Como si dejaran de lado sus ideologías, los aspirantes a la presidencia presentan un discurso en su propaganda distinto al esperado.
El deseo de evitar ser encasillados en una ideología específica, para captar la mayor cantidad de votos, lleva a los principales candidatos presidenciales a presentar un discurso superficial que no muestra la verdadera base de su partido y que puede llegar a confundir al electorado. 
Varios expertos comentaron a UNIVERSIDAD que todos los postulantes se manifiestan indefinidos en su campaña política, situación que puede resultarles perjudicial, al correr el riesgo de hacer a un lado a parte de la ciudadanía que anteriormente había apoyado a ese mismo candidato o a su agrupación.Estrategias basadas en solucionar problemas inmediatos y el intento de representar a toda la población como si fuera una masa uniforme, son puntos que han desarrollado y que pueden sumar o restarles apoyo.
INDEFINICIÓN
Desde finales del siglo pasado, los partidos políticos han venido perdiendo los nortes ideológicos claros, muchos dirigiéndose hacia tendencias de derecha, aseguró el sociólogo José Luis Vega Carballo.En Costa Rica, este proceso se acentuó después de lo que el especialista llamó “la derrota de las fuerzas de centro izquierda” en el referendo del 2007. Explicó que los partidos bregan por conquistar la centro derecha y que algunos como Acción Ciudadana niegan que responden a corrientes ideológicas que pueden ubicarse en la centro izquierda. Es la agrupación rojiamarilla la que muestra la mayor inconsistencia, ya que en su origen se perfiló cercano a corrientes progresistas y socialdemócratas. Sin embargo, ha fracasado en volverse un partido fuerte, definido y diferenciado, comentó.Recordó que el PAC podría tener mejores opciones si virara hacia la izquierda, porque hay un gran mercado electoral huérfano que votó por la no ratificación del TLC, que aunque es amorfo, sigue estando ahí.Ese partido puede caer en un error al creer que es más fácil captar votos de la centro derecha, que ya está muy consolidada a favor de Laura Chinchilla y la coalición de los Arias. Su apuesta es evitar moverse a los extremos para no antagonizar con sectores importantes que son moderados. Esto podría acarrear un caos y gran incoherencia, pues el país está muy fracturado y polarizado.En el caso de la candidata liberacionista, Vega comentó que ese perfil verde que caracteriza la socialdemocracia se desdibuja para seguir consolidando votos con un planteamiento más conservador y efectista. Las estrategias de Luis Fishman, candidato del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) y Otto Guevara, del Movimiento Libertario, son oportunistas, al realizar un viraje hacia la izquierda, que podría tener mejores rendimientos electorales que insistir en disputarle los votos de la centro derecha y la extrema derecha al arismo. Tratan de ocultar sus preferencias para congraciarse con el electorado popular que ha sido golpeado por la crisis. Por otra parte, Carlos Sandoval, comunicólogo, expuso que la propaganda de los actuales candidatos se basa en promesas e ideas muy resumidas que procuran posicionarse en la discusión pública. El exdirector del Instituto de Investigaciones Sociales de la UCR comentó que esta campaña no exhibe grandes ideas, por ejemplo sobre la recesión, política económica o vivienda para la próxima administración, además de que ahora no hay un tema de controversia como el TLC.Mientras que la continuidad y la aparente colocación en el centro es la propuesta principal de Chinchilla, el candidato libertario Otto Guevara practica un tono autoritario populista similar al de Fishman, pero llevándole la delantera. Ambos disputan una misma parte de los electores. Criticó que el PAC ha perdido novedad y no ha logrado posicionar una idea, al ser muy difuso y carecer de una consigna fuerte.“Está dejando una gran fisura, no se sabe qué bandera reclama, se cuida tanto de que no le digan que es de izquierda que al final no queda claro qué es y le deja el camino libre al PLN”. Agregó que un rasgo de la cultura política profunda es el anticomunismo, que es un “fantasma” que sigue dando vueltas. Por tal motivo es que estos partidos le huyen a la izquierda.LECTURA DE LA REALIDAD
El director de la Maestría en Administración de Justicia de la Universidad Nacional, José Carlos Chinchilla, mencionó que los y las habitantes se ponen menos “la camiseta ideológica”, al buscar elementos prácticos que tengan consecuencias sobre su vida, interesándole más las acciones que un posicionamiento específico.En la campaña actual acontece un proceso de doble vía: los políticos reconocen sus ideologías pero no son consecuentes, y a la ciudadanía no le importa, siempre que planteen respuestas a preocupaciones, aunque sean superficiales, consumiendo “el fast food de la política”.Respecto de Laura Chinchilla, considera que plantea la socialdemocracia como plataforma ideológica, no obstante, su tesis de desarrollo económico y continuismo no representa las características de la ideología profesada por José Figueres Ferrer. Guevara desarrolla una campaña política que mimetiza la corriente neoliberal, basándose en lo que ocurre de inmediato, como el problema de la platina sobre el río Virilla o la inseguridad. Así, hace parecer que la propuesta neoliberal es cálida y suave, y en sus anuncios no exhibe que está de acuerdo con la apertura total del país, dolarización y privatización. Es la campaña publicitaria más opaca pero a la vez exitosa, debido a que la población está hastiada de la violencia. En el caso de Fishman, se promueve el PUSC como un fin en sí, más que las propuestas, exponiendo logros del siglo pasado. “Desdichadamente la gente reflexiona poco y padece de amnesia”, aseveró.El especialista indicó que la campaña de Solís es demasiado débil. Está claro el no radical contra el neoliberalismo y la tendencia de Óscar Arias, pero su discurso se construye en la oposición y no en la proposición, y es el mismo de hace ocho años. Su principal eslogan “La Costa Rica que queremos” es cuestionable, puesto que hace dos años, por ejemplo, unas personas quisieron el TLC y otras no, y no queda claro a cuál Costa Rica se refiere. “Ottón no logró negociar con la oposición ni entender que este país se polarizó, no ha leído la realidad. Pierde gente del Sí, por haberse opuesto al TLC, y del No, por sus últimas disposiciones”. El académico enfatizó que Solís era el encargado de articular las fuerzas contrarias a la administración presente, pero decisiones como el nombramiento de Mónica Segnini en la primera vicepresidencia son contradictorias y muestran una pésima lectura política, en momentos que aparecen con algún nivel de éxito otros líderes de la lucha contra el TLC, como Eugenio Trejos y Rolando Araya, candidatos presidenciales del Frente Amplio y Alianza Patriótica.

 
¿Discurso social?
“En nuestros 8 años de existencia hemos recorrido un corto pero fructífero camino, todos sabemos que nuestros objetivos son grandes, no son para los pusilánimes y requiere de lo mejor de nosotros. Mi lucha ha sido por el bien de Costa Rica, mi herramienta: el respeto a la gente y la coherencia”. Ottón Solís.“Velaremos porque se fortalezcan las prácticas basadas en los valores de solidaridad, respeto, honestidad y responsabilidad.  Queremos una ciudadanía con elevados conocimientos, dentro de una cultura democrática, tolerante e inclusiva”. Laura Chinchilla.
“Marcamos la diferencia entre la política tradicional desgastada y la política responsable orientada a favorecer a las personas mediante la generación y fácil acceso a oportunidades de estudio, salud, empleo y emprendimiento en un marco de pleno respeto a las libertades y los derechos individuales”. Otto Guevara.
“El gobierno es responsable de ensanchar la brecha social, y eso nos va conduciendo a una confrontación con consecuencias nefastas para la estabilidad del país. Durante cuatro años, esta administración  ha demostrado que no tienen sensibilidad con  los grupos más necesitados. La agenda social ha sido postergada e ignorada”. Luis Fishman.
Extractos tomados de sitios web de los candidatos presidenciales y del Partido Unidad Social Cristiana.