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¿Desea ascender en régimen académico y necesita publicar? Le recomiendo que busque las revistas científicas de su área y presente allí los artículos con el reporte de sus investigaciones.
Tardará un tiempo ya que necesitará la evaluación de profesionales que usualmente lo hacen como recargo y, en caso favorable, la espera se dilatará porque los recursos editoriales son escasos. Recuerde que la paciencia es una virtud.
Eso si usted es un profesional de los de a pie, porque si trabaja para una multinacional farmacéutica tiene la opción de publicar lo que su empresa considere beneficioso en una revista financiada por esta, ya que después de todo, la venta de medicinas también requiere del convencimiento científico.
En Internet proliferaron correos sobre la supuesta exaltación de la gripe AH1N1 con el objetivo de sacar de la quiebra a la productora de ese remedio específico. Ante la gravedad de la acusación la primera reacción es: “No es posible”, porque verdaderamente los gerentes implicados tendrían que tener una mente muy criminal para causar tanto daño social por ganar más dinero.
Ahora surge otra noticia, y la pueril creencia sobre la supuesta honorabilidad de los gerentes/negociantes/ se nos cae a pedazos.
Es la siguiente:Un paciente afectado por Viox (que tuvo que ser sacada del mercado por sus efectos secundarios) presentó una denuncia en Australia en la cual plantea que Elsevier, la más grande empresa de publicaciones científicas, acogió la propuesta de una multinacional farmacéutica , supuestamente la Merck, de editar una revista especializada titulada Revista de Australasia de medicina de los huesos y articulaciones en la que solo se publicaban artículos favorables a los intereses de dicha empresa.
En mayo del 2009 Elsevier , por medio de su vocero Michael Hansen, admitió que dicha revista era una compilación de publicaciones presentadas por medio de clientes farmacéuticos.
Las mismas se cambiaban al formato de una revista científica pero carecían de los usuales procedimientos. (La traducción requiere de otra traducción: los artículos entregados por la empresa farmacéutica se diagramaban para que parecieran artículos de investigaciones científicas sin pasar por las evaluaciones pertinentes). No se trata de un caso particular: se mencionan por lo menos otras cinco revistas “patrocinadas” por compañías interesadas en la venta de su producto.
Si las grandes empresas farmacéuticas financian revistas científicas para su propio beneficio: ¿qué otras prácticas terribles utilizarán?
Cuando se considera a la salud como un elemento de mercado y a las medicinas como parte de una industria cuyo objetivo es vender al más alto precio, surgen estos mafiosos para quienes lo más importante es llenarse los bolsillos con la población, convertida así en meros conejillos de indias –placebos incluidos- fáciles de convencer, aún en los más altos niveles de la educación superior.
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