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La propuesta en educación del PLN… ¿Una copia?

Lo que sucede con la Educación pública costarricense en la actualidad tiene sus orígenes, entre otros, en las políticas establecidas en (1) el Proyecto de Educación en América Latina (1993-1996); (2) el informe de una comisión internacional (1996), precedida por el economista Jacques Delors, que dictó la política educativa para el siglo XXI; (3) el informe del Seminario Internacional Sobre Medición y Estándares (Fortaleza, Brasil, mayo, 1996) – estos tres primeros de la United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (UNESCO); (4) el informe de la Comisión Internacional sobre Educación, Equidad y Competitividad Económica del Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina y el Caribe (PREAL, 1998); (5) el Proyecto estándares para la educación primaria en Centroamérica de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana (CECC).

Lo que sucede con la Educación pública costarricense en la actualidad tiene sus orígenes, entre otros, en las políticas establecidas en (1) el Proyecto de Educación en América Latina (1993-1996); (2) el informe de una comisión internacional (1996), precedida por el economista Jacques Delors, que dictó la política educativa para el siglo XXI; (3) el informe del Seminario Internacional Sobre Medición y Estándares (Fortaleza, Brasil, mayo, 1996) – estos tres primeros de la United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (UNESCO); (4) el informe de la Comisión Internacional sobre Educación, Equidad y Competitividad Económica del Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina y el Caribe (PREAL, 1998); (5) el Proyecto estándares para la educación primaria en Centroamérica de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana (CECC).
Es decir, la educación pública costarricense ha estado sometida a dos comunes denominadores (o dominadores). Primero, las decisiones de fondo se toman en otro lugar, menos en Costa Rica. Segundo, esas decisiones buscan exclusivamente someter a la población a estándares infundados acerca de la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación –de ahí la imposición de las infundadas pruebas nacionales, contradictorias con la política educativa «constructivista» del MEP– pero desde la teoría de la «eficacia escolar», paradigma de investigación y evaluación, que en inglés denominan como «School Effectiveness Research Paradigm».
Ese paradigma ha interesado –y encontrado apoyo–, por ejemplo, no solamente a la Unesco, sino además al Banco Mundial (BM). En este último caso, puede consultarse el reporte «Lifelong learning in the Global Knowledge Economy (2003). (Aprendizaje de toda la vida en la Economía del Conocimiento Global), siendo uno de sus autores Harry Anthony Patrinos, Senior en Economía de la Educación en el BM.
Hace cuatro años, un porcentaje desconocido de mil «pensantes» desconocidos, en el área de Educación, lo que hacían más bien era «pensar» en cómo obedecer las imposiciones establecidas en otras latitudes, presentándolas con el clisé de «innovadoras» o «novedosas» propuestas.  Al transcurrir de los cuatro años, confundieron –en el mejor de los casos– la investigación científica educativa con el «copy and paste» de los «programas» que ya fracasaron en otros países.
El Diccionario de la Real Academia Española, en la acepción que interesa, define la palabra copia de la siguiente manera: «7. f. Imitación de una obra ajena, con la pretensión de que parezca original». ¿No es esto lo que ha sucedido –como ejemplos recientes de copias– con el Plan Nacional de Inglés (PNI), la reforma en el sistema de evaluación y lo que sucederá con la formación dual? Razón tendrán de más ese porcentaje de los «mil pensantes» en educación para guardar silencio, continuado ahora sin la respuesta al artículo «Doña Laura: «Adelante»… ¿En Educación?» (LA PRENSA LIBRE y Nuestro País, 23/01/09).
Dice doña Laura, y el Partido Liberación Nacional (PLN), en lo que ellos llaman «Plan de Gobierno» (PG), que «La educación es universalmente reconocida como el más poderoso instrumento para que las personas puedan incrementar sus niveles de ingreso y bienestar, así como para impulsar el crecimiento económico y el desarrollo social basados en la inteligencia, el conocimiento, la capacidad de innovar y la creatividad de las personas».
En realidad, ¿quién dijo eso?, porque el que lo haya dicho, se le olvidó mencionar que la Educación sirve para la transmisión e imposición de las ideas y de la cultura dominantes, instrumento de control ideológico.  ¿Será por eso que dan tanto énfasis en el PG de ustedes a la educación cívica, para el control ideológico, formando a los estudiantes en valores básicos para la convivencia, en estricto acatamiento del pilar indicado en el informe Delors «Aprender a vivir juntos, aprender a vivir con los demás»?
Dicen también en ese documento que «Hay quienes caminan entre sueños al arrullo de ideas trasnochadas y nos invitan a lanzarnos con ellos al despeñadero de las ideas fracasadas». Empero, la reforma educativa impuesta en este país tiene sus orígenes desde inicios de los años noventa, en otras palabras, ¡hace casi veinte años!, suficiente tiempo para experimentar con proyectos dizque educativos que solo buscan la estandarización del currículo y, a través de éste, el «arrullado sueño» de la homogenización en el pensamiento de la población.
¿No constituye eso –parafraseándolos– una invitación a lanzarnos al despeñadero en el que ya otros países se encuentran en materia educativa, por adoptar acrítica y acientíficamente «las ideas fracasadas» impuestas, en un «acto de fe», con el que solo buscan la sustitución del control democrático de la educación por «un sistema de mercado de las opciones educativas», según Chubb y Moe (1990), en «La Educación Superior», Cátedra Manuel Ancízar? 
Otra «innovadora» frase en el PG es «la educación tiene que alcanzar un nivel de calidad elevado y debe responder a los desafíos que presenta un proyecto nacional de desarrollo cuyos pilares estratégicos sean la innovación, la ciencia, la tecnología y el conocimiento».
¿Cómo se alcanza la «calidad educativa» cuando se copian modelos ya fracasados en otros países? ¿Será que en Costa Rica los mismos «tecnócratas» y «pedagogos» de siempre, que han estado a cargo de la educación pública en el país, esta vez lo lograrán, mediante el método del tanteo, de la prueba y error? Por cierto, ¿de dónde salen esos cuatro pilares? ¿Son una idea original, surgida de las encerronas políticas, o de las comisiones de «expertos», «especialistas» en educación?
¿Estaría equivocado el trabajador de una fábrica en los Estados Unidos de América, citado en «El fraude de la reforma educativa bajo el capitalismo», de Jack Barnes: «Es mentira que la clase capitalista necesita que los trabajadores sean educados. Necesita que seamos obedientes, no que seamos educados. ¿Hay que saber leer y escribir para trabajar en el ferrocarril? ¿En una planta automotriz? Creo que no; todo tiene claves de colores o numéricas»?
Es imprescindible saber de dónde sale la propuesta en educación del PLN y cuáles son sus fundamentos y por qué esos.
De paso, aunque esta nota se trate sobre la propuesta en Educación de ¿doña Laura y el PLN?, ¿por qué la similitud de lo que ustedes han llamado «programas sociales novedosos y de alto vuelo…», específicamente, «El Programa Nacional de Cuido», con el «Programa de Cuidado Infantil», 2005, de Chile y el «Programa Comunidades Solidarias», con el de El Salvador «Programa de Apoyo a Comunidades Solidarias Urbanas», financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo, BID?
Tienen la palabra, una vez más…

  • Gerardo Barboza (Educador)
  • Opinión
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