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Museo Rafael Ángel Calderón Guardia muestra 17 nuevos trabajos del artista.
Miles de millones de personas habitan y han habitado la Tierra, pero sólo un puñado deja huella que trasciende su paso físico por el planeta y se proyecta al futuro.
El artista costarricense Manuel de la Cruz González es sin duda una de ellas, no sólo porque su obra como uno de los pioneros del arte abstracto en el país es motivo de admiración, sino porque hoy, más de 20 años después de su muerte, regresa con una nueva exposición.
Se trata de la muestra Lacas Inéditas, que el pasado 22 de marzo fue inaugurada en el Museo Rafael Ángel Calderón Guardia y que exhibe un total de 25 trabajos elaborados con duco sobre madera, de los cuales 17 son piezas inéditas elaboradas a partir de bocetos que el artista dejó en manos de su familia. El duco es una laca industrial que se puede disolver para pintar con una pistola.
Luis Núñez, director del Museo, destacó en primer lugar que la muestra ve la luz como un esfuerzo colaborativo entre esa institución, la Galería de Arte 11-12, que patrocinó la ejecución de las obras, y las herederas del artista.“Con las hijas de don Manuel, Ana Mercedes y Guadalupe González, iniciamos conversaciones tendientes a montar una muestra antológica de su padre, con motivo de los 100 años de su nacimiento en el 2009, sin embargo las cosas se han dado para que surgiera primero esta exposición de Lacas Inéditas”, informó.
Núñez explicó que en la muestra se incluyeron algunos trabajos ya conocidos del artista, “como referentes de la técnica en Manuel de la Cruz González, todas fueron concebidas entre 1964 y 1971 y esta exhibición es un justo homenaje, veremos la reacción de la gente”.
El funcionario destacó que desde los años 30 González trabajó conceptualmente la geometría, la matemática y la música de manera muy concatenada, lo cual se puede apreciar en que “no es gratuita la proporción y ubicación de los ejes visuales en sus composiciones”.
Al referirse a la propuesta visual de la muestra, señaló que se trata de un “sobreesteticismo”, es decir, la abstracción geométrica pasa por la pérdida de referentes visuales, imágenes que se puedan identificar de manera figurativa, algo que de acuerdo con Núñez en Costa Rica jamás se había dado en su momento. “Aún hoy la gente busca esos referentes, hay un desfaz, pero queremos demostrar que estos trabajos son atemporales”.
También es destacable que González contrataba a un artesano para que ejecutara sus obras, lo cual es un concepto muy contemporáneo, según dijo. “Él dejó las especificaciones justas de sus diseños, en los que dominan los colores primarios, o las gamas de azules. La ejecución es simple, lo que puede llevar a algunas personas a decir que lo podrían hacer ellas mismas, pero sus composiciones llevan un trabajo matemático”, recalcó.
Núñez además subrayó que el montaje de esta nueva exhibición implicó para el Museo un trabajo de rescate, investigación y adaptación de los conceptos a los formatos y dimensiones establecidas por el artista, “con cuidado de que se ejecutaran fielmente”.
Puntualizó que se trató de un proceso de dos años de trabajo, en el que se debieron definir cuestiones como los colores exactos de los trabajos. “Las herederas de don Manuel hicieron una labor de control de calidad para que se cumplieran todos los parámetros necesarios, como el brillo de la laca”.
LA ESCENCIA DE LAS COSAS
Manuel de la Cruz González nació en 1909 y en la década de los años 30 se empezó a dar a conocer como artista, cuando formó parte del Círculo de Amigos del Arte, en el que figuraron artistas como Teodórico Quirós y Max Jiménez.Tras la Guerra Civil de 1948 se debió exilar en Cuba y Venezuela. Se considera que a su regreso, a finales de los años 50, junto con Lola Fernández y Felo García introdujeron el arte abstracto en Costa Rica. En 1961 fundó el Grupo Ocho, entre cuyos miembros estuvo el pintor César Valverde.
Su última exposición abstracta fue presentada en 1971 y en 1975 montó su última muestra en vida, en el Museo Nacional. En 1981 le fue otorgado el Premio Nacional Cultura Magón y murió cinco años después, en setiembre de 1986.
Núñez destacó que desde la década de los años 30 González, “siempre evolucionó hacia la abstracción, fue quien introdujo la abstracción geométrica en Costa Rica en los años sesenta y setenta”. “Él busca la escencia de las cosas, no la representación, en ese sentido su teoría es similar a la del pintor ruso Wassily Kandinski, cada trabajo es lo que es y no hace referencia a nada más”.
“El minimalismo busca lo esencial y es un proceso que continúa. Debemos tener criterio para ver, conocer y comparar. Manuel de la Cruz fue un gran dibujante y entabló un proceso que depuró su obra. Nunca fue un artista oficialista, más bien fue incomprendido por muchos, lo cual le produjo un gran resentimiento”, recordó.
Luis Núñez, director del Museo Rafael Ángel Calderón Guardia, destacó el valor educativo intrínseco en el hecho de ampliar el acervo cultural sobre Manuel de la Cruz González, al presentar su obra inédita al público.
Al respecto informó que existe la posibilidad de realizar visitas guiadas para grupos de escuelas o colegios, para lo cual se puede contactar a Lissette López, del departamento de Relaciones Públicas del Museo, al teléfono 2222-6392 o 2255-1218, extensión 109.
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