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Volcán Turrialba: Expertos recomiendan permanecer alerta frente a actividad

Es factible que el nuevo cráter continúe ensanchándose, lo cual generaría la expulsión de material volcánico.

Es factible que el nuevo cráter continúe ensanchándose, lo cual generaría la expulsión de material volcánico.
Tras la creciente actividad que presenta el volcán Turrialba desde el pasado 4 de enero, expertos de la Red Sismológica Nacional (RSN) de la Universidad de Costa Rica recomendaron no bajar la guardia sobre los cambios en el comportamiento del volcán.
Si bien el tremor (ruidos y retumbos) y la sismicidad han disminuido desde que se registraron los primeros eventos atípicos, el volcán seguirá expulsando ceniza, gases y haciendo erupciones esporádicas durante los próximos meses, según Raúl Mora, geólogo de RSN.El 9 de enero la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) decretó alerta amarilla en los cantones de Oreamuno, Alvarado y Cartago centro. Los pobladores de las comunidades aledañas al macizo fueron evacuados y permanecerán en albergues hasta que se levante la alerta. Luego, el 11 de enero, la CNE dio alerta a verde en los cantones de Alvarado, Oreamuno y el centro de Cartago, sin embargo mantuvo la condición amarilla en el cantón de Turrialba.Sandra Saborío, oficial de enlace de la CNE, dijo a UNIVERSIDAD que la Comisión trabaja previendo el peor de los escenarios para estar preparados frente a una emergencia.Las erupciones de ceniza y gases originaron dos nuevos  agujeros en el cráter principal del macizo, que luego cedieron formando una sola abertura de alrededor 100 metros de diámetro. Así como era predecible para los científicos que  los nuevos hoyos se unieran, es factible que el nuevo cráter continúe ensanchándose generando mayores posibilidades de expulsión de material volcánico. “Es normal que por la salida de gases se erosionen las paredes del cráter y  se expulse el material,” afirmó Mauricio Mora, de la RSN. La tarea es vigilar que la ceniza expulsada sea producto de la erosión de material volcánico y no de magma nuevo (indicio que anticipa algún evento de importancia). Los científicos de la RSN explicaron que por el momento el volcán no presenta actividad magmática sino hidrotermal (presencia de mantos acuíferos).
HISTORIA DEL TURRIALBA
El volcán Turrialba ha experimentado seis erupciones de importancia en 3500 años, la última se registró entre setiembre de 1864 y marzo de 1866. “Conocer la historia de los volcanes nos permite hacer una proyección sobre su futuro” señaló Gerardo Soto, geólogo de la RSN.La atención de los científicos sobre el macizo se incrementó desde 1996  debido a variaciones en la sismicidad. En el 2003 se registró la aparición de nuevas solfataras y fisuras en el cráter que produjeron fumarolas de hasta 280 grados Celsius. En el 2007 se registró actividad sísmica tectónica asociada a fallas, mientras que durante el 2009 se presentó una disminución de las señales sismológicas, así como también de los ruidos volcánicos (tremor), no así sobre la cantidad de gases emanados.Sin embargo a finales de octubre del 2009, se presentó un nuevo pico de sismos tectónicos, así como la caída de lluvia ácida debido a mezcla de gases (dióxido de azufre y cloro), lo que produjo el cierre del parque nacional, explicó Wilfredo Rojas, geólogo de la RSN.El incremento de tremores (unos 4 por hora, con una duración de 10 a 20 minutos) seguido de la expulsión de ceniza que cayó en las comunidades aledañas y llegó hasta Tres Ríos (25 kilómetros al suroeste)  advirtieron que el Turrialba despertó de la calma aparente en que se había sumido por 144 años.El ruido y los sismos alertaron esta vez a José Vega, de 25 años y trabajador de la zona. “Lo que ocurre con el volcán es una advertencia de que viene algo atrás,” comentó Vega, quien creció en las faldas del Turrialba y en estos momentos permanece en uno de los albergues habilitados por la CNE.
RECUENTO DE DAÑOS
Las consecuencias de la caída de ceniza representan hasta ahora el mayor de los problemas debido que puede causar afectaciones leves en la salud de las personas y de los animales, además de dañar los sistemas eléctricos, causar corrosión en infraestructura y vehículos, colapsar canoas, techos de viviendas y edificios, así como el perjudicar a la agricultura.Instituciones como el Ministerio de Salud, la Caja Costarricense de Seguro Social, el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), en conjunto con la CNE, han atendido a las personas evacuadas. Es el caso del albergue de Santa Cruz, donde se les provee de atención médica, alimento y ropa a unas 31 personas, entre ellos 14 niños.Ricardo Sancho,  presidente de Acueductos y Alcantarillados (AyA) realizó el pasado 8 de enero una inspección en la zona para valorar la calidad de agua. Sancho aseguró que no hubo afectación por la caída de ceniza, debido que el abastecimiento de agua es subterráneo, por lo que no es necesario el consumo agua embotellada. Por otra parte, Javier Flores, Ministro de Agricultura y Ganadería (MAG) visitó comunidades aledañas al volcán para dialogar con los productores. Se establecieron grupos de trabajo con funcionarios del sector agropecuario y las organizaciones de productores para hacer frente a las necesidades, tras los daños en los cultivos y el ganado. Pese a que algunos finqueros se apresuraron a evacuar los animales durante la emergencia, el jerarca instó a no trasladar el ganado a otras zonas, debido a que eso representa riesgos para los animales, además de que es innecesario. En la reunión los agricultores externaron su preocupación por el futuro de sus cultivos. Algunos adelantaron la cosecha, mientras que otros rociaron con cera las plantas para protegerlas de la ceniza. Óscar Garita, vecino de Capellades, aun tiene tres manzanas (2,1 hectáreas) hectáreas) sembradas de papa en las parcelas contiguas al macizo. Él es una de las personas que decidieron cosechar antes de lo previsto para salvar una parte de la producción. El MAG se comprometió a realizar monitoreos de ganado, pastos y cultivos, además de realizar análisis químicos a las muestras de ceniza por lo menos dos veces por semana, para determinar su composición.De acuerdo con datos de la dirección del MAG (Cartago) la caída de material volcánico afectó a 65 fincas lecheras (195 hectáreas de pasto) y 200 hectáreas de cultivos. El ministro Flores propuso valorar caso a caso la situación crediticia de los productores afectados.

  • Hazel Cerdas Villalobos 
  • Universitarias
Seguro Social
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