Por razones personales de gran importancia para este servidor, tuve que tomar la decisión de renunciar a mi candidatura al Consejo Universitario por el Área de la Salud para el período 2009-2013.
Públicamente, debo agradecer al Tribunal Electoral Universitario todo el soporte brindado durante esta esporádica incursión en la política universitaria e igualmente, debo agradecer, a los profesores que tuvieron la paciencia de escucharme durante mis intervenciones en ese breve período.
Dicho esto, deseo aprovechar esta oportunidad, para compartir con la comunidad universitaria algunas lecciones aprendidas durante esta corta experiencia.
1- Existe un sentimiento generalizado en las sedes regionales de nuestra Universidad, de que periódicamente llegan unos y unas candidatas a los puestos de dirección superior, a ofrecer soluciones a los problemas que enfrentan, con la particularidad de que dichos problemas son los mismos que los anteriores candidatos y candidatas ofrecieron solucionar. Una de dos: o los problemas son en la práctica imposibles de solucionar o no tenemos la voluntad y/o capacidad para  hacerlo. Hablo de la interinidad, de los vacíos de nuestro Régimen Académico, del vínculo externo, de los campos clínicos para estudiantes de diversas carreras del Área de la Salud, del fortalecimiento de las sedes regionales.
2 – Existen varias universidades y no una Universidad de Costa Rica. Es tan disímil el desarrollo de nuestras Sedes Regionales entre ellas y comparadamente con la Sede Rodrigo Facio que parecen ser universidades diferentes. El sentir de la gente es que no existe equidad presupuestaria. A ciencia cierta, no tengo claras las razones, pero me queda claro que el tema debe ser prioritario para el Consejo Universitario, que debe propiciar políticas que promuevan verdaderamente el desarrollo regional de la Universidad de Costa Rica. Es simple: se trata de contribuir con el desarrollo nacional y esto es parte de lo que hay que hacer para impulsarlo.
3- Existe la percepción de que el Consejo Universitario no cumple con su razón de ser: conducir el rumbo de nuestra Universidad y  fiscalizar que se cumpla. Este es el papel de toda junta directiva y no hacer lo que perciben los universitarios: coadministrar. La administración es responsabilidad de la Administración Superior, valga decir de la Rectoría y la estructura con la que cuenta para hacerlo.
4 – El vínculo externo de la Universidad de Costa Rica no está cumpliendo con el rol que debe cumplir: la estratégica vinculación de la Universidad con el desarrollo nacional. En este campo, se puede citar un ejemplo concreto: el Programa de Atención Integral en Salud (PAIS). No se ha comprendido que este programa es probablemente el más importante vínculo externo de la Universidad de Costa Rica y no hemos logrado comprender que no es una Unidad Académica, ni un proyecto de acción social como otros. Esto no le permite su desarrollo y poder visualizarse en el futuro como el modelo de salud a replicar por el Sistema Nacional de Salud costarricense. Sobre esto hay mucho que decir y aportar, pero lo haré en su momento. Lo que está claro es que el PAIS está en riesgo y hay que rescatarlo. Pero como dijo Albert Einstein: “no pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. Si seguimos haciendo lo mismo, no podemos esperar resultados distintos”.
5- Otro ejemplo de estratégico vínculo externo que se debe promover, es el Laboratorio Nacional de Medicamentos que debe impulsarse y se está impulsando desde el INIFAR. Este laboratorio abre las posibilidades a nuestra Universidad para contribuir al desarrollo nacional y centroamericano en un tema muy sensible para nuestras sociedades: la calidad de los medicamentos. Además es uno de los grandes vacíos que poseen nuestros países. Igualmente, la Universidad tiene otra gran oportunidad para seguir creciendo como ejemplo de inserción social: el Hospital Universitario. Siempre ha sido una real oportunidad, pero nunca como hoy: la CCSS requiere crecer y ve en la Universidad de Costa Rica un aliado natural. No perdamos la oportunidad y hagamos la lectura correcta alejándonos de dogmatismos e ignorancias del entorno nacional.
6- Por último, existe una sensación de que la Universidad en muchas ocasiones, no hace lo que enseña. Cuando el Consejo Universitario coadministra, cuando los proyectos presentados por la comunidad universitaria no reciben en las instancias superiores el trámite correcto en términos de tiempo y análisis, cuando el desarrollo de la Sedes Regionales no permite hablar de una única Universidad de Costa Rica, cuando seguimos buscando solucionar el problema de campos clínicos como lo hemos hecho siempre, se percibe que enseñamos lo que hay que hacer pero no lo hacemos.