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Pedofilia y homosexualidad

¿Qué debe hacer un hombre si de pronto en su mente nacen sentimientos pedófilos y homosexuales? La respuesta a esta pregunta es polémica, controversial.

¿Qué debe hacer un hombre si de pronto en su mente nacen sentimientos pedófilos y homosexuales? La respuesta a esta pregunta es polémica, controversial.
Muchos psicólogos actuales esgrimirían el argumento natural: la pedofilia y la homosexualidad están en la naturaleza humana, por lo tanto no hay que detenerlos. Esta respuesta no conduce a nada, agudiza el problema y es una clara incomprensión de los fenómenos aludidos.
Dos escuelas morales de la antigüedad, la estoica y la epicúrea, resuelven el problema: el dominio de sí mismo (estoica) y la búsqueda del ser imperturbable (epicúrea). Si se preguntara a Jesús de Nazaret respondería que la lucha con las tentaciones mentales o morales, que es una variación doctrinal de la posición estoica.
La conducta de un hombre no debe tratarse superficialmente en su vida. Los estoicos y los epicúreos moldeaban, transformaban la conducta, la personalidad, a base de reflexión y voluntad. Para el filósofo Heráclito de Éfeso, precursor y maestro de los estoicos, el alma o psiquis de un hombre es contradictoria, trabaja a base de opuestos, de contrarios.
Para un filósofo como Heráclito de Éfeso el alma es un fenómeno moral contradictorio: bien – mal, lo debido – lo indebido, amor – odio, seguridad – inseguridad, sinceridad – hipocresía, sadismo – valentía, y muchas parejas más.
Conocerse a sí mismo es tomar nota, tomar en consideración lo contradictoria que es la conducta humana.
El tema de la culpa se presenta en los consultorios psicológicos y psiquiátricos. Sentirse culpable, sentir remordimiento, tener problemas de conciencia agobia a muchos pedófilos y homosexuales escrupulosos.Hay personas que, teniendo sentimientos homosexuales y pedófilos, al tratar de llevarlos a cabo se sienten muy mal o se suicidan, señal de que la homosexualidad no está bien.La culpabilidad es una ley de la vida. Si usted ama a una persona y le hace daño, entonces sufre. Muchos homosexuales y pedófilos agresores viven sufriendo por sus actos, por lo menos los escrupulosos, los que se sienten confundidos.
En un artículo sobre la prehistoria de la formación del concepto de lo inconsciente acude Freud a la poesía, a los poetas. Algunos poetas han nombrado para referirse a algunas de sus vivencias anímicas a ‘lugares’  o ‘sitios’ como las profundidades, los sitios subterráneos, los rincones infernales, los caminos sádicos del alma humana. A nuestro juicio, la homosexualidad y la pederastia están en alguna de estas dimensiones. 

  • Héctor Andrés Naranjo
  • Opinión
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