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Damián Alegría, diputado del FMLN: Trabajamos para prevenir un golpe de Estado en El Salvador

El FMLN trata de evitar cualquier crisis en aras de instaurar las condiciones para un segundo y tercer gobierno.

El FMLN trata de evitar cualquier crisis en aras de instaurar las condiciones para un segundo y tercer gobierno.
Centroamérica no puede ser ajena a la búsqueda de nuevos caminos políticos que recorre toda América Latina, después de un cuarto de siglo de políticas neoliberales.
Mientras Honduras vive la crisis provocada por el golpe de Estado del 28 de junio pasado, El Salvador estrena un gobierno de centroizquierda, con la participación del Frente Farabundo Martí (FMLN), una organización que durante dos décadas enfrentó con las armas en las manos las políticas heredadas de las viejas dictaduras militares.UNIVERSIDAD conversó sobre los primeros meses de gobierno de Mauricio Funes con el diputado del FMLN, Damián Alegría, hoy un pequeño empresario del sector turístico que se incorporó al Frente en 1977, “a raíz de una masacre de la que fui testigo”.En las elecciones presidenciales del 15 de marzo pasado, la coalición de gobierno alcanzó 1.354.000 votos, frente a 1.284.588 de ARENA, pero la oposición, sumada, tiene mayoría en el congreso.Alegría explicó las relaciones del FMLN con el presidente Funes, se refirió a la división surgida entre los parlamentarios de ARENA después de los comicios, su visión de las fuerzas armadas y las perspectivas políticas del partido. Lo que sigue es un extracto de la conversión con el diputado, realizada en San Salvador el pasado 16 de octubre.
TRIUNFO ELECTORAL
“El FMLN vino afinando su puntería electoral en las elecciones anteriores y haciendo evaluaciones en cada una. Esa experiencia se puso al servicio de la campaña recién pasada. Mauricio Funes fue escogido en proceso de consulta interna en el partido. No fue al estilo de primarias.  Nuestra experiencia anterior con primarias nos mostró que nos exponíamos a los ataques de ARENA.En el 2007 se hizo un sondeo y se percibió que buena parte de la militancia tenía aprecio por la figura de Funes. Como periodista, él se ganó el respeto de mucha gente y se entendía que era una alianza necesaria. El resultado de eso fue que lanzamos la campaña eligiendo a Funes como nuestro candidato en el 2007, adelantándonos a ARENA que, en las campañas anteriores, había sido el primer partido en anunciar su candidato.Alrededor de Funes se formó un grupo de gente, llamado ‘Los amigos de Mauricio’. Entre ellos están Luis Lagos, un exdirigente del PCN; algunos empresarios, que veían en la figura de Funes alguien novedoso, que podía ofrecer una gestión interesante.En su discurso, el Frente no se dedicó a sacar trapos sucios de ARENA, sino a explicar su programa. Se crearon mesas de diálogo social abierto sobre 32 temas.La correlación de fuerza regional e internacional también había cambiado. ARENA no tenía aliados en la región, ni en el gobierno de Estados Unidos, como durante las administraciones republicanas.El resultado fue, finalmente, el triunfo en las elecciones del 15 de marzo. Fue una sensación surrealista esa noche, cuando supimos que habíamos triunfado.
SEMBRAR DIVISIÓN
“El 1 de mayo tomó posesión el nuevo congreso, con mayoría relativa del Frente. A partir de ahí, la estrategia de ARENA ha sido la de tratar de mostrar diferencias entre nosotros y el presidente, aunque no las haya. Y, cuando las hay, no son diferencias desastrosas, son diferencias normales.En política económica tenemos diferencias. Las ha habido, por ejemplo, en el tema de la dolarización. Funes ha querido mantenerla, el Frente no. Nosotros dijimos: Está bien, el futuro mostrará que la dolarización no es algo bueno.Otra diferencia fue sobre el tratado de libre comercio. Funes prefirió no tocar ese tema, nosotros estimamos que eso no era bueno para el país.El equipo económico tiene más inclinación hacia los organismos financieros internacionales. Nosotros tenemos otra opinión, nos inclinamos por encontrar aliados en nuevas relaciones, con China, Venezuela, ampliar relaciones con países árabes. Funes tiene mucha cercanía con Brasil porque su esposa es brasileña, entonces se puede promover el desarrollo de las relaciones con Brasil.O sea, no en todo coincidimos, pero son cosas que podemos discutir y ponernos de acuerdo en las políticas de gobierno.Hay sectores de izquierda que critican mucho a Funes, pero la sensación en el partido es que no podemos exigir demasiado; hay que evitar la crisis, hay que instaurar las condiciones para un segundo y tercer gobierno.
EJÉRCITO
“El ejército reaccionó de forma positiva al triunfo del Funes. Lo que pensamos como partido es que ahora no es fácil dar un golpe de estado en El Salvador.Nosotros hemos dicho que el ejército no debe estar metido en labores de seguridad pública. Esa posición era categórica cuando teníamos un ejército recién saldo de la guerra, con un enfoque muy vinculado a la doctrina de la seguridad nacional. Pero, desde entonces, el ejército ha tenido un cambio notable, a tal grado que el FMLN levantó su reserva sobre la fuerza armada.No nos hacemos líos de que participe en la seguridad pública, pero debe ser una cosa limitada. Debe fortalecerse la capacidad de inteligencia y operatividad de la policía para que logre vencer la amenaza de seguridad que tiene el país.Conforme progresaron ciertos esfuerzos del Centro de Altos Estudios de las Fuerzas Armadas, donde los militares estudiaban la realidad nacional en conjunto con otros sectores de la sociedad, se fue generando una nueva visión. Se empezó también a exigir grados académicos para los mandos. Ya no estamos hablando del ejercito de ignorantes y asesinos que teníamos antes de los 80. De hecho, la institución que mejor se adaptó a los nuevos tiempos fueron las Fuerzas Armadas. Ha habido más problemas con el sistema electoral, por ejemplo, que con las FFAA. El Tribunal Electoral sigue siendo un coto de ARENA.
EMIGRACIÓN CAMPESINA
“El nuevo ministro de agricultura está interesado en recuperar la capacidad productiva nacional. En El Salvador se desmontó la estructura que permitía a más de 440 mil familias producir granos básicos. A raíz de la apertura comercial y la reducción de impuestos aduaneros, con el TLC, esa estructura se vino abajo y se fue acentuando la tendencia migratoria, porque la gente ya no podía sobrevivir en el agro.Ahora recibimos $3.500 millones de los inmigrantes, pero las familias sufren el fenómeno del desgarramiento, y eso contribuye a generar otro fenómeno, el de las pandillas.Si se iban para EEUU, los campesinos podían ganar 20 veces más que aquí. Cambiar eso implica recuperar la capacidad de producción del agro, estimulando a los pequeños productores.En el ministerio de agricultura hay una línea para promover la siembra de hortalizas, promover la pesca artesanal y no seguir dependiendo de productos importados, aunque sean más baratos. Hay una preocupación con los transgénicos, con la pérdida de semillas nacionales.Lo importante es que la gente sienta que puede vivir en su país, con su familia, produciendo sus alimentos.
GOLPES
“Nosotros vemos en el golpe militar de Honduras una amenaza a la construcción de gobiernos populares en América Latina. Se tira a la basura toda la armazón institucional de los países si a un grupo de empresarios, con poder económico, se les ocurre promover un golpe de Estado.Nosotros hemos estado trabajando en la idea de prevenir que eso pueda ocurrir en El Salvador.El ejército de El Salvador ha pasado una fase de depuración e integración con el pensamiento de otros sectores, lo que hace menos probable que quieran promover un golpe.La Corte Suprema fue renovada con cinco magistrados (en Honduras fue la que dio justificación constitucional al golpe). La negociación para nombrar a esos cinco magistrados fue dura, pues ARENA quería seguir imponiendo gente de su confianza.En la Asamblea, aunque no tenemos mayoría absoluta, hay sectores que entienden que no podemos apoyar un golpe en el país.
DESCONCIERTO EN ARENA
“La división de ARENA se explica por la existencia de un grupo que está en contra de la calificación de ‘traidor’ que le hacen al expresidente Saca, por parte de un grupo del partido que ve como traición el que Saca haya entregado el poder a Funes. Pero hay otros factores de descontento. Una parte de esa oligarquía salvadoreña ha internacionalizado sus negocios y ya no les preocupa tanto lo que pasa en el país. Fruto de la globalización financiera en el país, hay sectores que sienten que no han sido tomados en cuenta por la banca, que antes era de la oligarquía y que ahora está transnacionalizada. La orfandad en que se encuentra un buen sector de ARENA, vinculado a la agricultura, explica, en parte, este malestar, y ARENA ya no tiene los recursos del Estado para resolver los problemas de los disidentes.Finalmente, mucha gente considera agotado el estilo de gobierno y de partido que ARENA ha venido adoptando, de fidelidad a los sectores más conservadores de EEUU, que ya no están tampoco en el poder.Entonces hay que cambiar. Pero ¿cambiar para qué? Hay quienes plantean que hay que girar al centro”.
 

  • Gilberto Lopes 
  • Mundo
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