Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
En estos días por la prensa escrita se ha debatido sobre la historia del tribunal electoral en Costa Rica.
Un aspecto que merece indicarse es que el creador del tribunal electoral, con rango constitucional, fue la Asamblea Constituyente de 1949.
La coyuntura histórica ubicó la creación constitucional de ese tribunal de elecciones, durante la administración de la Junta de Gobierno, del grupo ganador de la guerra civil de 1948.
En las actas de la Constituyente Nos. 75, del tomo II, 1955 y 180 del tomo III, 1957 (Imprenta Nacional), se puede leer lo que los diputados discutieron y aprobaron. La mayoría de estos constituyentes no eran figueristas, su posición era anti-calderocomunista, en el lenguaje de los ganadores, gravitando la sombra de León Cortés y Otilio Ulate.Los derrotados de la guerra de 1948 fueron excluidos de la arena política como castigo, lo cual ocurre como hecho cierto, en estas circunstancias. El código electoral de 1946 fue promulgado por ley No. 500 del 18 de enero. En 1949, al Tribunal de elecciones se le dio rango constitucional ( artículos 99 a 104 de la Carta Magna), como parte de la reacción ante la argumentada, por los ganadores de 1948, corrupción política, administrativa y electoral del régimen de los 8 años (1940 a 1948). El TSE hace la declaratoria definitiva del resultado de las elecciones (artículo constitucional 102, inciso 8, de 1949). El tribunal electoral de 1946, tenía 3 magistrados nombrados por los tres Poderes Públicos . La declaratoria de ganador de Otilio Ulate, oponente de Calderón Guardia, la hicieron dos magistrados , José María Vargas y Gerardo Guzmán; y el tercero, Max Koberg salvó el voto. En ese momento histórico coyuntural, el Poder Legislativo procedía constitucionalmente, a decir la última palabra respecto del resultado de las elecciones. Y por ello declara la nulidad de las elecciones de 1948, lo cual es explicable ya que la mayoría de los diputados eran, según decía la oposición, calderocomunistas. Uno de sus efectos fue la guerra civil, donde resultó ganador José Figueres Ferrer y su gente.
Este documento no posee notas.