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Expansión piñera entre principales amenazas: Lanzan voz de alerta por Humedal Caño Negro

Reportan cambios importantes en el hábitat del Refugio, un importante sitio de paso para aves migratorias.

Reportan cambios importantes en el hábitat del Refugio, un importante sitio de paso para aves migratorias.
“Hay un degradación paulatina y sostenida a un punto tal, que Caño Negro ya no es una laguna como se ve en el mapa de Costa Rica, sino un sistema de lagunas menores, algunas desconectadas”.
Con esas concisas palabras resumió el ambientalista y empresario Andrea Corte la situación actual del Refugio de Vida Silvestre Caño Negro, ubicado entre los cantones alajuelenses de Los Chiles y Guatuso.“Las piñeras están utilizando de manera tan agresiva el suelo, que en unos pocos años tendremos tierras inutilizables y está llevando el proceso de erosión a niveles exponenciales. Hoy en día las aguas de Caño Negro y el Río Frío son de un color café, llenas de barro y sedimentos”.Sin embargo, Corte no es el único que expresa su preocupación por la situación que enfrenta ese Refugio. Jeffrey López, de la  Asociación de Iniciativas Populares DITSÖ, informó a UNIVERSIDAD que vecinos de las comunidades de El Guayrie y Tujánkir II, de  Buena  Vista de Guatuso interpusieron una denuncia penal ante la Fiscalía Ambiental de Guatuso por destrucción y el envenenamiento de ríos, quebradas y nacientes en la microcuenca del Río Barbudero, tributario del Río Frío, ni más ni menos que uno de los principales que desemboca directamente en el Humedal Caño Negro.“Las parcelas llenas de piña afectan a los vecinos y al Río Barbudero, que pasa por todas las parcelas, se da contaminación por agroquímicos y sedimentación de suelos, hay afectación al área de cobertura de nacientes y del mismo río”, lamentó.López indicó además que se trata de familias que enfrentan condiciones de pobreza o pobreza extrema, por lo cual el problema de contaminación de nacientes de agua es aún más dramático, pues las pocas cabezas de ganado que poseen se enferman y enflaquecen por beber el agua.
SEDIMENTACIÓN
Al igual que el Humedal Térraba-Sierpe, El humedal del Refugio de Vida Silvestre Caño Negro es un sitio de importancia reconocida por la Convención Internacional sobre Humedales Ramsar desde 1991 (Ver nota Crece preocupación por Humedal Nacional Térraba-Sierpe). Se le considera el “corazón” de la Reserva de la Biósfera Agua y Paz, así reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) desde el 2007.El ecosistema presente en el Humedal de Caño Negro incluye especies de plantas que proveen alimento para muchos animales pequeños, larvas y sapos que constituyen a su vez en la alimentación de las aves.Entre la fauna más destacada del sitio figuran el caimán y el pez gaspar, considerado un fósil viviente por mantener sus características físicas desde hace millones de años. Sin embargo lo más notorio del Humedal es la cantidad de aves migratorias de diversas especies que lo visitan año con año.Según explicó Francisco Solano, docente de la Escuela de Geografía de la UCR, el problema de la sedimentación en el sitio es de larga data y si bien las condiciones naturales del humedal y del Río Frío tienden a que se dé ese fenómeno, “la injerencia humana ha acentuado” ese fenómeno.El especialista, quien participó en un estudio sobre los procesos de sedimentación en el lugar, realizado entre 1995 y el 2000, manifestó que por aquel entonces lo primero que se detectó fue que ya no se puede hablar de una laguna, sino de un sistema de varias lagunas “generado por la sedimentación”.Según explicó, históricamente la laguna se llenaba por el rebalse durante la estación lluviosa del Río Frío. Sin embargo ese mismo río sirvió como vía de tránsito pluvial en algún momento muy intenso entre Costa Rica y Nicaragua, pues desemboca en el Lago de Nicaragua. Alguien abrió un canal para comunicar directamente el río con la Laguna Caño Negro, para transitar más rápido y esto provocó que los sedimentos empezaran a entrar directamente en ella.Explicó que originalmente se trató de material arenoso propio del cause del río. Sin embargo, los suelos de la región son muy arcillosos y cuando se introdujeron cultivos extensivos, como el caso de la piña a partir de los años sesenta, al voltear los suelos para prepararlos para el cultivo, “se dispuso la arcilla al sistema hidrológico, se complicó el efecto sedimentación para el Humedal”.Indicó que esa acción impacta la vida acuática, pues cambia las características del agua. “Es como que usted esté en una oficina y al aire que respira le inyecten humo o algún gas, reduce la posibilidad de captar oxígeno”.  Con preocupación, Solano manifestó que ello implica un cambio en el hábitat del Humedal, “no sólo afecta toda la vida acuática, sino toda la cadena alimenticia que incluye a las aves migratorias”.Tras señalar la responsabilidad del estado en la “falta de visión en el manejo” del sitio, el científico subrayó la necesidad de que se realicen estudios que actualicen los datos sobre la magnitud del problema de sedimentación y destacó que las soluciones que se propongan deben atender no sólo los problemas de manejo de toda la cuenca del Río Frío, sino la ecología de la nueva circunstancia de que se trata de un sistema de lagunas y las realidades sociales de quienes allí viven.   Cultivo de piña
Sobre los problemas ambientales que enfrenta el Refugio, Corte, quien es miembro de la Asociación para la Protección, Conservación y Sanidad de los Recursos Naturales  de Caño Negro (ASOPROCOSARENA), explicó que dentro del mismo son pocos, pues conflictos como la caza ilegal se han apaciguado.“Los principales problemas se presentan alrededor de Caño Negro, donde falta cobertura boscosa, la agricultura es importante pero se han seguido talando los bosques lo cual no es necesario, como tampoco lo es el drenaje de los humedales, pero ambas prácticas continúan”.“Las piñeras son un gran problema, hace algunos meses llevamos el primer caso ante el Tribunal Ambiental Administrativo (TAA) y un informe preliminar del Ministerio de Salud nos dio la razón en el tema de la contaminación de pozos, esta actividad no tiene permisos de ningún tipo. A pesar de que se ha ordenado el cierre de esas piñeras, el caso se ha paralizado en el TAA”.La información provista por López, de la organización DITSÖ, coincide con esas denuncias. Según explicó, esa organización se percató de la situación específica sobre el Río Barbudero tras la realización de algunas actividades informativas en la zona sobre los problemas de la expansión del cultivo de la piña. “Se trata de una comunidad de pequeños parceleros del Instituto de Desarrollo Agrario (IDA), todas las parcelas colindan con este río y en diferentes partes del asentamiento hay parcelas que se están dedicando al cultivo de piña”, manifestó.Según explicó, “desde un punto de vista legal aún no está claro si esas tierras pueden ser utilizadas para este tipo de cultivo, pues por ser parcelas del IDA deben cumplir con los requisitos de que deben ocuparse para cultivos de subsistencia familiar, entre otras cosas, pero se están convirtiendo en grandes cultivos de piña, un mismo dueño tiene tres parcelas diferentes dedicadas a esa actividad”.López además informó que ya en la región se presentan otros procesos de denuncia, con otras piñeras grandes. “En el caso del Río Tiales, este año se ha dado contaminación, se encontraron peces muertos y ahora a la gente le da alergia si se baña en éste, lo grave es que es un afluente del Río Celeste, que tiene importancia turística”.El activista además sentenció que “las piñeras en Guatuso han avanzado y ya pegan con los humedales más grandes, están rodeando el Refugio y parte de los entes gubernamentales han recurrido a la desecación de humedales para habilitar fincas, hay asentamientos campesinos que en términos ecológicos no debieron tener el uso dedicado al ganado, por ejemplo”.UNIVERSIDAD buscó el criterio de Abel Chávez, presidente de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (CANAPEP), pero al cierre de edición no fue posible contactarle a través de su teléfono celular.

 
Laguna Colorado en peligro
Según denunció a UNIVERSIDAD mediante un comunicado la organización no gubernamental Bosques Nuestros, el humedal conocido como Laguna Colorado, un bosque inundable por el río del mismo nombre, enfrenta un problema de tala ilegal que amenaza las especies naturales que la habitan.La organización denuncia que desde el 2005 acudió con el caso a la Fiscalía Agrario Ambiental. “Decenas de árboles elequemes fueron cortados por medio de un permiso que gestionó un regente forestal contratado por el propietario de una finca arrocera. El permiso, un ‘certificado de origen’ exclusivo para plantaciones forestales, fue rápidamente aprobado por las autoridades del Ministerio del Ambiente”, señala el texto del comunicado.Según explica ese documento, no se trata de una especie de árboles originarios de la zona, pero está en riesgo todo el ecosistema del lugar. “Además de su fácil propagación, los elequemes se caracterizan por troncos que rebrotan una vez cortados, por eso después de talarlos les echaron alquitrán en el corte, para impedir que rebrotaran y así los terminaron de matar”. “En Costa Rica la Ley Forestal prohíbe el cambio de uso de los suelos en bosques en propiedad privada y existen muchas formas de burlar esta prohibición; pero todas conducen a lo mismo: demostrar ‘técnicamente’ que un bosque no es bosque”, añade el documento.La denuncia añade que en varias ocasiones personeros de Bosques Nuestros han acudido a testificar en un juicio que siempre se suspende a última hora por diversas razones. La más reciente convocatoria coincidió con el cierre de edición de UNIVERSIDAD.

 

  • Vinicio Chacón 
  • País
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