Figueroa: Notario de la patria inédita y Julius se presentan en los teatros de la Compañía Nacional de Teatro.
El costarricense José María Figueroa Oreamuno y el checo Julius Fucík reviven en el escenario como parte de la programación de la Compañía Nacional de Teatro, y traen de vuelta historias inspiradoras para los tiempos actuales.
En el marco del recorte presupuestario impulsado por el Gobierno en los ministerios, la Compañía Nacional de Teatro se ha visto forzada a realizar coproducciones con distintas personas y agrupaciones para no abandonar la programación artística, explicaron los directores de ambas obras.
Figueroa: Notario de la patria inédita se presenta en el Teatro de la Aduana hasta el 19 de julio. Es una coproducción entre la Compañía Nacional de Teatro, la Municipalidad de San José y el Archivo Nacional.
Por su parte, el montaje Julius fue producido por la CNT en conjunto con Rubén Pagura, conocido actor y director teatral que en este caso desempeña ambos papeles en solitario. La temporada termina también el 19 de julio.
JULIUS
“Julius es sin duda un ejemplo por seguir”, dijo el director y actor Rubén Pagura, cuando se refiere al personaje que encarna en el montaje.
El texto parte de la historia de Julius Fucík, periodista checo que escribió el libro Reportaje al pie de la horca desde una cárcel donde esperaba ser ejecutado por los nazis.
La trama transcurre en Checoslovaquia en 1903, donde el periodista estudió filosofía y fue militante del Partido Comunista.
Trabajó como crítico literario y teatral, y durante la ocupación nazi, publicó – utilizando un seudónimo – ensayos sobre personajes representativos de la cultura democrática checa.
El periodista fue detenido por la Gestapo – contracción de Geheime Staatspolizei, policía secreta del Estado – en abril de 1942.  Posteriormente fue torturado y finalmente ejecutado por los nazis el 8 de septiembre de 1943.
Su obra Reportaje al pie de la horca fue sacada hoja por hoja de la cárcel gracias a la complicidad de un carcelero, quien le facilitó papeles y ayudó a sacarlos.
Tiempo después de la muerte de Julius, su esposa Augusta Kodericová – conocida como Gusta Fucíková –editó el material acumulado por el carcelero y lo publicó en un libro que se ha traducido a más de 90 idiomas.
Por su valiente acto de guardar silencio a pesar de las torturas durante los interrogatorios,  Fucík fue galardonado en 1950 con el Premio Internacional de la Paz, a título póstumo.
Pagura rescata en la obra el valor, el apego a los principios, la valentía y sobre todo, el amor por la vida que muestra el personaje, mientras espera la muerte.
“Nací por la alegría, luché por ella y por la alegría muero” es la inspiradora frase que escribiera Fucík y que fuera catalogada por su viuda, sobreviviente de Auschwitz, como la más representativa de su esposo.
Pagura afirmó que el libro de Fucík y por tanto la obra, es una celebración de la vida, de lo bueno del ser humano, la esperanza, los valores.
Explicó que conoce el libro hace mucho tiempo y que le impactó mucho, al punto que quiso traducirlo al lenguaje de las tablas y llevarlo al escenario.
Así, empezó a trabajar el texto en diciembre del 2008 y el resultado es “muy fiel al espíritu y a la esencia de la obra”, ya que si bien es cierto se trata de un texto poético y artístico, es el relato de un acontecimiento real con personajes verdaderos.
Esta obra es el primer intento de Rubén Pagura de un montaje en solitario, ya que el mismo protagoniza y dirige el montaje.
Con la ayuda de cámara y computadora, el artista estudió, ensayó y construyó la totalidad de la obra.
Pagura finalizó diciendo que esta obra pretende conmover e inspirar, pues el protagonista es un todo ejemplo. “El tema es muy actual, se trata de defender los principios incluso si eso implica dar la vida por ellos, es una historia del valor del ser humano”, dijo.
FIGUEROA EL NOTARIO
Un texto del dramaturgo Jorge Arroyo que trata la vida de José María Figueroa Oreamuno, es la base de la obra Figueroa: Notario de la patria inédita, que dirige Bernal García y que se presenta en el Teatro de La Aduana.
La obra cuenta la historia del autor del Álbum de Figueroa, que reúne en 191 folios crónicas, descripciones, mapas, dibujos e impresos que relatan la historia de la Costa Rica del siglo XIX. Este álbum se encuentra en el Archivo Nacional, después de haber sido restaurado en España.
Según la información de la CNT, Figueroa nació en 1820 y creció en Cartago. Durante su vida vivió exilios y auto exilios, fue buscador de tesoros y minas, estuvo a punto de ser fusilado al caer en desgracia con el General Morazán, y fue acusado de dibujar pasquines insolentes.
Posteriormente descubrió una mina y Juan Rafael Mora quiso asociarse con él, pero como no accedió, fue perseguido y desterrado. Figueroa realizó distintas expediciones a Guatuso, Talamanca, Térraba y Boruca. 
Así, reunió una importante colección de folios con gran cantidad de dibujos y textos propios. Sus otros dibujos, cuadernos, planos y mapas, hoy se encuentran en colecciones privadas. Murió en San José, el 18 de agosto de 1900.
El director comentó que empezó a trabajar con textos y lecturas en octubre del 2008, y en diciembre inició el trabajo con el texto dramático, que en un principio estaba diseñado para un elenco de 70 u 80 actores.
En vista también de los recortes de presupuesto, fue necesario reducir dos veces la cantidad de actores, que finalmente quedó en 16 entre los que se encuentran Carlos Alvarado, Leonardo Perucci, Marcela Ugalde, Marta Matamaros y Andrés Montero.
“La obra funciona gracias al trabajo de los actores, que son verdaderos Figueroas”, dijo.
De acuerdo con García, el personaje principal “es un quijote a la tica, un irreverente que incomodaba a las autoridades de su tiempo y que tuvo que sufrir la cárcel y el exilio como todos los que han querido decir la verdad”.
“Es tan vigente el tema, que yo podría comparar a los Mora con los hermanos Arias”, dijo, refiriéndose a los personajes que trataron de acallar la voz de Figueroa.
García relató que en vista del recorte de fondos, se le solicitó dirigir este proyecto de Gustavo Rojas, el cual aceptó gustoso pues se considera nacido en la CNT y “ahora, que estoy cerrando mi ciclo, me alegra hacerlo también con la compañía”.
“Apoyar a la Compañía es muy importante para mí, en especial con esta obra que es la última que presenta en su sede en La Aduana, ya que el gobierno se la quiere quitar”, afirmó.
Además indicó que le encantó el argumento de la historia, pues se identifica con la lucha de Figueroa por denunciar los acontecimientos.
Ambas presentaciones se llevan a cabo de jueves a domingo, a las 8 p.m. y Figueroa: Notario de la patria inédita da una función adicional los domingos a las 5 p.m. Además para ambos espectáculos la entrada general tiene un costo de ¢2500, estudiantes y ciudadanos de oro pagan ¢1250.
 

Estrenan El lugar de los seres imaginados
La historia de un escritor quien junto a otro hombre y una mujer, se esconde en una estación de trenes durante la segunda guerra mundial a esperar que todo acabe mientras escribe, observa y escucha lo que ocurre, es la que cuenta la obra El lugar de los seres imaginados.
Según la información difundida por el Teatro Nacional, González afirma que «esta es la historia de un escritor que está luchando por tratar de transmitir algo, algo importante para los lectores. Está en conflicto, en una situación máxima, encerrado en una estación del tren, y afuera hay guerra”.
Esta obra es una codirección de María Silva y Mariano González, a quienes se suma Bernardo Barquero en la actuación.
Silva es egresada de la Escuela de Artes Dramáticas de la Institución Teatral «El Galpón», de Uruguay y ha trabajado en ese país, en México y en Costa Rica como actriz, gestora cultural, productora y directora artística.
González, por su parte, estudió Artes Dramáticas en el Instituto de Bellas Artes y en la Universidad Autónoma de México (UNAM). Formó parte del elenco fundador de la Compañía Nacional de Teatro de Costa Rica y ha trabajado como actor en más de 130 montajes.
El lugar de los seres imaginados se presenta en el Teatro Vargas Calvo de jueves a sábado a las 8 p.m., y los domingos a las 5 p.m. La entrada general tienen un costo de ¢ 2500 y se puede reservar en el teléfono 2257-1612 o en el sitio web www.teatronacional.go.cr