Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Inspecciones ambientales verificaron daños a manglares y a vegetación, en playa donde se inauguró el hotel Riu.
La destrucción de un manglar durante la construcción del recién inaugurado hotel Riu de 700 habitaciones -en playa Matapalo, Guanacaste-, motivó a la Asociación Confraternidad Guanacasteca a presentar un recurso de amparo contra varias instituciones del Estado.
El pasado 26 de noviembre funcionarios del Área de Conservación Tempisque inspeccionaron el área aledaña a dicho hotel, en donde hasta hace unos pocos meses existía un manglar, y se esperaba que ese fin de semana lo hicieran personeros del Tribunal Ambiental Administrativo y del Instituto Geográfico Nacional.Las denuncias de la agrupación ambientalista Confraternidad Guanacasteca fueron planteadas desde el 25 de junio anterior y responsabilizan por diversos cargos a entidades como las Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA); el Departamento de Aguas del Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones (MINAET); el Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento (SENARA); el Ministerio de Salud; y el Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU). El denunciante, Carlos Cruz Chaves, alega que en playa Matapalo –del cantón de Carrillo- se inició la construcción del hotel Riu sin contar con los permisos legales, “causando graves daños al ambiente”. De acuerdo con la denuncia (expediente No.09-009625-0007-CO), al 20 de noviembre el hotel no se había cumplido con los compromisos de contar con una carta de disponibilidad de agua, una planta de desalinización de agua y eliminó un manglar aledaño, aparte de que no se han deslindado ni amojonado algunas áreas de la playa. Como se recordará, en el hotel Riu –de la sociedad SF Costa Rica Hotelera Guanacaste- falleció el 13 de noviembre del 2008 el nicaragüense Antonio Pérez Sánchez, quien laboraba como obrero en la construcción de la la cadena hotelera española. Allí se enfermó de gravedad en las covachas que tenía para los trabajadores la empresa constructora y hasta la fecha nunca se supo con exactitud la causa de su muerte (véase “Viuda y cuatro hijos esperan en Managua alguna respuesta”, en edición del 13 de mayo del 2008). Aparentemente los obreros pernoctaban en condición de hacinamiento y eso provocó que algunos se enfermaran y contrajeran alguna bacteria o virus que les desencadenó enfermedades, tal y como le ocurrió al nicaragüense Pérez Sánchez. En este sentido, en abril pasado Christopher Paddock, del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en Atlanta –Estados Unidos-, dijo que estaba terminando el reporte relacionado con el trabajador muerto a finales del 2008 en la construcción del hotel Riu y que dicho informe lo enviaría a la semana siguiente. Consultada el pasado 26 de noviembre la Ministra de Salud, María Luisa Ávila, acerca de si se había determinado la causa exacta de muerte de Pérez, respondió que todos los estudios por virus y bacterias fueron negativos. No se logró determinar la causa de muerte”. La autopsia reveló una neumonía hemorrágica, acotó. Se intentó hablar con Till Koehler, gerente del hotel Riu en Matapalo, pero en su oficina no se encontraba y aunque dijeron que devolverían la llamada, esto no se concretó al cierre de esta edición. AMPAROS
En relación con el recurso de amparo de Cruz Chaves, este atribuye el incumplimiento de responsabilidades a las instituciones mencionadas, aparte de la destrucción de manglares. Por ejemplo, Confraternidad Guanacasteca se queja porque “a pesar de la oposición del Departamento de Gestión Ambiental de Acueductos y Alcantarillado, el MINAET otorgó la concesión de agua a la empresa desarrolladora”, sin consulta a la comunidad del distrito de Sardinal. Esta Asociación afirma que en la concesión del agua no se ha cumplido con todos los requisito de la SETENA y desconocen si existen estudios que determinen la capacidad del manto acuífero de playa Matapalo. Por lo anterior, pidieron al SENARA que informe acerca de si existen estudios técnicos referidos a la capacidad acuífera del lugar, y que confirmen o descarten un eventual peligro para el acuífero por intrusión salina. Asimismo, el recurso cuestiona al INVU por permitir la construcción de un hotel de tal magnitud (700 habitaciones), a escasos 200 metros del mar. Por eso le solicitan que haga constar si aprobó esas obras. En cuanto a la acusación por daños a un humedal que se ubicaba casi al frente del hotel –en zona pública-, se especifica que “el manglar ubicado entre los mojones 149 y 159 de Playa Matapalo fue arrasado, rellenado y destruido en su totalidad y además, desaparecieron los mojones enumerados como 151, 152, 153 y 154”. Según un mapa elaborado por el Área de Conservación Tempisque sobre el Plan Regulador de Playa Matapalo, antes de la construcción del hotel Riu había cuatro porciones de manglares en ese tramo costero y uno de los dos intermedios es el que habría sido destruido. Vale mencionar que en documentos que envió el director general del Instituto Geográfico Nacional –Max Lobo- el 28 de julio pasado a los magistrados de la Sala Constitucional, también se consigna la existencia de un estero-manglar entre los mojones 146 y 162. Gadi Amit, de la Confraternidad Guanacasteca, aseveró que para realizar sus obras el hotel Riu consiguió una certificación del Departamento de Aguas del MINAET, la cual indicaba que en esa playa no existía ninguna quebrada. En el mapa antes citado se detalla a pocos metros del manglar eliminado, una quebrada llamada Quesera. Respecto de la inspección realizada en la zona aledaña al hotel Riu, Juan Sánchez, del Tribunal Ambiental Administrativo, detalló que preliminarmente encontraron el desvío y eliminación del cauce de una quebrada, corta de vegetación, relleno de áreas de manglar, e introducción de especies vegetales exóticas. El informe final lo entregará en los próximos días a la Sala Constitucional. Por su parte, José Miguel Valverde, del Área de Conservación Tempisque, confirmó a UNIVERSIDAD que en su inspección encontró que fue cortada y rellenada un área de manglar de aproximadamente 8.000 metros cuadrados, mientras que una porción de árboles -con una extensión cercana a los 5.000 metros cuadrados- situados contiguo al estero y dentro de la zona pública, casi en su totalidad fueron talados.
Este documento no posee notas.