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El deporte de competencia universitario tiene orígenes en la antigua y precursora casa de enseñanza de estudios superiores universitarios de la Universidad de Santo Tomas.
Por ahí de los años 1935 -36 un equipo de baloncesto, «Universitarios», participaba en los campeonatos de la época. Luego en el año 1943 se registra una exitosa participación de un equipo de fútbol, de la ya nacida Universidad de Costa Rica, el cual quedo campeón nacional. Uno de los tres hitos del fútbol costarricense.
Más adelante, en 1966, aparece el primer registro de la Asociación Deportiva Universitaria (ADU), cuyo nombre y actividades perduran hasta la fecha (sin duda la asociación deportiva de mayor continuidad y permanencia), como asociada de la mayoría de las Federaciones y Asociaciones Deportivas de representación nacional y de otras de nuestro país.
Épocas en donde dos «Rodrigos» incursionan en la palestra universitaria, Don Rodrigo Leiva y Don Rodrigo Pacheco López («Pache»).
Ambos estudiaron Kinesiología en Chile, donde a la vez practicaron en forma organizada el fútbol. Hemos de entender que su experiencia deportiva la trasladan a Costa Rica. Inician programas que se unen en las actividades deportivas y recreativas internas y de representación nacional de la Universidad de Costa Rica. En el año 1968 muere don Rodrigo Leiva dejando un gran legado, que recoge su amigo Rodrigo Pacheco.
Se empiezan a sembrar semillas de crecimiento del deporte universitario. Se realizaban las Olimpiadas Universitarias que dan origen a los torneos internos de la universidad. La vieja cancha de fútbol de ese entonces, y hoy aún contigua a la Facultad de Derecho, junto con las desaparecidas canchas de tenis, de voleibol y baloncesto, ubicadas donde se encuentra actualmente el parqueo y edificio que alberga la Rectoría y el Consejo Universitario, fueron la base de crecimiento de ese deporte universitario interno y de representación de la más antigua y hasta la fecha Universidad del país.
Quienes hoy recordamos con mucha nostalgia eso y los que se unieron después a ese deporte universitario tenemos muy presente el trabajo, la labor y el ahínco que Rodrigo Pacheco López («Pache» en adelante) le imprimió a ese deporte universitario.
Supo juntar por casi una década a los mejores deportistas, entrenadores y dirigentes que impulsarían la participación del deporte universitario en los dos sectores. A lo interno existía una especie de comité organizador de los torneos internos, llamado «Consejo Asesor Deportivo» y a lo externo la ya mencionada Asociación Deportiva Universitaria, dentro de la cual ilustres personalidades -profesores universitarios como don Ismael Antonio Vargas- formaron parte de su junta directiva.
Grandes entrenadores de diferentes deportes se agruparon alrededor del deporte universitario de representación, como Rodolfo Ulloa, Gregorio Boyer, Rodolfo Tabash, Alfredo Segú, Luis Castro, Aquiles Won Ku Yang, Miguel Masís o Walter Taylor.
Dirigentes deportivos como Jaime Weisleder, Eduardo Mora, Gabriel Zamora, Alfonso Chaves, Alejandro Abellán, Héctor Mejía o Mario Segura. Y muchos que sería interminable esta lista, que acompañaron a la Universidad, que así se llamaba en la jerga deportiva por ser Universidad de gran prestigio y además por ser la única.
Durante esa década que hablamos la Universidad logró acaparar la mayor cantidad de títulos de campeón en un solo año, campeona en más de doce campeonatos a nivel nacional.
Quienés no recordamos del baloncesto aquellos llenazos de la época de los 71, 72 y 73, en el Gimnasio Nacional, cuando la Universidad y el Colegio Seminario libraron lindos desafíos, así como los llenazos en «La Cueva», el estadio de de futbol de Moravia, cuando «la aplanadora» el equipo de futbol de la Universidad en el 73, ganó el campeonato nacional de segunda división; así también podemos hablar del voleibol, natación, ajedrez, balonmano, atletismo, beisbol, judo, karate y tenis de mesa, entre otros.
También recordamos la participación de la Universidad de Costa Rica (1968) en los primeros Juegos Universitarios Centroamericanos en San Salvador, El Salvador (organizados por el CSUCA), donde un contingente de unos 60 jóvenes universitarios emprendimos un viaje por tierra (cuyo jefe de delegación era el profesor universitario de la Facultad de Odontología, Rafael Garita), en una de las experiencias más lindas del deporte universitario de la época, no sólo por la vivencia de los mismos juegos, sino por todo el acontecer del viaje y la brecha que se abría con él.
De seguido se organiza en nuestro país el «Campeonato Centroamericano Universitario de Fútbol», donde nuestra Universidad obtiene en forma invicta el campeonato. Jugadores como Hernán Carboni, Jorge Di Palma, Víctor Ruiz, Orlando Soto, Mario (Flaco) Pérez, entre otros y junto con Rodolfo Ulloa como entrenador, alcanzaron ese máximo cetro.
La reseña no queda ahí, sino que de ese campeonato, de las taquillas que se obtuvieron quedó un remanente, que junto con una partida que dio la Universidad sirvió para construir, en el mismo sitio donde estaban las canchas de voleibol y baloncesto, un gimnasio cubierto (ya desaparecido).
Tanto en esas canchas que hablamos y en el gimnasio cubierto, paralelamente se fraguó a la par del deporte universitario, la «marca», «la insignia» y las bases para que todo estudiante que ingresara a la Universidad recibiera cursos de «actividad deportiva», dentro de su plan de estudios en el Programa de Humanidades.
Era la época de 1968 y que se extiende hasta la fecha. Todo ello se fraguó, entonces, dentro de la Sección de Educación Física del Departamento de Bienestar y Orientación (D.B.O.) y a la vez se empieza a gestar el nacimiento de la «Carrera de Educación Física», creándose luego el Departamento de Educación Física y Deportes, que luego se une a la Facultad de Educación, para pasar a ser lo que hoy es la Escuela de Educación y Deportes de la Universidad de Costa Rica.
En todos los aspectos anteriores es donde aparece «El Maestro». En todas esas épocas señaladas ahí estaba «Pache» para impulsar el deporte. Aparece en el impulso y desarrollo de la «Actividad Deportiva» en Humanidades, que luego se le llamo «Estudios Generales». El Jefe de esa Sección de Educación Física que la impulsó fue «Pache».
Luego con su visión generó la creación del Departamento de Educación Física de la Facultad de Educación y fue su primer Director. Lo mismo ocurrió con la Escuela de la Educación Física y Deportes de la Universidad de Costa Rica, de la que también fue su primer director y se le nombró «Profesor Emérito», el mayor reconocimiento académico para un profesor retirado como lo es hasta la fecha.Logros sí, muchos aunados a su carrera profesional en la Kinesiología, jugador y dirigente del deporte nacional como Director General de la Dirección General de Educación Física y Deportes, así como Viceministro del ramo.
Logros, muchos logros en donde en todas sus manifestaciones, sin duda alguna, nuestro buen amigo Rodrigo Pacheco López («Pache») se manifestó como maestro, de la dirigencia, de los entrenadores, de deportistas, de sus alumnos y sobre todo para quienes tuvimos el honor de compartir con él, como profesor y Director de la Educación Física, del Deporte Universitario y del deporte nacional.
Pero sus acciones de maestro están unida a su alta calidad como persona. Impulsador de jóvenes, estimulador de talentos, franco, amistoso, esposo, padre de familia, abuelo, pero sobre todo amigo.
Hoy en las celebraciones de los XVIII Juegos Deportivos Universitarios (JUNCOS), de los cuales es el dedicado, manifestamos este reconocimiento a quien fuera un impulsor y forjador del Deporte Universitario, el cual no es solo competencia, sino que es talento, felicidad, amistad, concordia, reconocimiento.
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