Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Existen obras intelectuales modernas que enfatizan el grado en que la re-simbolización es fundamental a la estructura del ser pensamiento y del ser persona.
Incluyen algunas de estas obras, un análisis hermenéutico del símbolo como hecho básico humano. Tal es la obra del profesor Martínez H. de la Escuela de Psicología.
En el proceso se busca incluir la mitología como un lenguaje fundamental de esa re-simbolización. Con ello las religiones primitivas, pre y post cristianas, comienzan a ganar fuerza explicativa, pues lo mitológico se considera inherente al humano y su existencia crea el hombre religioso. Lógicamente se corre el peligro de definir lo mítico y lo religioso como una función de la mente simbolizante y no un hecho de la revelación y de la adoración. Lo religioso permite la posibilidad de adentrar más en la psique en búsqueda de lo sacramental, como ese hecho de resimbolización adonde Dios habla con el hombre y el hombre le contesta a Dios. El Homo Viator de Gabriel Marcel y los arquetipos de la gran jornada de la vida, se comienzan a explicar como una jornada en compañía de una Deidad, que cariñosamente y amorosamente acompaña al hombre.
La problemática yace en identificar lo hedónico con la pulsión de lo erótico deificado en esa jornada. La sacramentalidad de la mente y el espíritu humano, se basa en el hecho de que hay una sacralidad interna y externa en la jornada. En ausencia de ese estado deificado, queda solamente la transformación de Eros en hedonismo, que observamos hoy en día en el consumerismo y la llamada liberalidad sexual, adonde la libertad pequeña burguesía ha sustituido al matrimonio y a la castidad como posibilidad del amor, el cariño y el recogimiento.
El Casti Connubi de Pío XII, nos recuerda, si bien escrito en la estilo de la curia romana, de que hay un vector en la sexualidad que apunta hacia amor, hacia el cariño y hacia la caridad, más no hacia el hedonismo. Eros debe culminar en Ágape. Debemos tomar en cuenta la crítica de John Saxe, recientemente publicada en este Semanario, adonde el Estado se volvió el negocio del empresario y lo empresarial, el tutor estatal. Este, a la vez genera el estado crediticio y eso llega a introducir la fragilidad del deudor público y del ciudadano dentro de la economía capitalista. Si explotamos a ese ciudadano, a esas gentes de Dios, estamos amenazando el estado crediticio. El capitalismo creó su propia Némesis, al crear un estado crediticio que incorporara al explotado en la economía.
Por ende las quiebras que han ocurrido, comienzan en compañías principalmente crediticias. Eros transformado en Hedonos, es solamente uno de los daños causado por los horarios de reforzamiento de la sobre estimulación de la compra y de la venta. Otro daño es la transformación de Tanatos en violencia social e individual. La individualización sana, que ocurre a través de Tanatos, como elemento positivo de lo agresivo, sea sublimado o transformado sacramentalmente, llega a convertirse en el desafío de las leyes morales internas que suplican del hombre una vida con mesura y austeridad.
Todo es posible en el capitalismo irresponsable. El mundo descrito por Aldous Huxley (ese Brave New World o Mundo Feliz), adonde se representan las libertades humanas como lo ridículo, hace paralelo a los desafiantes modelos anorexogénicos actuales de ropas nuevas. Sirven para pervertir el elemento agresivo al elemento de compra y venta. Si ser libre es ser desafiante, tenemos una un hecho del no significado Produce una perversión en lo hermenéutico. La resimbolización es desviada hacia lo desafiante de las costumbres morales y virtudes ciudadanas. Se interviene demasiado el símbolo humano de lo bueno, para reforzar solamente lo desafiante, como medio de romper las costumbres de la moralidad de venta. Consecuentemente ocurre, un viaje hacia la violencia como resimbolización errada.
El proyecto de ser que nos habla Heidegger y ciertamente enfatiza Sartre, son naufragados ante lo insignificante de comprar, de vender y obtener un crédito para hacerlo. Si ser es deber un crédito, pagar el crédito e incurrir uno nuevo, debe ser el cielo. El capitalismo salvaje de que habla Juan Pablo II y ha vuelto a enfatizar Benedicto XVI en el Brasil, es un hecho de la manipulación también de la psique, del alma y corazón humano.
El hombre en jornada, se pierde en el camino, cuando los falsos pastores entronizan el comprar, el vender y el pagar el crédito, como la salvación. Homo Creditus no es Homo Viator. Y esto porque no hay vía redentora para la perversión de Tanatos en violencia. Solamente hay desesperación que termina en crimen.
Es necesario echar a lo mercaderes del templo de la mitología y de la sacralidad. La resimbolización no debe tener elementos que produzcan mitologías de compra, venta o crédito. No deben haber sabotajes de la jornada de Dios con el hombre, a través de un lenguaje que le hace perder su camino hacia lo sacro. Quizás Kraeplin, Kraft-Ebing y Freud notaron las primeras perversiones y el ataque dañino a la simbolización viene desde principios del siglo XX. ¿Caramba, si eso fuera así?
Este documento no posee notas.