al verdiblanco por tradición familiar (que es un número importante de sus votantes), la gran mayoría de quienes integran hoy el PLN encuentran su adhesión al partido por intereses y aspiraciones económicas.
¿Cómo comprobar tan osada afirmación? El hecho de que la tendencia ‘laurista’ se haya rebajado a rifar iPods y computadoras a quienes se afiliaran a ella ilustra claramente la decadencia del partido de don Pepe. El grado de corrupción del último gobierno – desde el almuerzo de Clara Zommer hasta las consultorías del BCIE – también ilustra las verdaderas aspiraciones de quienes integran la agrupación política.
De igual forma, los ‘militantes’ del PLN probablemente no tienen el más mínimo cuidado en cuanto a  la responsabilidad ética y moral de sus actos. ¿Cómo comprobar tan osadas afirmaciones? Viendo el ejemplo de sus figuras máximas, que marcan la pauta por seguir para el resto de los integrantes. Así, a través de los diversos escándalos – realmente vergonzosos – en los que se ven inmersos las diferentes figuras del gabinete Arias, el presidente se ha mantenido firme en no criticar al acusado y más bien apoyarle. El caso del exministro Dobles presenta un buen ejemplo.        No podemos olvidar las constantes denuncias de vecinos afectados por el histórico terremoto de Chinchona, Alajuela; denuncias constantes de proselitismo liberacionista en la repartición de ‘diarios’. Con esto queda claro que, desde sus estructuras básicas hasta su cúpula, la corrupción es la regla.
La decadencia ideológica del PLN también es evidente; ya no se trata de un partido que vota a base de argumentos y propuestas, sino un partido que vota según la cúpula elitista que más le convenga. Así podemos ver que tanto Laura Chinchilla como Johnny Araya son quienes poseen las campañas más caras y son, consecuentemente, quienes mayor cantidad de votos obtuvieron.
Durante los debates, esto quedó evidenciado por las diminutas diferencias entre los candidatos en cuanto a sus propuestas y argumentos, realmente risible.
Mientras tanto, las preguntas que pudieron haber definido profundas rupturas entre la visión de los candidatos, y a su vez imprimir verdadera originalidad a los debates, fueron esquivadas y evadidas.
En total, los debates liberacionistas se pueden resumir en declaraciones de buena voluntad y ataques personales. Nada sustancioso desde el plano ideológico y una preocupante carencia de propuestas reales.  
Para poder comprender qué es hoy el PLN, basta analizar el accionar del presidente Arias; mientras se desboca en la V Cumbre de las Américas hablando de la necesidad de ser ‘pragmáticos’, su partido lo refleja. El ‘pragmatismo’ puede llegar a ser oportunismo.
Así, por ejemplo, un presidente puede condenar a Cuba y tildarla de dictadura mientras que establece relaciones diplomáticas con ella. O llamar al presidente Chávez ‘dictador’ y ‘populista’ pero luego solicita el ingreso de Costa Rica a Petrocaribe, adulando la bondad de la ayuda que brinda Venezuela al continente.
Claramente, cuando un partido es guiado con personajes que carecen de principios, de ideología y de proyectos (más allá de los personales, claro está), no se puede llamar un partido de masas.
La preocupante falta de auto-crítica y el control efectivo de la estructura partidaria por parte de una minoritaria élite, conllevan a lo que puede ser un panorama cada vez más decadente para el partido en el poder.
Los frágiles cimientos que mantienen en pie la estructura del partido son, y serán, las fascinaciones mediáticas que pudimos presenciar, carentes de valor crítico y realista.

  • Gustavo J. Fuchs A. (Estudiante)
  • Opinión
National LiberationOpportunism
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