Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Un proyecto urbano que será desarrollado en cinco años busca “convertir al Barrio Escalante en una comunidad con conciencia ambiental, patrimonial, cultural, vial y segura”, según explicó Manrique Odio, presidente de la Asociación de Vecinos de Barrio Escalante Siglo XXI (ASVEBES)
El Plan de Renovación de Barrio Escalante es impulsado por esa Asociación y la Municipalidad de San José, entidades que el pasado 23 de febrero firmaron un convenio para colaborar en el esfuerzo, que además integrará al Instituto Costarricense de Ferrocarriles (INCOFER) y al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
“Se trata de una zona que tiene tanto espacio residencial como comercial en algunas partes. Este busca que todas las actividades se puedan combinar de una manera armónica”, explicó Odio.El plan de renovación implica la gestión de espacios para la expresión artística y mayores comodidades para los peatones, como vías de acceso para potenciar sitios de interés cultural como la Antigua Aduana. El arquitecto Luis Diego Barahona figura como director del proyecto y explicó que Barrio Escalante tiene tres “escenarios principales”: el cultural, con elementos como la Antigua Aduana; el sector gastronómico, “que tiene potencial para pequeños hoteles”, y la línea del tren, “que además es de potencial para la eventual construcción de un metro”. Además destacó que presenta elementos valiosos como el Parque Francia.
VEINTE PASOS
El Barrio Escalante se empezó a desarrollar durante la primera mitad del siglo pasado, particularmente a partir de la década de los años 30. Conocido como uno de los primero sitios que alojaron a las clases acaudaladas, hoy en día mantiene muchas de sus casas de belleza arquitectónica, pero poco a poco su población ha migrado a otros sectores de la Gran Área Metropolitana. Según datos de la ASVEBE, en la actualidad existen 288 locales comerciales o de oficinas y 385 casas de habitación. De acuerdo con Odio, lo que motivó a los vecinos a emprender el mejoramiento del barrio fue en primera instancia un problema de seguridad que se dio en el 2006. “Entendimos que en Barrio Escalante la parte de la seguridad es importante, pero también que consta de gran variedad de ocupantes, pues está la iglesia, bancos, museos, universidades y algunos edificios que pueden ser patrimoniales, como ya lo son el Museo Calderón Guardia y la Antigua Aduana, además de casas que ya tienen edad”, explicó. Añadió que “comprendimos que además del tema de seguridad, sería interesante plantear mejoras en otros aspectos como el ambiental, una red vial ordenada, y el acervo cultural. Teníamos la visión de lo que queríamos, pero el problema era cómo hacerlo. Por eso, montamos un plan estratégico y conocimos al arquitecto Barahona por un trabajo que había hecho para el barrio Los Yoses, nos reunimos con él, asumió nuestro plan y lo plasmó en el papel”.Por su parte, Barahona manifestó que “los vecinos de Barrio Escalante han generado una respuesta pionera al problema de seguridad, al comprender que no se resuelve con guardas, sino dándole vitalidad a la ciudad, de manera que la misma gente se apropie del espacio público”.El arquitecto explicó que sus propuestas se basan en un concepto denominado sistemas de acupuntura urbana, el cual es una adaptación de la idea de microcréditos del Premio Nóbel de la Paz, Muhammad Yunus, el llamado “banquero de los pobres”, pero aplicada al urbanismo en la forma de pequeñas inversiones con efecto grande. “Se trata de una idea que se ha aplicado en ciudades como Curitiba, Brasil, o Barcelona, y San José tiene mucho potencial”, comentó. Explicó que el primer paso fue realizar un análisis detallado del barrio, lo cual implicó un levantamiento de las calles y los árboles que aún existen, además de fotografías.El proyecto consta de 20 puntos de trabajo, los cuales se desarrollan en cuatro bloques conceptuales. El primer bloque, que se desarrollará este año, implica la nomenclatura de calles, que hará referencia a elementos emblemáticos e históricos del barrio y que se debe coordinar con Correos de Costa Rica y con la Comisión Nacional de Nomenclatura. Se trata de nombres como la Calle de la Luz para la vía que corre del actual restaurante Bagelmen’s hacia el norte. Ese nombre hace referencia al hecho de que hace más de cien años, cuando se electrificó San José, la luz llegaba hasta ese punto y a ello mismo debió su nombre la histórica cantina que durante muchos años allí estuvo. También implica el establecimiento de puntos de vigilancia, la arbolización, que se coordina con el proyecto que ya tiene en marcha el funcionario municipal Luis Valverde. “La idea es que los árboles le den identidad al Barrio y que llegue a ser carbono neutral. Este año, se planea la siembra de 700 árboles”, detalló. El 2010 también verá la habilitación de rampas en todas las esquinas y una redefinición de la red vial.El segundo bloque de trabajo tiene que ver con lo que se definió como los ejes del Barrio. El primero es el llamado Paseo Cultural de la Antigua Aduana, hacia el este de ese edificio. Se trata de habilitarlo para el mejor tránsito de las personas, además de crear un área para el entretenimiento de los niños, “que constituyen el 20% de los usuarios de la ciudad y deben tener sus propios espacios”, enfatizó el arquitecto.El segundo eje es la línea del ferrocarril, en cuya estación se proyecta que el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC) tenga unos paneles para exponer obras de gran formato. El tercero será el Paseo Gastronómico, en la calle hacia el norte de Bagelman’s, donde ya existen varios restaurantes. Allí se ensancharía la acera y se buscaría el aval de la Municipalidad para que los restaurantes puedan poner mesas afuera.Luego habrá una ruta comercial de la iglesia Santa Teresita hacia el este y el quinto eje es un corredor biológico a lo largo del río Torres. Se pretende que estos ejes comercial y gastronómico tengan electrificación subterránea.El tercer bloque de renovaciones tiene que ver con el fortalecimiento y creación de algunas zonas comunes. Por ejemplo, al Parque Francia se le colocará un puesto de información turística y se construirá un anfiteatro para conciertos a partir de su diseño actual.“Hay puntos como las palmeras hacia el este de Santa Teresita, el Farolito o la Aduana Sur donde se implementaran espacios como pequeños parques”, informó Barahona.La última etapa es denominada “urbanismo a la carta” y consiste en potenciar esfuerzos particulares para la creación de microplazas, es decir sitios con una banca, árbol y farol que sirvan como puntos de reunión; o espacios de expresión artística que incluyen la iniciativa de que a lo largo de los ejes gastronómico y comercial se coloquen esculturas con patrocinadores específicos.“También se fortalecerá un programa de reciclaje que ya impulsa la ciudadana Sabrina Vargas y se desarrollarán microtiendas que pueden ser de repostería o de libros y revistas”, puntualizó Barahona.El arquitecto sentenció que “la solución es a pie, las ciudades más desarrolladas del mundo fortalecen al peatón y la Municipalidad de San José tiene esto muy claro, es posible sostener el sistema vial para los vehículos y al mismo tiempo fortalecer el paso de los peatones”.
Este documento no posee notas.