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El papel de la prensa y los cambios en América Latina son abordados en esta entrevista con el periodista Eleazar Díaz.
El debate sobre la prensa está sobre la mesa. En las últimas semanas, el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, lamentó del papel que está jugando la cadena Fox contra su gobierno.
Enfrentado a enorme resistencia para promover una reforma al sistema de salud en los Estados Unidos, Obama lidia con una campaña que lo acusa de querer implantar la eutanasia y decidir cuándo tienen que morir ancianos y enfermos, acusaciones que son absolutamente falsas.
El Presidente Lula, en Brasil, reclama lo mismo. Hugo Chávez afirma que “la prensa venezolana es el cinismo hecho comunicación” y Rafael Correa se enfrenta a la divulgación por un canal local de sus conversaciones privadas en la casa de gobierno.Ciertos medios de comunicación, transformados en puntas de lanza de la resistencia contra los cambios políticos en América Latina, hacen necesario replantear el debate en torno a la libertad de prensa.El periodista venezolano Eleazar Díaz Rangel, director del diario Últimas Noticias, en Caracas, estuvo en Costa Rica la semana pasada, donde dio conferencias sobre Los medios en épocas de cambio y planteó al Semanario UNIVERSIDAD sus preocupaciones con estos temas.
Hay un creciente reclamo de dirigentes políticos latinoamericanos ante el papel de cierta prensa muy conservadora. ¿ A qué se debe eso? – En enero pasado leí unas afirmaciones del presidente Lula, de que le daba acidez leer la prensa en Brasil. En una oportunidad Lula estuvo en Venezuela para inaugurar un puente y dijo que había observado la campaña de los medios contra Chávez, creyendo que eso se daba solo en Brasil; pero que en Venezuela era aun peor.O sea, aun en Brasil, donde no hay un proceso de cambio revolucionario, sino una administración que podemos llamar independiente, también se da esa actitud de la prensa, como con el gobierno de Correa, en Ecuador; o Evo Morales, en Bolivia,En todos los países donde hay procesos de reformas, moderadas o no, en Argentina, Uruguay, Nicaragua o El Salvador, ha habido un cambio en el papel de los medios. Normalmente los medios tenían por lo menos dos candidatos para elegir, que representaban más o menos los mismos intereses. Pero, en las últimas elecciones en América Latina, se han alineado con un aspirante, porque el otro representa intereses distintos a los de esos medios.La escritora mexicana Elena Poniatowska, relata en su libro Amanecer en el Zócalo el papel de los medios en las pasadas elecciones, la toma de posesión de Felipe Calderón y las protestas de Andrés Manuel López Obrador, el candidato del PRD que denunció un fraude electoral. Los medios invisibilizaron sus protestas. O sea, esto se ve incluso en México y en Perú. Se observa un intento por cambiar. Lo que ocurría con los medios en Venezuela se ha extendido a otros países de la región.
¿Los medios han desempeñado siempre un papel de crítica? ¿Eso debería cambiar?
–No se trata de que los medios no asuman posiciones políticas frente a los procesos electorales. Lo criticable es que pongan la información al servicio de sus intereses y que para eso oculten, manipulen la información para favorecer a algún candidato.Aquí hay un problema de ética, de principios fundamentales del periodismo, como la búsqueda de la verdad, que parece estar hoy ausente en todos esos países donde el periodismo no está cumpliendo su rol de informar la verdad.En estas circunstancias, en una época de cambios, como la llama Correa, esa realidad se hace mucho más notoria.Hace unos meses la Organización de Estados Americanos (OEA) decidió abrir una investigación sobre la libertad de prensa en América Latina. ¿Por qué salió este estudio? Porque dadas las denuncias contra el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el embajador de ese país, Jorge Valero, hizo una propuesta para estudiar la situación de la libertad de prensa en América Latina.Yo presenté una propuesta a esa comisión, dirigida a investigar la situación de esos países donde se le niega el derecho a los respectivos pueblos a ser debidamente informados. Pero después no se qué pasó con ese estudio.
Ese debate en torno a los medios ha sido particularmente agudo en Venezuela. ¿Está en peligro la libertad de expresión en su país?
– En la discusión sobre la nueva ley de educación, por ejemplo, se difundió que el Estado le iba a quitar la patria potestad a los padres, que se iba a ocupar de la educación de los hijos por varios años, antes de devolvérselos, y mucha gente lo creyó, a pesar de que no había ningún artículo que siquiera señalara eso.Chávez ha planteado una transformación de la economía, de capitalista a socialista, conservando diversas formas de propiedad. Con base en eso se han desarrollado muchas estructuras colectivas de producción y aunque el movimiento cooperativo no ha tenido el éxito esperado, ha habido avances.Pero la realidad es que en ese camino, se ha andado poco. Los estudios revelan que todavía la economía capitalista predomina sólidamente. El PIB del sector privado es muy superior al del público.
Cuando Chávez habla de “socialismo del siglo XXI”, ¿de qué está hablando?
– Cuando Chávez habla de una sociedad socialista, siempre le pone el adjetivo “del siglo XXI”, para que no se parezca al del siglo XX. Uno de los rasgos distintivos de ese modelo de socialismo son las varias formas de propiedad de los medios de producción. Eso es posible en Venezuela por el enorme peso de la economía petrolera.Otra diferencia es el pluripartidismo y la libertad de expresión. Esos serían tres rasgos de ese modelo del siglo XXI del que habla Chávez, como se deduce del proyecto de constitución que él presentó hace dos años y que fue derrotado en un referendo. Pero si nos basamos en este proyecto, ahí se conservaba la libertad de expresión y de los medios. Dentro del proceso hay divergencias. Hay sectores más radicales que no toleran propiedad privada de los medios de producción. Pero el peso de Chávez es muy sólido como para que las tendencias más radicales pueden afectar o desviar el proceso.Por otro lado, una de sus debilidades es la falta de un partido organizado, ideológicamente claro, y que recién ahora, se está formando: el Partido Socialista, el cual no tiene siquiera estatutos todavía. Eso se explica quizás porque Chávez nunca tuvo una militancia política, ya que se formó en las fuerzas armadas. Quizás eso no le permitió ver la importancia del partido en el proceso que él está dirigiendo.
Ud. dirige Últimas Noticias, un periódico de gran circulación, aunque que pertenece a un empresario opositor. ¿Cómo funciona ese medio?
– Últimas Noticias es un periódico fundado en 1941 por un grupo de periodistas exiliados durante la dictadura de Gómez (1908?1935), que formaron el primer tabloide en Venezuela. El periódico tuvo un gran impacto, siempre tuvo mucha circulación popular, pero también problemas económicos. Luego el empresario Miguel Ángel Capriles lo compró. Coincidiendo con el proceso de cambios políticos, el periódico pasó a manos de un hijo de Capriles, que no apoya el proceso, y quien hace nueve años, me llamó para asumir su dirección. Eran los años muy duros de 2001 y 2002, cuando dieron un golpe a Chávez y se declaró una huelga petrolera que duró más de dos meses.Nosotros somos hoy el periódico de más circulación en Venezuela. De lunes a sábado duplicamos la circulación de los dos medios que nos siguen – El Nacional y El Universal– sumadas. Los domingos tenemos la misma circulación, nosotros y ellos dos juntos.Eso se explica porque hacemos un periodismo apegado a la verdad. Si algo favorece al Gobierno, se publica; pero también se publica si no lo favorece. Hacemos en diarismo equilibrado, todos los acontecimientos importantes tienen dos opiniones. En la página de opinión escriben articulistas de uno y de otro lado, mientras la demás prensa es sesgada, antigobiernista en la inmensa mayoría. Nosotros mantenemos un equilibro.Hoy no se publica ni se deja de publicar nada por presión gubernamental. Lo que no se publica es porque sus dueños no lo quieren.
¿Cuáles son las perspectivas de las relaciones de Chávez con el gobierno de Obama?
– Este es un proceso que tiene un adversario muy poderoso que es la política de Estados Unidos. Con Bush fue muy evidente, pero los mismos factores adversos se mantienen, aunque aparezcan con un nuevo estilo. Washington ha reactivado su IV Flota, en el Atlántico, una fuerza surgida en la Segunda Guerra Mundial para proteger los barcos aliados de los submarinos alemanes y que después desapareció. ¿Por qué, en julio del 2008, se reactiva la IV Flota?, se lo preguntó el gobierno de Brasil a los Estados Unidos.A esto se añaden las bases que van a utilizar las fuerzas militares de EE.UU. en Colombia, las cuales estarán al servicio de los intereses estadounidenses, por encima de los intereses colombianos. Nosotros tenemos que saber para qué se van a utilizar esas bases, pero Uribe se negó a mostrar el texto del acuerdo firmado con EE.UU.Uribe no pudo demostrar, en la reciente reunión de UNASUR, en Argentina, que las bases van a ayudar a combatir el narcotráfico y las FARC que, en realidad, están en su momento de mayor debilidad en las últimas décadas.
9-set-09
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