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Afirman que las empresas no tratan el rastrojo de la piña y lo dejan pudrirse, lo cual produce grandes cantidades de moscas que afectan al ganado.
Los ganaderos de la Zona Norte demandarán al Estado pues consideran que no ha actuado de ninguna forma para ayudarles en el problema que tienen con la mosca que se origina en los cultivos de piña.
Así lo hicieron saber a UNIVERSIDAD un grupo de afiliados de la Cámara de Ganaderos de San Carlos, quienes invitaron a este Semanario a conocer de cerca la situación que viven desde que las plantaciones de esa fruta se instalaron en la zona hace casi 15 años.
Al igual que lo hicieron los pequeños productores de la región del Caribe, los productores de La Trinchera y Veracruz de Pital de San Carlos y de comunidades aledañas, atribuyen al cultivo de la piña la gran cantidad de moscas que acosan a su ganado.
MAL MANEJO
Álvaro Álvarez tiene más de 40 años de vivir en La Trinchera de Pital y afirma que desde que llegó la piña a la zona, ha sido una lucha constante no solo con las empresas, sino también con los funcionarios de gobierno que no atienden sus quejas.
“Las empresas no tratan el rastrojo del cultivo y lo dejan pudrirse, eso produce grandes cantidades de moscas, que son terribles para el ganado. Pero uno va y habla con la gente del Ministerio de Agricultura y están hechos una sola “piña” con las piñeras”, comentó.
Álvarez acompañó a UNIVERSIDAD hasta una de las fincas piñeras de la zona, donde quedó evidenciado el mal manejo del restrojo, el cual se pudre al aire libre, entre el barro húmedo.
Según este ganadero, los documentos del propio Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) señalan los efectos que produce la mosca que sale de los cultivos, entre los que se incluyen anemias y anaplasmas en los animales.
“Nosotros queremos hacer un solo frente con los ganaderos del Caribe, a ver si así nos ponen más atención y solucionamos esto de una vez por todas, porque estamos perdiendo mucho”, afirmó Álvarez.
Este sancarleño indicó que han sido muchas las instancias a las cuales se ha recurrido sin éxito, entre ellas el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA), reuniones con el entonces jerarca del MAG, Alfredo Volio y visitas a la Comisión de Asuntos Agropecuarios de la Asamblea Legislativa. “Todo se reduce a mandar papeles de aquí para allá, visitar gente y presentar quejas. Pero ya estamos cansados y por eso nos organizamos para demandar al Estado que no ha hecho nada por solucionarnos este problema”, advirtió.
Para este ganadero, es triste ver el estado en que quedan las reses afectadas por las moscas, pues pierden mucho peso y se vuelven muy débiles, hasta que llega el punto en que mueren.
“A mí se me han muerto dos terneras, porque cuando usted las ve ya tienen una anemia, y de tanta mosca estos animales no tienen tranquilidad, viven estresados y no saben ni dónde ponerse para quitarse la mosca de encima”, expresó.
En su criterio, también es preocupante la situación de los mantos acuíferos y los ríos cercanos a las plantaciones, pues las fumigadoras pasan chorreando sus químicos sobre los cauces y es fácil ver peces, ranas y otros animales morir debido a la presencia de estas sustancias.
“Necesitamos saber qué cantidad de esos productos llega al agua que tomamos, por eso pedimos que se hagan análisis de las aguas”, explicó.
ALTOS COSTOS
Al igual que don Álvaro, el ganadero de Veracruz de Pital, Javier Rojas, también ha perdido varios animales como consecuencia de la mosca, lo cual ha tenido un costo económico importante.
“Yo perdí un toro, unas terneras y algunas vacas, otras las hemos recuperado con inyecciones, pero es mucha plata la que se gasta en medicinas. Un animal no baja de entre medio millón y ¢400.000. A la última que se murió le metí por lo menos ¢80.000 en medicinas”, aseguró Rojas.
A diferencia de algunas comunidades del Caribe, donde las empresas piñeras al menos han colaborado colocando plásticos untados con un químico que atrae y atrapa a las moscas, en Pital las compañías no parecen preocuparse mucho.
“Donde vivo no ponen nada, una vez pedí que las pusieran y lo que mandaron fue cinco bolsas. Entonces he tenido que poner mis propias bolsas, que son entre 30 y 40. Esos plásticos hay que cambiarlos al lo menos día por medio, porque es tanta la mosca que se llenan muy rápido”, explicó.
Aseguró que inclusive él ofreció a las empresas que ellas pongan el producto y él se encarga de colocar los plásticos, pero éstas no han mostrado el más mínimo interés en el asunto.
Mariano Quesada mostró a UNIVERSIDAD la forma en que uno de sus animales ha sido especialmente afectado por la mosca. La bestia (ver fotografías) se mostraba muy flaca, y con varias partes de su cuerpo sin pelo; al tiempo que luchaba sin descanso por quitarse las moscas de encima.
“A este animal le hemos puesto muchos antibióticos, antes la tenía en otra finca, pero allá la atacaron más todavía; estoy haciendo todo lo posible por recuperarla”, comentó.
DEMANDA NECESARIA
Estos tres ganaderos junto a otros afiliados a la Cámara de Ganaderos de San Carlos, sostuvieron una reunión donde estuvo presente este periodista de UNIVERSIDAD, en la cual solicitaron al presidente de la organización, Joaquín Rodríguez, su respaldo para una demanda.
Los quejosos manifestaron a Rodríguez su “cansancio” de no encontrar una solución al problema que les ha traído el cultivo de la piña y el hecho de que los funcionarios del Ministerio de Agricultura y Ganadería en la zona no responden a sus requerimientos.
Álvaro Álvarez afirmó que uno de estos funcionarios realizaba las inspecciones a las fincas casi “sin bajarse” del carro, y en claro compadrazgo con los empresarios piñeros.
“Venimos a ver si contamos con el apoyo de la Cámara para que nos ayuden a plantear una demanda contra el Estado, contra el Ministerio de Agricultura y contra el Servicio Nacional de Seguridad Animal; si la cámara no nos apoya, en todo caso plantearíamos la demanda por nuestros propios medios”, afirmó Álvarez en la reunión.
El presidente de la Cámara de Ganaderos, respondió que conoce de la problemática que afecta a varios productores desde hace tiempo, pero que la decisión de demandar debía ser tomada por la junta directiva en una reunión posterior.
Luego la Cámara de Ganaderos tomó la decisión de poner a su nombre la demanda en contra de las instituciones citadas.
Joaquín Rodríguez declaró que es necesario dar solución inmediata a este problema que se ha extendido durante mucho tiempo.
“Tienen que hacer algo, y las personas que están en el negocio de la piña tienen que ser totalmente conscientes de que todas esas inversiones que deberían hacer para corregir esto, para que podamos convivir con las diferentes actividades”.
Rodríguez aclaró que no está en contra del cultivo de la piña, ni de que alguien ejerza su actividad productiva, pero fue enfático al afirmar que se debe poner orden a la producción de la polémica fruta.
“Nadie tiene derecho a exigirle a uno a cambiar de actividad simplemente porque les dio la gana, yo personalmente como empresario soy muy consciente de que cada uno debe ser respetuoso de las leyes del país, de las condiciones sociales y ambientales, y de que debemos producir con responsabilidad”, expresó.
Denuncian tala cerca de río Peñas Blancas
JAVIER CÓRDOBA MORALES([email protected])
Mientras UNIVERSIDAD realizaba la visita a los ganaderos de Pital de San Carlos afectados por la mosca producida por los cultivos de piña, se conoció también la denuncia de una tala indiscriminada en la orilla del río Peñas Blancas.
Osvaldo Hidalgo, operador turístico que trabaja cerca de la margen de este río, mostró cómo una finca piñera que se prepara para cultivar, arrasó con el bosque que protegía este cauce casi hasta su orilla.
Según Hidalgo, la responsable de esta acción es la empresa Agromonte, en la cual tiene participación como propietario el presidente de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (CANAPEP).
Hidalgo mostró a UNIVERSIDAD cómo la preparación de la tierra para cultivar piña llegó hasta unos pocos metros de la orilla del río, el cual quedará separado del cultivo por una ligera pendiente.
“Ellos no tienen permiso para sembrar piña ahí, quizá ellos lo tengan para algunos proyectos pero no para este. Por la forma en que hicieron la tala nos damos cuenta de que no tienen autorización, pues hay que dejar sin talar por lo menos 50 metros desde la orilla”, afirmó Hidalgo.
Este pequeño empresario de turismo rural ofrece sus servicios en una casa, en la que es contratado por operadores de la zona para ofrecer a las personas visitantes la experiencia de convivir con una familia costarricense.
“Trabajo con cuatro empresas: Ríos Tropicales, Jacamar, Los Lagos y Aventuras Arenal, yo les vendo aquí la pasantía con una familia costarricense y ellos vienen en balsa por el río. Además hay otras cinco empresas que están trabajando cerca del río, porque no pudieron hacerlo más en el río Sarapiquí”, afirmó.
Hidalgo comentó que desde el año anterior en esa finca se inició la tala hasta la orilla del río, por lo cual él reclamó y se detuvo la coarta; pero este año volvieron hasta dejar solo una delgada fila de árboles.
“Ahora me ofrecieron que iban a respetar 10 metros desde la orilla, pero eso no me sirve de nada si ya cortaron los árboles. También ofrecieron reforestar, pero solo sembraron 130 árboles, cuando ellos cortaron por lo menos 500 por hectárea”, relató.Indicó que se está realizando un censo de hoteles y operadores que aprovechaban esta parte del río para ofrecer paseos a los turistas y la oportunidad de que observaran monos y aves.
“Queremos demostrarle al gobierno que el río da más ganancia y mantiene a más gente con empleo que la piña que ellos producen aquí”, expresó Hidalgo.
UNIVERSIDAD consultó al presidente de CANAPEP, Abel Chaves, respecto de esta situación, en la que reconoció su participación en Agromonte.
Agregó que el terreno en que se va a desarrollar este cultivo está alquilado a dos empresas, por lo que visitará en los próximos días el lugar para corroborar si se trata del mismo sitio de su empresa, para luego responder por lo sucedido.
Reconoció haber sido invitado por Hidalgo a conversar sobre el tema “en actividad de carne asada”, a lo cual no accedió, pues le pareció una actitud extraña.
“Yo a esas cosas no voy, si tiene algo que denunciar, pues que lo haga”, afirmó.
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