La OIM habilitó la línea telefónica 911 para atender denuncias y consultas de la población relacionadas con la trata de personas.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) presentó una cruzada regional en contra de la trata personas, el pasado 23 de julio en San José. La campaña “No más trata de personas” consiste en divulgar información para prevenir lo que se conoce como “esclavitud moderna”.  Esta misma también se realiza en otros países centroamericanos y México.
Consiste en un esfuerzo en conjunto con la Coalición Nacional Contra la Trata de Personas para crear conciencia en los ciudadanos, visualizar el delito y sensibilizar a la población de que cualquier persona podría ser víctima de una red de trata de personas, explicó Ana Beatriz Fernández, coordinadora de la campaña.
Fernández manifestó que lo más preocupante es que las personas piensen todavía que eso pasa en otros países pero no en Costa Rica, considerando que el país es origen, tránsito y destino de personas víctimas de la trata.
Con el fin de atender denuncias y consultas de la población sobre este tema se habilitó la línea telefónica 911, asociados con el sistema de emergencia, donde profesionales especializados atenderán los casos. “El establecimiento de estas líneas de emergencia ha sido un proyecto impulsado en los últimos años por la OIM y tiene como objetivo el desarrollo de mecanismos de referencia interinstitucional para la derivación y la atención de las víctimas de trata y el trámite de las denuncias” dijo Ana Hidalgo, coordinadora de la Unidad Regional contra la trata de OIM.
La campaña además incluye espacios televisivos y radiofónicos, material gráfico como afiches y postales y una radionovela de diez capítulos llamada «Pueblo de Paso «, del Centro de Comunicación Voces Nuestras.
La funcionaria de la OIM explicó que las personas migrantes por su condición están propensas a ser víctimas de la trata, razón por la cual parte de la estrategia de divulgación se concentrará en alcanzar a estas poblaciones.  “Estamos haciendo un esfuerzo por impactar lugares como la zona norte, Pérez Zeledón y Limón para tener un radio de alcance mayor” dijo.
El documento “Guía Anotada del Protocolo Completo de la ONU contra la Trata de Personas” de la organización Global Rights define la trata como “el reclutamiento, el transporte, la transferencia, acogida o el recibo de personas, por cualquier medio, para el trabajo o servicios forzados, la esclavitud o prácticas similares a la esclavitud, la servidumbre o la remoción de órganos.»
“NO MÁS TRATA DE PERSONAS”
En el marco de la presentación de la campaña, se realizó un conversatorio denominado “Desafíos actuales en relación a la trata de personas”, en el que participaron representantes del Poder Judicial y organizaciones vinculadas a las migraciones y derechos humanos. Alejandra Morales, directora de la Defensoría de la Mujer señaló en su intervención que es necesario releer el concepto de víctima, en el sentido de que no se debe confundir a una víctima de trata con una persona migrante para no caer en una revictimización.
En su disertación,  Francisco Dall’Anese, Fiscal General de la República, insistió en la responsabilidad del Estado en la prevención de la trata y fue concluyente en afirmar debe existir una política de prevención criminal.
En junio la Asamblea legislativa aprobó en primer debate la Ley contra el Crimen Organizado. Esta nueva legislación permitiría tipificar y sancionar los crímenes relacionados con el tráfico de drogas, delitos sexuales y trata de personas entre otros.
Actualmente la trata de personas está penalizada en artículo 172 Código Penal. Sin embargo, según un estudio regional sobre la normativa en relación con la trata de personas de la OIM, en la ley no existe conectividad entre el delito de trata y otros conexos como delitos sexuales, delitos contra la libertad individual, delitos de tráfico ilícito de personas, delitos contra la vida, etcétera.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la trata de personas debe manejarse no como un delito aislado, sino como un proceso delictivo que inicia desde el momento de reclutamiento hasta la explotación.