Los problemas que enfrenta la humanidad en la dimensión ambiental (consecuencias del cambio climático, amenazas a la biodiversidad, uso excesivo de los recursos naturales, entre otros) no pueden ser resueltos a menos que la misma humanidad adopte prácticas sostenibles.
Y la única forma es que en cada una de las actividades, productos o servicios de una organización o institución se consideren los elementos (o impactos) presentes que puedan interactuar positiva o negativamente con el ambiente.
Estas actividades deben ser la suma de todas las fases de la producción y van a estar relacionadas con los materiales y productos usados o adquiridos, los métodos y procedimientos en la ejecución de los contratos y el comportamiento ambiental de proveedores y fabricantes.En la problemática ambiental actual, los gobiernos e instituciones públicas representan uno de los principales agentes de cambio en la realización de acciones que mejoren el ambiente y, de esta manera, sirvan de ejemplo para toda la población del país. Las instituciones del Estado poseen un peso considerable en el mercado, al representar a un grupo de compradores con gran poder de adquisición, debido a la diversidad de actividades administrativas y técnicas que realizan y a los volúmenes de compra que manejan.Como lo comenta el Lic. Carlos Arguedas, gerente de la Contraloría General de la República, “en esa medida, la actividad de contratación administrativa no puede ignorar que en la actualidad, la sociedad y el mismo Estado, enfrentan uno de sus mayores desafíos. Debemos producir, comprar y desarrollarnos de manera sostenible, de modo que los recursos no se agoten, que su uso sea racional y, en general, que se deje garantizado a las siguientes generaciones, que podrán satisfacer, al igual que nosotros, todas sus necesidades” (Manual de Compras Verdes, 2008).Es necesario detenerse un momento en la definición del concepto de compra verde o compra ambientalmente responsable. Se entiende por compra verde una contratación de bienes y servicios en la que se consideran no solo los aspectos económicos o técnicos de los productos, servicios u obras que se quieren contratar, sino también el comportamiento ambiental de estos. Un ejemplo de una compra verde es revisar y analizar las opciones de tipos de papel reciclado presentes en el mercado nacional. En dicho análisis debe  considerarse, además del precio, el color y el gramaje del papel, el porcentaje de papel reciclado, los medios por los que se obtuvo la blancura del papel y si estos afectaron el ambiente, entre otros aspectos.La Universidad de Costa Rica, como institución autónoma, enfocada a la acción social, la investigación y la docencia, en su quehacer diario presenta gran complejidad de actividades intensas, las cuales generan un alto consumo de recursos como agua, electricidad, papel, tinta, combustibles y, además, una gran cantidad de residuos sólidos y líquidos por los cuales debe responder con responsabilidad ambiental.Por lo tanto, en las políticas institucionales se ha considerado la protección del ambiente y la implementación de prácticas sostenibles, que se vean reflejadas en el compromiso de trabajar en la elaboración e implementación de un Plan de Gestión Ambiental y en un Programa de Compras Verdes, para así ayudar a incentivar y a consolidar la participación de proveedores amigables con el ambiente.En el 2008, ante el llamado de la Contraloría a participar en el proyecto Compras Verdes en el sector público, la Vicerrectoría de Administración inició un proceso interno de capacitación a personal de diversas áreas, con el apoyo de la organización CEGESTI, que dio como resultado la conformación de la Comisión Institucional de Compras Verdes. Esta ha promovido diversas acciones, con el propósito de empezar a introducir el concepto de compras verdes en los niveles administrativo y de toma de decisiones de la institución.La UCR se propone como meta reducir aún más los impactos ambientales que genera producto de sus actividades de compras, amparada en el quehacer de la Comisión que ha formado, y busca consolidarse como grupo técnico de apoyo a un mejor proceso de adquisiciones públicas.