Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
La violencia y los traumas de los progenitores, pueden causar un rezago formativo en los niños y niñas de edades preescolares.
Un hogar donde abundan los problemas sociales, estrés, violencia y falta de recursos económicos, puede llevar a los y las menores a tener dificultades en sus relaciones sociales y en el sistema educativo.
Varios especialistas expusieron esta tesis en el marco del II Simposio Internacional y VI Nacional sobre derechos de la niñez “Alcances y desafíos en el abordaje de niños y niñas menores de seis años”, efectuado del 29 de setiembre al 1 de octubre en el auditorio de la Ciudad de la Investigación de la Universidad de Costa Rica. El encuentro reunió a profesionales de diversas áreas como educación, psicología y trabajo social.En el evento se enfatizó sobre la pertinencia de la enseñanza a edades tempranas y los factores que pueden perjudicar esas etapas, además de maneras de evitar que los y las menores sean víctimas de la intimidación.Autoridades del gobierno en el campo también tuvieron la oportunidad de exponer las estrategias que han llevado a cabo y las que aseguran, implementarán a futuro.
ORIGEN DE LA VIOLENCIA
La trabajadora social Ana Jarquín explicó que, en muchas familias, se suele utilizar de manera intencional la fuerza para provocar dolor y corregir una conducta. En su investigación “Castigo físico: Su impacto en la vida de los niños y niñas menores de seis años y en sus familias, una propuesta de prevención”, menciona que los pequeños inmersos en esta problemática terminan mirando el mundo como un lugar amenazante, por el maltrato por parte de las personas mayores. Cuestionó que el adultocentrismo confunde hasta dónde exigirle a un menor de seis años, obstaculizando la crianza y comunicación. Asimismo, las condiciones sociales, económicas, políticas, culturales y la carencia de necesidades básicas pueden incrementar la violencia, aunque los niños y niñas no tengan relación con esas circunstancias. Existe una historia de vida de cada padre y madre, que media el castigo físico, pues se da el aprendizaje de la violencia, detalló.María Luz Gutiérrez, abogada de la Fundación Paniamor, comentó que dichas represalias se deben a una doble moral que acepta que se golpee y humille a los infantes, pero no así a los adultos. Sin embargo, la profesional, integrante de la comisión redactora del Código de la Niñez y Adolescencia, resaltó que hay un surgimiento de una nueva generación de padres convencidos de que tienen que modificar los patrones de crianza y reconocer a sus hijos como sujetos de derecho. Por su parte, Ana Teresa León, del Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y Adolescencia de la Universidad Nacional, señaló que es inconcebible calificar la violencia como una forma de educar.La autoestima se conforma mediante el respeto, aprendizaje, control, pertenencia y seguridad física y emocional. León aseguró que el incremento de los programas de alfabetización y planificación es esencial.Subrayó que la falta de recursos no es un asunto de la crisis, sino de organización. NECESARIA EDUCACIÓN
Aunque se suele pensar que la educación comienza hasta que los pequeños se visten con su uniforme de camiseta blanca y pantalón azul, la etapa previa a la escuela es una parte fundamental de la vida de las personas. Giselle Alpízar, asesora nacional de preescolar del Ministerio de Educación, expresó que la formación preliminar a la escuela es un derecho irrenunciable para el desarrollo integral y un impulso al resto del ciclo de enseñanza. “No podemos fomentar la pasividad en los niños, en los primeros seis años de vida, construyen las bases de autonomía, crecimiento físico y emocional”.En esos años, se desarrolla la potencialidad y se impulsa la instrucción de calidad, oportuna y pertinente, pues cada infante es único y posee características y necesidades individuales que deben satisfacerse.Asimismo, Patricia Poltronieri, de la Dirección General de Centros de Nutrición y Desarrollo Infantil del Ministerio de Salud, aseveró que los menores son sujetos de derechos y no objetos de atención.Los adultos y adultas son mediadores críticos entre los niños y el mundo, por lo que de estos depende promover valores como la equidad de género, una visión ecológica, el concepto de paz, con el fin de reinvindicar los modelos de crianza. En los centros educativos, se busca darle prioridad a la actividad espontánea de los infantes, relacionada con las experiencias directas, es decir, que más allá de recibir una clase o información determinada, se pretende que vivan tener experiencias concretas, que favorezcan el derecho al conocimiento.
Gobierno asegura que “hace todo lo posible”
La administración actual asevera que se ha enfocado en promover los derechos de los y las menores, mediante legislación y programas relacionados con su bienestar. Mauricio Medrano, gerente técnico del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), destacó la aprobación de la Ley de abolición del castigo físico contra niños, niñas y adolescentes, en el 2008 y que el Estado se comprometió a aplicar los procedimientos de la Convención de los Derechos del Niño y facilitar su participación en el ejercicio de su ciudadanía. Añadió que han realizado campañas de prevención, para generar espacios articuladores y planes nacionales.De la misma manera, han presentado el plan para este sector, que regirá del 2010 al 2014, dando énfasis en la discriminación positiva, que establece que las políticas jurídicas nacionales brinden preferencias a personas de esas edades. Por otro lado, el viceministro de Desarrollo Social y Combate a la Pobreza, Juan Manuel Cordero, alabó el programa Avancemos, que tendría 130 mil beneficiarios, y que luego pasaron a 200 mil. No obstante, reconoció que la crisis económica ha obligado a mantenerse con la primera cifra. “Aún así, el Gobierno ha hecho todo lo posible para el bienestar humano”, afirmó. Los niños y niñas forman parte de programas selectivos, orientados a brindar apoyo a grupos poblacionales particulares y vulnerables. Contrariedades para la ejecución de programas, decisiones políticas erróneas y largos procesos de registro de poblaciones que serían ayudadas, son algunos de los motivos que Cordero citó como causantes del mermado impacto de los programas sociales.A esa situación se combina que gran parte de las cabezas de hogar de las familias beneficiarias laboran en trabajos informales, lo que perjudica su bienestar económico.
Educadoras denuncian líos en el sistema
Varias profesoras de primaria y preescolar comentaron a UNIVERSIDAD cuáles son los mayores problemas con los que se encuentran en su labor cotidiana y su opinión sobre la labor del gobierno respecto a las metas que se traza.
Johanna Mora
Directora, Escuela Dr. Vicente LachnerParaíso, Cartago“Se habla mucho de becas, pero de febrero a mayo depositan y después de julio dicen que no hay presupuesto. Hay necesidades económicas y deserción, y los derechos no se cumplen al 100%. También hay mucha violencia, ojalá que los padres hicieran conciencia de que existe una ley contra el castigo”.
Gioconda Mora
Directora, Escuela YerbabuenaUnión, Cartago“La educación ha mejorado bastante, pero le falta en los programas, que no están para los 200 días. Hay que reestructurar los contenidos, existen muchas carencias. La violencia intrafamiliar es otro problema, puse tres denuncias en mi escuela anterior y cuatro en esta, por prostitución de menores, obligadas por los mismos padres, y las autoridades no hacen nada”.
Sandra Alvarado
Maestra preescolar, Escuela Macario ValverdeSan Ramón“Los programas están, pero no llegan a los más necesitados, porque los trámites burocráticos afectan y no obtienen la ayuda. A la educación preescolar no le llegan becas, no tienen uniformes ni transporte, a veces las mismas maestras ayudamos a los estudiantes con el transporte o comida. Hay casos en que el mismo alumno recibe hasta tres becas, debe haber una política más controladora”.
Ariela Chaves
Maestra preescolar, Escuela Valle AzulSan Ramón“La situación económica es el mayor problema, muchos padres son agricultores con pocos ingresos. Hay muchos niños agresivos de cinco o seis años, se nota a la hora de jugar o por su vocabulario, también los materiales escasean, muchos son necesitados. El programa Avancemos sí está motivando”.
Mirna Amador
Maestra preescolar, Escuela Carlos Luis Valverde de VegaSan Ramón“Se requiere más sensibilización, y se debe abordar desde que el niño está en el vientre, y prevenir. Dentro de los problemas entraría incluso la Ley de Migración, porque muchas madres son migrantes y analfabetas. También hay muchos problemas en infraestructura y materiales.
Este documento no posee notas.