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Honduras: Lobo asume jefatura de régimen golpista

El gobierno de Porfirio Lobo trata de cambiar la cara al golpe de Estado, pero ni cuenta con apoyo internacional ni es aceptado sin resistencia en Honduras.

El gobierno de Porfirio Lobo trata de cambiar la cara al golpe de Estado, pero ni cuenta con apoyo internacional ni es aceptado sin resistencia en Honduras.
La toma de posesión de Porfirio Lobo en Honduras, a la que se suma el triunfo de Sebastián Piñera, en Chile, han hecho crecer las esperanzas de los grupos más conservadores de América Latina de afianzar sus posiciones en la región.
Para el columnista del Washington Post, Jackson Diehl, es la revolución misma de Hugo Chávez la que se desmorona, derrotada y camino al colapso. Aunque Honduras es un país diminuto, estimó Diehl, “la lucha por el poder entre su élite política y el acólito de Chávez, Manuel Zelaya, se transformó en una batalla regional entre partidarios y opositores del izquierdista Chávez”.El resultado –agregó– es una victoria para los Estados Unidos, “virtualmente el único país que apoyó las elecciones democráticas que rompieron en impasse”.Lobo, que asumió la presidencia de Honduras el pasado 27 de enero, es ahora el responsable de llevar a cabo los objetivos de la trama golpista que depuso al presidente Manuel Zelaya en junio pasado.En representación del conservador Partido Demócrata, de Brasil, el exalcalde de Río de Janeiro, César Maia, asistió al acto de traspaso de poderes, al que el gobierno brasileño no envió ningún representante. En su opinión, “la reacción de las instituciones al intento de golpe chavista mostró a los demás países que en Honduras hay seguridad jurídica y garantía política contra aventureros”.Maia predice un fuerte desarrollo de la economía hondureña, ahora muy atractiva para los capitales extranjeros: el CAFTA abrirá el mercado para nuevas maquilas; el turismo en las Islas de la Bahía y Copán florecerá; y las necesidades de inversiones en infraestructura, aliadas a la seguridad jurídica y a la previsibilidad política, multiplicarán, a partir de ahora, el interés de los grandes capitales de invertir en Honduras.Todo esto parece un verdadero sueño para una derecha acorralada, cuyas promesas se derrumbaron con la crisis financiera de los últimos dos años, pero que ya era evidente con la creciente polarización social en el mundo y el América Latina, en particular.Pese a todo, el regreso de los conservadores al poder, sobre todo en Chile, los llena de entusiasmo. Como dice César Maia, los que duden solo deben esperar el desarrollo de los acontecimientos para comprobar los nuevos éxitos.
PRIMERAS MEDIDAS
Aislado internacionalmente, el nuevo presidente hondureño ha dado los primeros pasos para tratar de romper el aislamiento. El objetivo principal es el retorno de Honduras a la Organización de Estados Americanos (OEA), de donde fue suspendida a raíz del golpe militar. El gesto más espectacular fue la autorización para que Zelaya abandonara la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde permaneció los últimos cuatro meses, para dirigirse a la República Dominicana, en compañía del presidente Leonel Fernández, el único, junto con el panameño Ricardo Martinelli, que asistió al acto de toma de posesión de Lobo.Álvaro Uribe, el presidente de Colombia, y Oscar Arias, dos de los aliados de Lobo, prefirieron no asistir, aunque Uribe había anunciado una visita al país el fin de semana siguiente.A ese eje faltaría agregar el peruano Allan García y, a partir del 11 de marzo, al chileno Piñera. Pero hasta Felipe Calderón, de México, prefería mantener, por lo menos por ahora, una actitud más prudente frente al régimen surgido del golpe de junio pasado en Honduras.España prefirió no enviar tampoco al príncipe Felipe, quien la ha estado representando en estos actos. Alemania, Grecia, Italia y Suecia fueron representadas por sus encargados de negocios en Tegucigalpa, pues todos retiraron sus embajadores a raíz del golpe de estado.Pero se estima que el gobierno español “está dispuesto a enviar de vuelta a su embajador en Tegucigalpa ‘cuanto antes’, en la medida en que el presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo, cumpla los compromisos pactados para favorecer la reconciliación nacional y permitir la salida honrosa del país del depuesto Manuel Zelaya”, según fuentes diplomáticas citadas por el diario conservador ABC.Este diario, precisamente, ha dado una amplia cobertura a la situación hondureña, pero tuvo que reconocer el “poco entusiasmo ciudadano ante una investidura austera de Lobo”, en una nota publicada en vísperas de que asumiera el poder.El otro gran actor de esta obra, Estados Unidos, envió una representación de alto perfil, encabezada por el Secretario de Estado Adjunto para América Latina, Arturo Valenzuela, y que muestra la importancia que el caso tiene para Washington.El objetivo es facilitar el retorno de Honduras a la OEA, pero todos saben que la tarea llevará algún tiempo, por lo menos. Para Valenzuela, la llegada al poder de Lobo es una muestra de que «Honduras vuelve hacia adelante después de un proceso democrático, con el apoyo de la comunidad internacional».Para facilitar esa tarea, Lobo anunció que instalará «cuanto antes la Comisión de la Verdad, porque es justo que el pueblo y el mundo sepan la realidad de los eventos previos, durante y posteriores al 28 de junio».La otra medida ha sido promulgar una amnistía para los delitos políticos que garantiza impunidad a los involucrados en el golpe de Estado, y que había sido aprobada el martes anterior por el Congreso.Si bien esa amnistía favorece también a Zelaya, solo lo hace en cuanto a los delitos “políticos”. La Fiscalía hondureña ya dijo que las demás acusaciones contra el exmandatario siguen vigentes y que él sería detenido si vuelve a Honduras.Los conservadores han renovado también sus ataques al Secretario General de la OEA, que tiene más difícil su reelección, pues no cuenta con el respaldo de Piñera. En el congreso de Estados Unidos ya se levantan también las voces que piden la cabeza de Insulza, cuyo cargo debe ser renovado este año.
OTRA CARA
La otra cara de la moneda es la de quienes se resisten a aceptar la continuidad del golpe de estado, ahora bajo una cara institucional, encabezada por Lobo.Entre esos están diversos países de América Latina, como Brasil, los grupos que han encabezado la resistencia el golpe en Honduras, así como muchos observadores internacionales.“La actual situación es la de consolidación primaria del golpe de Estado”, dijo el profesor Francisco Palacios Romeo, experto en asuntos latinoamericanos, en un entrevista concedida a Salvador López Arnal y publicada en “Rebelión”. “La consolidación golpista de lo que es, de facto, una dictadura constitucional, donde se han roto todos los elementos de legitimidad y donde la excepcionalidad, la suspensión de los derechos y la persecución de la disidencia son la norma”, agregó.Carlos Reyes, excandidato a la presidencia de la República que se retiró a raíz del golpe, miembro de la dirección del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) y presidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS), señaló que la instalación de un nuevo gobierno no cambia nada en Honduras. “Estamos ante un plan bien orquestado para decirle al mundo que en Honduras ya todo está resuelto y que con el nuevo Presidente se acabaron los problemas, porque ya nos reconciliamos”, afirmó. En su opinión, solo podrá haber una verdadera reconciliación a través de una Asamblea Constituyente “que refunde este país”.En cuanto a las acciones futuras, recordó que se reunieron en la ciudad de Siguatepeque “para dilucidar cosas y la esencia es definir estrategias y tácticas para irnos acercando a una concreción definitiva.“Nunca en el pasado hemos tenido una coyuntura como la actual, y vieras qué riqueza de discusión, qué análisis profundo sobre lo que acontece a nivel nacional e internacional que se dio en esta ocasión”, agregó.En su opinión, el gobierno de Lobo es muy débil. “Vamos a luchar contra todo lo que pretende profundizar el modelo neoliberal, llevando adelante el proyecto de la Constituyente. Si eso no ocurre, y aunque continúen la represión y los asesinatos, vamos a estar listos para el proceso electoral de 2013”, concluyó.
 

  • Gilberto Lopes 
  • Mundo
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