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Acceso a recursos como agua, tierra y conservación del ambiente son algunos de los frentes concretos que ponen ahora en pie de lucha a las comunidades.
El tema de las concesiones de obras y servicios públicos es el nuevo elemento post TLC que se está utilizando para vender al país, pero también es el nuevo aglutinante del movimiento social costarricense para reivindicar derechos, manifestó a UNIVERSIDAD, el sociólogo José Luis Vega Carballo.
“Hay una tendencia a resurgir de la lucha del movimiento social, que nadie ha provocado sino el Gobierno mismo con la aplicación de la Ley de Concesiones y la agenda complementaria”, afirmó.
Para el especialista, el resultado del referendo, aunque por muy estrecho margen, fue un golpe muy fuerte para gran cantidad de dirigentes y bases del movimiento social, quienes creyeron en un determinado momento que por la vía electoral convencional iba a ser posible no aprobar el TLC.
“Antes del 26 de febrero de ese año, la fuerza del movimiento social y político contra el TLC estuvo centrada en la lucha callejera y en un trabajo muy sistemático a todo lo largo y ancho del territorio nacional”, agregó.
En su criterio, el trabajo de organización y comunicación directa con sectores y comunidades, generado en torno al tema, había gestado las bases de una toma de conciencia nacional y de clase social que antes del proceso estuvo presente y aún hoy se mantiene. Así como estaban las cosas hasta esa fecha, el movimiento hubiera salido victorioso en la contienda.
Vega considera que hay luchas en este país que no pueden llevarse bajo ninguna circunstancia exclusivamente al plano electoral porque allí se pierden, ya que son enormes las desventajas de las organizaciones sociales y sindicales a luchar en este ámbito, reservado para los partidos políticos.
El referendo fue una estrategia de “descarrilamiento” del movimiento. “A esas alturas de la contienda, cambiar de estrategia era una locura, pero así sucedió”. “El gobierno se adueñó del proyecto y la historia no puede ni leerse ni interpretarse al revés, fue una derrota histórica”, dijo, pero a la vez, destacó que esta conciencia de lucha está lejos de morir.
Para Wilmar Matarrita, líder guanacasteco y presidente de CEDEAGUA , la amplia participación del pueblo en el referendo reveló el surgimiento de un nuevo liderazgo pero enfatizó que éste debe construirse de abajo hacia arriba, ya que esto hace que la democracia se enriquezca.NO HUBO VUELTA DE PÁGINA
En su análisis, Vega Carballo insiste en que aunque las “dictaduras de derecha” quieran controlar el movimiento social, será imposible hacerlo por razones de la dinámica propia de las sociedades que responde a lo que él llama la ley de la termodinámica social que hace que la energía de los movimientos sociales no se disipa ni desaparece sino que se transforma a través del tiempo y reaparece en distintos frentes de lucha.
Más que reducirse, menciona, el movimiento social de Costa Rica está siendo fortalecido por avances de carácter local, que van desde Crucitas, a Sardinal, pasando por la lucha de las costeras, la concesión de los muelles en Limón, el frente magisterial, entre otros, que sólo por el momento son locales, porque las evidencias indican que la rearticulación de este va viento en popa.
“En estos momentos está a punto de reconstituirse el Frente Nacional de Resistencia (FNR) al lado del cual está la Coordinadora Unitaria Sindical y Magisterial -que agrupa al menos un 80% de los sindicatos de Costa Rica- y la Comisión Nacional de Enlace, un brazo de acción del Consejo de Defensa de la Institucionalidad (CDI), que lleva más de 12 años en luchas contra la privatización neoliberal, cuya bandera más visible es la Ley de Concesión de Obra y Servicios Públicos”, afirmó Vega.
Para el psicólogo y activista Marco Fournier, lo que fracasó en el nivel político, no necesariamente sucedió en el nivel de movimientos sociales, tal y como lo revelan las distintas luchas surgidas en el país.“Por ejemplo, la lucha por el agua en Sardinal revela a un pueblo pequeño que ha sabido enfrentarse y ha logrado detener el proyecto”, acotó.
“El movimiento se está rearticulando y el Gobierno lo sabe perfectamente, aunque el habitante de Zapote no quiera ver la realidad actual. Yo les recomiendo que no duerman tranquilos, porque esto no quedó sellado ni se le dio la famosa vuelta de página que han proclamado algunos”, destacó Vega.
LA HERENCIA DEL REFERENDO
Según Matarrita, posterior al referendo, se generó una diáspora en el nivel de los movimientos sociales en Costa Rica. “La cultura política del país se vio impactada, no obstante, hubo cambio y avances importantes”. “Se demostró que en el liderazgo local, hay un poder que está surgiendo”, afirmó.En su criterio, sin embargo, los movimientos nacionales, sindicales y ambientales deben estar cimentados en fenómenos locales.
El referendo se constituyó en un proceso de formación política para las comunidades, donde el sector municipal aparece como un espacio necesario para lograr que estas puedan hacer uso para su desarrollo de los recursos que ellas o en ellas se producen.
“En Guanacaste tenemos varios frentes de lucha activos. Uno de ellos es la lucha por el tema de la semilla criolla, frente a las semillas transgénicas de las transnacionales”; en este sentido subrayó el trabajo que vienen realizando las comunidades de Nicoya, Santa Cruz y Abangares para la confección de un reglamento que regule la producción y el riego en la agricultura de la zona.
“Imagínese que el SENARA tiene 40 funcionarios, de estos sólo uno está designado para pequeño riego, el resto están designados al gran riego que en realidad lo absorben los proyectos agroindustriales”, afirmó. “Debemos garantizar la producción de comida y la soberanía alimentaria frente a la crisis”, afirmó.
Otro tema tiene que ver con la inclusión de la mujer en las políticas y decisiones nacionales, pero la agenda incluye además una serie de apartados que involucran: la transformación de la coyuntura municipal para despojarla de la politización tradicional que ha tenido; la propuesta de empezar a plantear presupuestos municipales participativos y avanzar todavía más en el empoderamiento de las organizaciones locales; la lucha del cantón de Abangares para reinvindicar el modelo de la minería coligallera (artesanal), frente a otros sistemas impuestos; y la lucha por el agua en Sardinal.
Cintya Crespo es una vecina de Santa Ana y miembro del Comité Patriótico Pozeño. Ella admite una participación activa de un grupo de personas durante el proceso del TLC quienes posteriormente al resultado de octubre del 2007, se mantienen reuniéndose activamente para procurar y luchar por temas de vivienda, y ambiente, entre otros.
“Estamos empeñados en que el Gobierno nos tome en cuenta. Tenemos que tomar otras medidas y estrategias”. “Creemos que la relación social del movimiento luego de ese proceso creció y se fortaleció, al margen de las posiciones políticas”, manifestó.
“Antes nos habíamos unido por la ubicación del basurero en Santa Ana, luego por el TLC y ahora por la carretera”, agregó.
Varios temas los reúnen cada vez, pero actualmente su lucha más fuerte tiene relación con la construcción de la autopista a Caldera, (daño ambiental, peajes, bahías, paradas y puentes), en que ellos consideran que se están violentando de una u otra manera los derechos de los ciudadanos.El comité reúne a representantes de los cinco distritos del cantón, pero actualmente cuentan con el apoyo de las municipalidades de Ciudad Colón y Puriscal.
La lucha es local
Santa Ana
Vecinos protestan por cobro injustificado de peajes, cierre de accesos a la vía principal, puentes construidos del lado contrario o lejos de donde transitan las personas que deben usarlos, rotura del sello natural por parte de la concesionaria, que representa un alto riesgo de contaminación del acuífero de Barva.
Costeras:
Un grupo de trece comunidades costeras (FEDEAGUA) protestan ante la Asamblea Legislativa y denuncian un “trato de precaristas e indigentes en sus tierras” por parte del Gobierno y de inmobiliarias para despojarlos de sus tierras. Buscan apoyo a un proyecto de Ley de Territorios Autóctonos Comunitarios.
Minería
Un decreto del Gobierno declara de “interés nacional” el proyecto de capital canadiense Crucitas con fines de explotación minera a cielo abierto. Grupos locales y especialistas denuncian el impacto ambiental provocado por la tala de gran cantidad de árboles de almendro amarillo, vedados por ley, aplicación incorrecta de reglamentos, y otros problemas ambientales.
Sardinal
Miembros del Comité Pro defensa de Sardinal y otros representantes comunales protestan y denuncian ante las diferentes autoridades gubernamentales por el proyecto denominado Fideicomiso Acueducto Sardinal-ElCoco-Ocotal que pretende la ampliación del acueducto para llevar agua hacia proyectos inmobiliarios, hoteleros y villas de empresas privadas de la zona.
Muelles
Sindicalistas de Limón agrupados en SINTRAJAP protestan y acusan al Gobierno de violación de acuerdos de libertad y autonomía sindical y denuncian la presión del Gobierno para que acepten la concesión de los muelles en la provincia.
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