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Si saliéramos de la caverna de Platón

“Puede decirse… que aquel poder exterior que arrebata a los hombres la libertad de comunicar públicamente sus pensamiento, les quita también la libertad de pensamiento…”

“Puede decirse… que aquel poder exterior que arrebata a los hombres la libertad de comunicar públicamente sus pensamiento, les quita también la libertad de pensamiento…”
(I.  Kant)I
La política se ha convertido en una manera de hacer negocios por otros medios y hacerlos bajo el alero del estado aunque fuere para desmantelarlo, ya no se insiste en el beneficio de las mayorías, excluidas hace rato del disfrute de los bienes materiales y los bienes culturales.
II
La memoria social tiene  que conservar, en calidad de permanente, el daño que un buen número de políticos han hecho al entorno humano (mediante la generación de un determinado ser humano obsecuente, de cortas miras y acrítico); y al ambiente natural (mediante la destrucción de sistemas ecológicos, el mal uso del paisaje y del agua, el envenenamiento del aire).  También hay un daño al lenguaje al utilizar fórmulas orwellianas para llamar de una manera diferente a lo contrario.  Una perla en este sentido es el de “paz con la naturaleza”.
III
En los tiempos que corren y en nuestro país, hoy varias personas que se sienten, al menos eso dicen, escogidos por Dios para emprender alguna labor o para explicar su suerte: “Dios sabe por qué me puso aquí”, “Dios sabe por qué me pasó esto”.
Lo que no se toma en cuenta es que en la tradición judeo-cristiana no es ninguna ganga, ni ningún privilegio, el ser escogido.  Ahí está el “pueblo escogido”, ahí está el propio Jesús, ahí están los apósteles… no la pasaron bien como cierta teología superficial quiere hacerlo parecer.  Necesitamos mayores dosis de ilustración, ¡no cabe duda!
IV
Hay actitudes y expresiones en defensa de una posición que precisamente muestran lo contrario y hacen necesario optar por la posición contraria.  Las reacciones de los obispos respecto de las desconfesionalización del estado costarricense, la reacción de los políticos quienes se acobardaron por el tema y no permitieron ni siquiera una buena discusión, prueban, sin más preámbulos, la necesidad, la urgencia y la conveniencia de un estado laico.
Una discusión ciudadana no puede ser “dirimida” religiosamente.  Ni siquiera hubo discusión, nos disminuyeron la ciudadanía y nos convierten en infantes político-morales.  Otro atentado contra un proyecto ilustrado.
V
Dios ni protege ni desprotege: en nombre de Dios se han hecho cosas maravillosas y se han cometido ingentes atrocidades: se erige un hospital o se inicia una guerra; se le da de comer al hambriento o se quema a un hereje en la hoguera; se protege a un perseguido y se bautiza una dictadura; se defiende la libertad de pensamiento y se condena al silencio a un teólogo.  Cada vez que se plantea lo que Dios quiere no hay que olvidar que son otros seres humanos los que dicen lo que Dios quiere.
 

  • Édgar Roy Ramírez B.
  • Opinión
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