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Primeros nombramientos en gabinete de Chinchilla: “Figuerismo” va ganando pulso al “arismo”

Consideran acertada escogencia de exfiscal Tijerino en Seguridad.

Consideran acertada escogencia de exfiscal Tijerino en Seguridad.
Una fuerte pugna enfrentan al “arismo” y el sector “figuerista” dentro del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN) en torno a la escogencia del gabinete de Laura Chinchilla, cuyos primeros nombramientos han sido mayormente figuras de este último sector cercanas a la presidenta electa, apuntan analistas y fuentes ligadas a la dirigencia oficialista.
Aunque el figuerismo parece ir ganando con los primeros nombramientos anunciados -con los que Chinchilla da un mensaje de que es ella la que elige a su equipo de gobierno-, analistas advierten que hasta que no se conozca quienes ocuparán las carteras claves del área económica,  no se sabrá hasta qué punto el arismo estará presente en el nuevo gobierno.
Ello por cuanto varias figuras del arismo más recalcitrante  suenan entre los elegibles en algunos de esos puestos, y podrían ser los que en la práctica manejen el timón económico de la nueva administración.Con el nombramiento de su  jefe de campaña y exministro de Ambiente, René Castro, en el cargo de ministro de Relaciones Exteriores, la presidenta electa sentó posición de que ella es la que nombra a su equipo de gobierno, lo que reforzó con el siguiente anuncio de Marco Vargas como ministro de la Presidencia, y del jurista y exfiscal general José María Tijerino como ministro de Seguridad y Gobernación.
Tanto Castro como Chinchilla formaron parte del gobierno de José María Figueres Olsen (1994-98), el primero como ministro de Ambiente, y la segunda como ministra de Seguridad, y son compañeros de generación desde que formaban parte de la juventud liberacionista en la Universidad de Costa Rica.
Por su parte, Vargas, aunque es de una generación anterior, ha sido considerado como “el mejor amigo” de José María Figueres, de quien también fue ministro de la Presidencia.
Entre los nombres que circulan en corrillos como posibles ministros en el gabinete de Chinchilla, hay también exintegrantes de lo que se llamó el grupo ATD, exmiembros de la izquierda política y académica que llegaron con planteamientos antineoliberales y que después abandonaron en el gobierno de Figueres Olsen. Entre ellos, el actual ministro de Educación, Leonardo Garnier; el regulador general, Fernando Herrero, y la cónyuge de éste,  Florisabel Rodríguez, considerada figura influyente y muy próxima a la gobernante electa.
A Herrero se le mencionaba al cierre de esta edición, como el posible designado en el Ministerio de Hacienda, al dejar su cargo de regulador, que vence en abril.
Mientras que el representante del país en el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el puesto más codiciado en los nuevos gobiernos, correspondería al extesorero de campaña Jorge Walter Bolaños, exintegrante de la administración de Abel Pacheco.
En palabras de un allegado a la cúpula liberacionista, Chinchilla está en un proceso de “empoderamiento y concienciación” de hasta dónde llegan sus poderes de presidenta electa. Aunque llegó muy amarrada por los compromisos de campaña, está haciendo todo lo posible para desligarse, y cuando la fotografía de su gabinete esté terminada, se verá que la mayor parte son figuras de la administración Figueres, afirmó.
Aseguró que la presidenta electa se está echando el pulso con sectores a los que viene amarrada, porque es la forma en que va a demostrar que ella es la presidenta y no una marioneta de los Arias. Aquí se va a ver lo que los estadounidenses llaman “el carácter presidencial”, añadió.
Desde esa perspectiva el actual ministro de la Presidencia,  Rodrigo Arias, no habría sido hasta ahora determinante en los nombramientos, y sería el gran perdedor si se tiene en cuenta que el hermano del actual presidente aspira a postularse para la Presidencia en el 2014.
Para doña Laura sería muy incómodo como presidenta electa aceptar fichas que Rodrigo Arias quiera poner; “no la veo aceptando ese tipo de cosas, menos con el resultado de la elección”, añadió la fuente, aludiendo a la holgada votación obtenida por Chinchilla el pasado 7 de febrero, muy superior a la cosechada por Óscar Arias en el 2006.
Pese a ello y aunque todos los ministros tengan que ser nombrados por la mandataria y todos sean parte del consejo de gobierno, en la práctica no todos tienen la misma importancia, pues los que vayan a estar a cargo de la política económica, financiera y comercial serán los que conduzcan las principales decisiones del gobierno y del Estado en este período de gobierno, salvo el caso de Relaciones Exteriores, otra cartera relevante por la importancia de los vínculos internacionales.
Cabe recordar que la jefatura del equipo económico la tendrá el banquero y primer vicepresidente, Luis Liberman, lo que podría significar que el arismo ocupe plazas importantes en ese campo.
En esa línea se inscribirían Alberto Trejos, exministro de Comercio Exterior (COMEX), mencionado como uno de los posibles miembros del nuevo gabinete y Anabel González, jefa de Negociadores del Tratado de Libre Comercio con EE.UU. Centroamérica y República Dominicana (TLC), quien podría ser la titular del COMEX.
González fue jefa de negociaciones de tratados de libre comercio durante la administración de Figueres, y su  esposo, Francisco Chacón, ahora diputado por el cuarto lugar por San José, fue viceministro de Comercio Exterior en ese gobierno liberacionista
CONGRUENCIA
Para el sociólogo y analista político José Carlos Chinchilla,  los primeros nombramientos de Chinchilla son positivos, y congruentes con lo que la presidenta electa ha prometido,  que es buscar el diálogo y la negociación con los diversos sectores, así como reconocer el mérito y la capacidad de las personas elegidas.
En el caso de Marco Vargas, dijo que el funcionario tiene una vasta experiencia y un buen nivel de logros en los puestos desempeñados. “Es una elección consecuente con la idea de que va a ser un gobierno en el que se va a tratar de tener diálogo y negociación con los distintos sectores sociales”, consideró.
Por otra parte, la escogencia de José María Tijerino en Seguridad, “es una señal muy interesante, porque se trata de una persona proba, democrática, y ha demostrado a lo largo de su trayectoria en el sector público, principalmente en el Poder Judicial y luego en el Ministerio Público, que es una persona de carácter, muy ordenada, con mucho criterio y además muy respetuosa de la institucionalidad del país.” Son características que debe tener un ministro de Seguridad, subrayó.
Tijerino tiene la experiencia de haber generado persecución criminal en el Ministerio Público, pero a la vez es un hombre de derecho y democrático. Este nombramiento le da credibilidad al gabinete en el sentido de que, por lo menos en lo que va hasta el momento, es un gabinete que no es solo verde y blanco (liberacionista), sino que incorpora a personas que tienen una gran capacidad de trabajo y solidez ética, remarcó el analista.
En el caso de Mario Zamora, viceministro de Gobernación designado, es uno de los funcionarios que ha probado su condición ética frente a la ciudadanía y ya eso le da una gran credibilidad. “Creo que es un funcionario de Estado, no de partido, que ha tratado de cumplir a pesar del ámbito tan difícil en que se ha encontrado, y en ese sentido es una muy buena elección.” Además Zamora, actual director de Migración, trabajó con la presidenta electa durante muchos años en el campo de seguridad, desde el gobierno de Figueres, comentó.
Igualmente, a su juicio es acertada la elección del otro viceministro de Seguridad, Jorge Chavarría, quien es un fiscal de carrera, con una trayectoria en la persecución criminal y de consultor internacional muy consolidada.Por el contrario, el nombramiento de René Castro como ministro de Relaciones Exteriores, lo ve como un reconocimiento a la labor en la campaña política y no necesariamente a los atributos y el conocimiento en el campo de las relaciones internacionales.
“Le da a uno la impresión que la presidenta en ese caso no tenía mucha alternativa, en el sentido de que es un ministerio otorgado por el esfuerzo y la confianza que le tiene a la persona. Creo que no va a ser un ministerio que vaya a tener un valor estratégico extraordinario durante el gobierno de doña Laura.
Y agregaría algo más. Una buena parte de la política exterior de nuestros países, se desarrolla en Washington y ahí es donde va a dejar al actual ministro Bruno Stagno.
Eso quiere decir que donde va a ser el trabajo más pesado,  ahí deja al hombre más experimentado; en el Ministerio pone a René Castro que no tiene el perfil más idóneo en ese campo, pero no lo deja solo, sino que lo deja con alguien que sí tiene un perfil muy apropiado en ese campo, y supongo que don René aprenderá rápido”, comentó José Carlos Chinchilla.
Por su parte el abogado y politólogo Francisco Barahona, aseguró que Marco Vargas es un hombre con experiencia y cercano a la presidenta electa. No hay que olvidar que fueron compañeros de trabajo en el gobierno de José María Figueres, ella como ministra de Seguridad y él como ministro de la Presidencia. Ahí hay una relación cien por ciento liberacionista, pero basada en elementos de pensamiento común y experiencia de gobierno, indicó.
El nombramiento del canciller es también un nombramiento de alguien cercano, pero ahí se incorpora el término de agradecimiento político por el trabajo que hizo como su jefe de campaña. Hay que recordar que ambos son de la misma generación de estudiantes en la Universidad de Costa Rica, cuando la juventud liberacionista mandaba en la Federación de Estudiantes (FEUCR) y René Castro fue presidente de ésta, de modo que de alguna manera Laura Chinchilla es de la misma camada.
De acuerdo con Barahona, el nombramiento de Castro en la cancillería le puede dar un sesgo distinto al del actual ministro Bruno Stagno, sobre todo tras el anuncio de que centrará su labor en todo lo que tiene que ver con el calentamiento global. Sin embargo, está por verse hasta dónde la política exterior de Costa Rica efectivamente se va a comprometer externamente e internamente en materia de recursos naturales y no solo el tema del calentamiento global, indicó.
A su juicio, la escogencia de Tijerino es muy interesante, porque no corresponde al mismo perfil de cercanía generacional y el sector partidario, pues se trata de un hombre que no se ha expresado políticamente en público, ni tuvo participación en la campaña, salvo porque apareció como abogado de Laura Chinchilla en una querella contra el Movimiento Libertario.
Chinchilla está poniendo en el Ministerio de Seguridad “a un funcionario probo, independiente en el buen sentido de la palabra, reconociendo su experiencia, sus fortalezas e, inclusive, está dando un mensaje interesante: no todos mis ministros son aquellos que participaron en la campaña, sino que escojo dentro de lo mejor”, apuntó Barahona.
Destacó también el nombramiento de Mario Zamora como viceministro, un hombre joven, bien plantado y con experiencia en el tema del narcotráfico, y el del fiscal adjunto Chavarría, los que seguramente fueron hechos en conjunto con Tijerino.“Todos estos nombramientos encuentran su explicación, todos tienen experiencia y dependerá de la voluntad y de las directrices de la presidenta lo que ellos den”, concluyó.
PROCESO ESCABROSO
La socióloga y catedrática de la Universidad de Costa Rica, Monserrat Sagot, coincidió en que se estaría dando un pulso con los Arias y la intención de Chinchilla de nombrar a personas de su generación más allegadas a su persona.Consideró que de momento la tendencia que ve en los nombramientos es una repetición del gabinete de Óscar Arias, con algunas excepciones, de lo que es ejemplo el caso de Marco Vargas, actual ministro de Obras Públicas y Transportes y de Coordinación Institucional.
En cuanto a René Castro, era el más allegado colaborador de la campaña, y él mismo dijo que la escogencia del Ministerio de Relaciones Exteriores era de él. En Seguridad probablemente Chinchilla hubiera querido algo diferente, pues se conoce, por ejemplo, que es muy cercana con Mario Zamora. Pero, resulta que incluso en un ministerio, en que se supone que ella es experta, no parece que hubiera podido seleccionar a la gente más cercana a ella, o que en todo caso hubiera sido su primera opción, consideró Sagot.
Por otro lado, “extraña muchísimo” que en un partido como Liberación Nacional, el partido más institucionalizado y más antiguo del país, que tiene una gran cantidad de mujeres profesionales y capacitadas, la presidenta electa no pueda encontrar mujeres para hacer los nombramientos que dice que quiere hacer en su gabinete, y ello reflejaría la disputa que se está dando.
Probablemente “lo que la dinastía Arias quiere es dejar a muchas de esas personas (ya nombradas) en los ministerios y a lo mejor Laura Chinchilla está queriendo sacar sus propias fichas, y allí es donde yo digo que no le está siendo tan fácil, porque tiene demasiadas deudas y compromisos con Óscar Arias”, comentó.
Parece entonces que se está dando un proceso bastante escabroso; tiene que estar dándose una negociación muy fuerte con el propio Óscar Arias, y posiblemente eso está retrasando el nombramiento de algunos de los puestos, considera Sagot.
 

  • Jorge Araya 
  • País
National LiberationPartido Liberación Nacional
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