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Analistas ven al Partido Acción Ciudadana como el gran perdedor en las recientes elecciones nacionales.
El amplio triunfo de la candidata del Partido Liberación Nacional (PLN), Laura Chinchilla Miranda, consolida hacia el futuro la aplicación del modelo de desarrollo neoliberal, en el que tendrán continuidad -por ejemplo- los planes de concesión de obras públicas , aunque quienes la apoyaron no estaban pensando en que se desmantelara el tradicional esquema de Estado solidario que ha tenido el país.
La presidenta electa, una vez que asuma el poder el 8 de mayo próximo, se enfrentará al difícil reto de demostrar durante su gestión la independencia de que habló en su discurso del triunfo y de no entrar en contradicción con los intereses que persiguen los fuertes sectores económicos que la respaldaron. Para algunos analistas consultados, si bien el triunfo de la liberacionista Laura Chinchilla representa el fortalecimiento de los sectores de centro derecha, no puede inferirse que los votantes pensaran que en ese apoyo estuviera implícito el desmantelamiento de las garantías sociales existentes. El sociólogo y catedrático retirado de la Universidad de Costa Rica (UCR), José Luis Vega Carballo, estima que la elección de Chinchilla es parte de una ofensiva que se da no solo por parte de los sectores de derecha costarricense por recuperar terreno político, sino también de algunos latinoamericanos. Mientras tanto, el sociólogo y director de la Maestría de Administración en Justicia de la Universidad Nacional, José Carlos Chinchilla, muchas personas votaron por la candidata electa sin pensar en que eso significara un apoyo a la derechización del país o un desmantelamiento del Estado social de derecho. Por su parte, el abogado, politólogo y catedrático de la UCR, Francisco Barahona, cree que el resultado de estas votaciones “son la confirmación de que el pueblo de Costa Rica –en su gran mayoría- es conservador, es un pueblo al que no le gusta arriesgarse”, aunque al mismo tiempo resultó paradójico que votara por una mujer para presidenta. Cabe destacar que la victoria alcanzada por Chinchilla Miranda fue tan contundente, que superó en las siete provincias del país a los otros candidatos y al obtener el 46.7% de los votos totales, ganó por un margen superior al 20% al resto de sus adversarios, e incluso si se sumaban los porcentajes de sus dos rivales más cercanos, no eran suficientes para alcanzarla.
SIN SORPRESAS
El amplio margen de ventaja obtenida por Laura Chinchilla sobre su inmediato seguidor del Partido Acción Ciudadana (PAC): Ottón Solís, no es para José Carlos Chinchilla tan sorpresivo, pues desde el inicio de la campaña apareció en las encuestas con porcentajes tan altos, que hacían previsible un triunfo holgado y por eso descartaba una segunda ronda. A su parecer, la liberacionista ganó prácticamente desde la etapa de la convención interna, cuando el núcleo fuerte de los simpatizantes de esta agrupación se decidieron a respaldarla.Para el sociólogo Chinchilla, los candidatos de otros partidos entraron a campaña muy tarde, en especial el del PAC, Ottón Solís, lo cual significó que personas que en anteriores elecciones votaron por este partido, empezaran a barajar la idea de votar por la aspirante del PLN, quien además de mujer, representaba la continuidad del actual gobierno. Agregó que si al alto porcentaje que se le asignaba en las encuestas a la verdiblanca, se le sumaba el de abstencionistas, esto hacía difícil que otro candidato pudiera lograr un apoyo significativo. Sustentó lo anterior en que el PAC, que en las elecciones del 2006 quedó a un 1% de ganarlas, a lo largo de estos cuatro años perdió adeptos, debido –sobre todo- a las decisiones y conflictos que se suscitaron durante la lucha de los sectores sociales contra la aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y el referendo del 2007. Asimismo, el fenómeno electoral que representó en las encuesta el candidato del Movimiento Libertario, Otto Guevara, en las últimas semanas se fue “desinflando”, antes los ataques del PLN y el PAC. La intención de voto por este partido era muy volátil y forjada sobre todo en los medios de comunicación, y por lo tanto “pegada con chicle”. Por esa razón, cuando comienzan los cuestionamientos contra esa agrupación, se da un proceso de alejamiento de las personas, ya que posiblemente estas se inclinaban por un cambio político, pero que no dejara dudas. Muchos de estos votantes se agruparon alrededor del PAC, que repuntó significativamente en las últimas semanas, tras suscribir una alianza con otros partidos, la aprobación de más financiamiento bancario, y los resultados de los debates públicos en los medios de comunicación. Chinchilla destacó que la victoria del PLN también se explica en su capacidad organizativa en transportes, listados de votantes. Lo que sí le llamó la atención, es que suponía que el PLN tenía votos “duros” a favor de la candidata y también verticales, en el sentido de que respaldarían las tres papeletas (presidente, diputados, y regidores). Sin embargo, “se dio el fenómeno de que muchas personas que no son de `hueso verde´ votaron por Laura por su condición de mujer o por la seguridad que sentían en darle un continuismo al gobierno. Entonces, ella obtuvo muchos votos que no fueron por igual para el partido, al haber una quiebra en la votación”. Lo interesante en este caso, dijo Chinchilla, es que Laura llegaría al poder con menos diputados que el mandatario Óscar Arias, pero con un porcentaje del electorado mucho mayor al que obtuvo él. “Eso expresa que al fin y al cabo, a pesar de todas las críticas, la candidata fue atractiva más allá de los mismos liberacionistas”. El docente de la UNA es del criterio de que el triunfo de ella no necesariamente se puede entender como un fortalecimiento de los sectores de derecha en el país, ya que muchos de sus simpatizantes al tiempo que la apoyaron , no pensaban que desaparecieran las beneficios sociales, sino que “votaron por ella pensando más bien en el partido Liberación que garantizaba un desarrollo social”. Por el contrario, cree que si hubiera ganado Otto Guevara, sí se podría afirmar que se da una derechización política. En el caso de Laura Chinchilla, lo ve como el triunfo de un sector de centro derecha, con responsabilidad social. En cuanto a la distribución de fuerzas en la Asamblea Legislativa, sostiene que la nueva presidenta deberá desarrollar una labor negociadora, para no reproducir “los vicios o problemas que tuvo el gobierno de Óscar Arias, cuyo mayor pecado –desde el punto de vista político- fue su incapacidad para dialogar, para escuchar, e incluir la diversidad en el proyecto de construcción de una sociedad mejor”. Chinchilla descarta que en el nuevo gobierno se pueda dar una alianza tan estrecha entre el PLN y el Movimiento Libertario como en el actual, en vista de que esta agrupación ha tenido un papel muy desteñido como cogobierno. En cuanto al PAC, no obstante que lo percibe como el gran perdedor de estas elecciones, también cree que la crisis debe servirle para replantearse su futuro. MÁS A LA DERECHA
Por otro lado, al catalogar de conservador a esa mayoría de costarricenses que votaron por Laura Chinchilla, el politólogo Francisco Barahona aseguró que con este resultado “el país se hizo más a la derecha”. Recordó que “había habido más o menos un empate con el referendo sobre el TLC; pero, el 7 de febrero los que votaron –por lo menos las personas que van a continuar manejando los hilos del gobierno- es gente que está comprometida con un esquema neoliberal de derecha. Así que todo lo que se ha concretado en privatizaciones, concesiones de obra pública, va a continuar en esa dirección”.Barahona supone que es difícil cambiar esta tendencia, dado el pensamiento conservador que predomina entre el electorado, “que no le gusta girar hacia la izquierda o que no le gusta la aventura, y se acostumbra a una continuidad acrítica. Por ejemplo, todo el tema de la corrupción parece que no pesó en lo más mínimo en la elección”. En materia de gobernabilidad, calcula que todo dependerá de la capacidad de diálogo de la próxima mandataria, que en un principio pareciera con más aptitud que Arias; y su intención de dialogar ya la anunció en su discurso del triunfo. Barahona estima que el Movimiento Libertario tratará de hacer oposición en el nuevo gobierno, pues necesita desmarcarse del papel de cogobierno que han desempeñado hasta ahora y con miras a las elecciones del 2014. Mientras tanto, el sociólogo José Luis Vega Carballo avaló la tesis de Barahona, en torno a que el triunfo de Laura Chinchilla fortalece los grupos de centro derecha, entre los cuales se encuentran el poder económico y el mediático (de los medios de comunicación). Contextualizó la victoria del PLN en la ofensiva que realizan los grupos de derecha latinoamericanos –con la venia del gobierno de Estados Unidos-, por recuperar espacios políticos en los países. Un eje con Colombia, Panamá y Costa Rica, sería parte de ello y buscaría compensar la pérdida de terreno geopolítico que ha tenido Estados Unidos en el continente durante los últimos años. Acerca de los pobres resultados obtenidos por los partidos de centro izquierda, los cuestionó en razón de no haber propuesto plataformas para una nueva izquierda socialista, sino “plataformas de compromiso y complacencia con el centro derecha”. Ante esta situación, presume que los electores prefirieron votar por los auténticos partidos de derecha y no por aquellos que no se atrevieron a plantear una nueva alternativa, un socialismo del siglo XXI, un socialismo nuevo. En referencia a la gobernabilidad que pueda tener el gobierno de Chinchilla, opina que se mantendrá la crisis que ha enfrentado desde hace años un sistema presidencialista como el costarricense, que “funciona cuando hay un bipartidismo, con un partido dominante, como fue el caso del PLN hasta finales de los años 90. Pero, cuando existe una Asamblea Legislativa con representaciones tan fraccionadas y donde el Poder Ejecutivo tiene una fracción minoritaria, el problema de la gobernabilidad se mantiene y en este caso puede agudizarse”. De acuerdo con Vega Carballo, “el escenario de la Asamblea Legislativa lo veo bastante complicado, sobre todo por la técnica de negociación política que se utiliza en este país, que es la del trinquete, de yo te doy esto y vos me das aquello. Esta es un técnica muy desgastante y muy poco recomendable desde el punto de vista político y ético”.Considera poco probable que la presidenta electa vaya a conformar un gabinete pensando en un gobierno de unidad nacional, que “tímidamente planteó el PAC en su alianza de última hora”. El sociólogo, por el contrario, lo que percibe es un escenario de continuidad y fortalecimiento del estilo de gobierno impulsado por el mandatario Óscar Arias -de “dictadura en democracia”-, tendiente no a resolver los problemas con más democracia, sino con menos. “Los resultados de las elecciones apuntan a una democracia minimalista, a un fortalecimiento de la plutocracia, del poder económico sobre el político, sobre la ciudadanía, una democracia de mercado”. Los resultados –agregó- son también un triunfo de la cleptocracia –de la corrupción organizada- “donde los intereses y los negocios de carácter públicos están subordinados a los de carácter privado, como lo estamos viendo con la aplicación de la ley de concesiones”.
PAC, el gran perdedor
No queda duda, para los analistas, de que el gran perdedor en las recientes elecciones es el Partido Acción Ciudadana (PAC), y su candidato Ottón Solís. Para el sociólogo José Carlos Chinchilla, el PAC pudo perder más de lo que perdió, “porque durante cuatro años no lograron hacer una oposición que realmente les permitiera mantener el apoyo que obtuvieron en las elecciones anteriores”. Claro que es una gran derrota para el PAC, porque no es posible que hace cuatro años perdiera por un 1% -y que pudieron haber ganado- y que ahora la diferencia sea de casi un 23%, entre lo que tuvo respecto de la candidata ganadora”. Chinchilla piensa que otro perdedor es Otto Guevara –del Movimiento Libertario-, en el sentido de las expectativas que había generado, aunque es a la vez un ganador en tanto consolida un porcentaje importante de votación, respecto al obtenido en las anteriores elecciones. El politólogo Francisco Barahona concuerda con Chinchilla en que el gran perdedor de este proceso electoral es el PAC, al disminuir su número de diputados de 16 a 11 o 12, y no se sabe de los resultados en los municipios, aparte de perder como candidato a su principal líder, Ottón Solís, por lo cual debe empezar a buscar un nuevo dirigente. Por su parte, José Luis Vega Carballo le atribuye una “insuficiencia dinámica” al PAC, que consiste en no haber dado los pasos necesarios y a tiempo, para establecer una alianza de centro izquierda, sumado a que perdió oportunidades para transformarse en un partido, en lugar de un movimiento personalista.“Creo que llega al final su evolución como movimiento caudillista o personalista, y debe plantearse realmente si quiere proponerse como un partido abierto hacia el movimiento social”, advirtió.
Los sorpresivos PUSC y PASE
Los resultados obtenidos por el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) en estas elecciones, son para los analistas una sorpresa, dado que muchos preveían su desaparición. Igual de sorpresivos fueron para ellos los resultados alcanzados por el Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE), cuyo candidato era el actual legislador Óscar López. A pesar de que el candidato presidencial del PUSC, Luis Fishman, quedó en un cuarto lugar en las votaciones generales, logró una representación en la Asamblea Legislativa de 6 diputados, uno más que en la actualidad. El PUSC se vio golpeado en los últimos años por los escándalos de corrupción en que han estado involucrados los exmandatarios Miguel Ángel Rodríguez y Rafael Ángel Calderón, este último condenado por su participación en el caso llamado Caja -FischelSegún el sociólogo Chinchilla, la debacle de esta agrupación posiblemente la evitó el “sobresaliente” manejo de la campaña electoral que hizo Fishman. Chinchilla comentó que lo que se podía esperar del PASE era que al menos mantuviera la curul actual y que quizás ganara otra. “Pero, llegar a cuatro curules me parece que sí es una sorpresa electoral”, acotó.
Votos para presidente por partido*
Accesibilidad Sin Exclusión 35.215 Acción Ciudadana 464.454 Alianza Patriótica 3.795 Frente Amplio 6.822 Integración Nacional 3.198 Liberación Nacional 863.803 Movimiento Libertario 384.540Renovación Costarricense 13.376 Unidad Social Cristiana 71.330
Votos válidos 1.846.533 Nulos 29.984 En blanco 6.577 Votos recibidos 1.883.094 Abstencionismo 840.319 (30.85%) Juntas procesadas 95.49%
*Fuente: Tribunal Supremo de Elecciones. Corte, a las 12:30 p.m. del 8 de febrero.
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